Capítulo Diecisiete: Mentira.

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Es curioso. Él ha dicho la verdad.

Él ha estado mintiéndome todo este tiempo.

Mamá, te he fallado, supongo.

"Manami, cariño, no te acerques a los mentirosos, por favor. Solo te aportarán desgracias y penas. Deseo que seas feliz, no debes dejar que te dañen"

Mis asentimientos dudosos que eran la respuesta a esas palabras en esos tiempos...

Mi manera de pensar cuando tenía tan temprana edad...E incluso mis gustos por la química.

Me doy cuenta de que siempre he estado fuera de lugar, y de que siempre he decepcionado a mis padres.

"¡Pase lo que pase, nunca pierdas la esperanza, hija mía!El día que la pierdas, puedes considerarte un cuerpo que vaga por el mundo sin optimismo ni alegría"

Já...

¿Cómo no voy a perder la esperanza, Papá?

Todos los que creía cercanos me han traicionado¿De qué me sirve ser fuerte ahora?

Incluso si sobrevivo a esto...¿Qué haré después?¿Quién me acompañará en mi vida?

Estaré sola.

Quizá siempre lo he estado.

¿Por qué debería luchar?

Ya no tiene sentido alguno.

Ah...

Aún así¿Por qué estoy llorando?A pesar de que no expreso ninguna emoción en mi rostro, agua salada cae de mis ojos, se desliza por mis mejillas, y termina por convertirse en una nímia mancha del suelo que acabará desapareciendo con el tiempo.

Estúpida, soy una estúpida.

Noto que el agarre del pelirrojo en mis brazos se afloja levemente.

"Una sincera será siempre fiel a sus sentimientos"

Quiero mirar a Karma por última vez, pero no deseo ser más ridícula de lo que ya estoy siendo. Girarme hacia él para que vea mi cara llena de lágrimas...

Totalmente ridículo.

Lo peor es que no puedo odiarle.

No puedo enfadarme con él por lo que me ha hecho.

Todos ven el querer y amar con la cualidad de perdonar como algo bueno, a la par que repudian el odio y la rábia.

Realmente ninguno de los dos términos es el correcto. Alguien como yo, que perdona cualquier cosa que le hagan por naturaleza...

Está destinado a una vida de sufrimiento, ya que todos se aprovechan de esa persona.

Yo no sabía todo esto cuando estaba en Koroko. Definitivamente no lo sabía.

Los sabios dicen que uno al final tiene lo que se merece.

Si voy a morir...

—¿Algún último deseo antes de decir adiós a este mundo?—la voz rasposa de Asano provoca que levante la cabeza de inmediato, para mirar esos malévolos ojos violetas, sin que las lágrimas dejen de caer de mis ojos. Asiento con la cabeza sin dudarlo.

Si voy a despedirme de todos...

—Qui-quiero...Saber por qué—murmuro, insegura y rendida a la realidad—¡Quiero saber por qué todos me odiáis!

Su verdad [Karma×Okuda]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora