Su verdad [Karma×Okuda]

Capítulo Diechiocho: "Siempre me has gustado"

Mis ojos se han cerrado inmediatamente, esperando el balazo. Nagisa sujeta a Kayano, quien al parecer quiere lanzarse a ayudarme.

—¡Manami!¡Por favor!¡Corre, Manami!¡Manami!...—grita, desesperadamente. Su voz es ensordecedora.

Espero y espero el impacto...Sin embargo, yo no he recibido la bala.

—¿K-Karma?...—murmuro, impresionada, observando al pelirrojo sostener su hombro, el cual está comenzando a sangrar.

Está al lado de Asano, a quién le ha quitado la pistola con el brazo sano. Llevo mis manos a la boca, sin caber en mí de la sorpresa.

Eso no es lo que esperaba.

Miro su espalda, totalmente en shock. Esto me recuerda a esa vez en la que me protegió de Kayano.

Aunque no lo parezca, hemos pasado por tantos momentos...Hemos superado muchas dificultades juntos.

"—Confía en mí."

¿Qué debería hacer?Lo que él dijo hace poco tiempo sobre la traición fue verdad. Lo noté. Si me mintió desde el principio¿Por qué ahora me protege?Se suponía que debían matarme.

—Oh, vamos. Estoy tan harto de toda esta mierda¿Desde cuándo Karma Akabane hace algo por Rio Nakamura?Sí, me enamoré de ella, pero de eso hace ya milenios. Yo no obedezco a nadie, mis razones para estar aquí son personales...—mira a Nagisa después de decir esto, cosa que me extraña. Después, se centra en mí—Okuda, yo desde el principio no habría permitido que te hicieran daño gravemente. No mentiré ahora: la verdad es que en el inicio no importabas, nadie me importaba, pero después de un tiempo viajando, me di cuenta de que eras justo lo que necesitaba y de que no podía dañar a alguien necesario. Tampoco diré que fuiste mi luz, porqué no lo fuiste, no me gusta la luz. Eras y eres simplemente la verdad. La verdad en persona. Pero, ah, mala suerte, ahora que me he enamorado de ti, y tú te has enamorado de mí, eres mi verdad, por lo tanto, mientras esto continúe así, no permitiré que alguien haga daño a la única verdad que tengo. Okuda, no importa si me odias...Este rey mentiroso nunca dejará de atormentarte.

¿Cómo es posible que Karma pueda hacer que confíe en él con solo tales palabras?Aunque quizá, realmente, nunca dejé de confiar en su persona, ni de sentir afecto.

Incluso ha hecho que me olvide de que estamos en una situación de vida o muerte.

Así que soy...¿Su verdad, eh?

Buah...Mi cara...Debe estar muy roja ahora. Noto como arde.

Al levantar mi cabeza, observo que Nagisa está cabizbajo, separado de Kayano.

¿Qué le pasa?Su semblante es raro.

—Qué cursilero ha salido Karma, nurufufufu—se ríe Kor...Mi padre.

El pelirrojo le mira con una sonrisa de lado, socarrón.

—Usted, en vez de bromear, ya podría hacer algo por su hija¿No le parece?Después de todo, ella ha estado a punto de morir principalmente por culpa suya—suelta la boca de Karma, dejando completamente mal a Koro-sensei, quien rápidamente actúa alargando sus tentáculos para después agarrar a Kayano, Asano y Nagisa con ellos.

—Lo siento, Manami...Debería haberlo hecho antes—dice, rascándose la nuca con uno de sus sobrantes tentáculos—En cuanto a ti, Akabane Karma, ya nos las veremos más tarde.

Sencillamente asiento dándole a entender que deje el tema, mientras que la risa del pelirrojo se oye en todo el pasillo.

Mi padre es muy despistado, esos tres podrían haber atacado antes, mientras Karma hablaba; gracias a Gris que no lo hicieron.