Su verdad [Karma×Okuda]

Capítulo once: ¿Koro-sensei?

—Aquí dentro...Uno de mis sirvientes me avisó de que vio a Koro-sensei...Vine hacia aquí corriendo, y, a pesar de no verlo, encontré una pata de pulpo amarilla de dimensiones bastante grandes—Asano nos muestra una habitación de paredes bastante lujosas, sin embargo, algo no cuadra...No hay absolutamente nada en la habitación, solo estanterías y conductos de ventilación por el techo—Mientras investigáis, iré a preparar un té...

Miente...

No estaba segura hasta ahora, pero...Lo que ha dicho ha confirmado mis sospechas.

Él nunca tuvo intención de ayudarnos...

—Todo eso...—dice Karma, con una sombría sonrisa.

¿¡También se ha dado cuenta?!

Bien, esta es mi oportunidad.

—...¡Es mentira!—exclamo, completando la frase que Karma ha dejado a medias.

Noto la característica media sonrisa de Karma a mi lado, como si me dijera: "Bien hecho, estoy orgulloso de ti"

Una risa enigmática se apodera del silencio, el pelinaranja ríe tan alto que parece que hubiera oído un chiste buenísimo.

—Os he subestimado, señorita Manami, Karma...—dice, como si lo tuviera todo planeado. Esa inquietante sonrisa no desaparece de mi vista—Ha sido entretenido ver como te debatías entre la confianza y la desconfianza, Okuda.

Aprieto los dientes y los puños, tratando de mantener la postura. ¿Qué hará con nosotros ahora?Esa pregunta me carcome la mente.

—Por desgracia, Manami...No me interesa tu existencia, la verdad—dice, como si tratara de dañar mis sentimientos—¿Te he roto el corazón?Eso es doloroso¿No crees?

Asano...¿En serio creía que había desarrollado sentimientos por él?No se le veía tan confiado.

Bueno, sí, pero no de esa manera.

—Es doloroso...Muy doloroso...—digo, mirando hacia el suelo.

Él deja escapar de nuevo esa risa tan molesta.

—Pe-pero solo se rompe cuando es alguien que te importa el que lo hace...Y...No es precisamente el caso—digo, mirándole a los ojos.

Tanto Karma como Asano se impactan con mi respuesta.

Karma sonríe como siempre y se acerca intimidantemente a Asano, el cual se sonroja un poco, o eso creo ver yo.

—¿Sabes?...Eres un digno rival. Pero eres mi rival. Si tratas de ir a por ella, o a hacerle daño...—empieza a decir Karma, provocando un notable sonrojo en mis mejillas—Me temo que tendré que verme obligado a terminar con tu existir.

N-no puedo pensar ahora...Karma me está defendiendo en serio. Le acaba de decir a alguien que le matará si me hace daño, y me siento extremadamente feliz. Quizá sea mentira, pero...Prefiero confiar en que es cierto.

Esto es tan...Abrumante...

De nuevo la pesada risa de Asano llega a mis oídos, y a los de Karma, interrumpiendo mis pensamientos y los de Karma.

—Tarde—dice, felizmente.

¡Un momento!...¿¡Él está fuera de la sala?!E-eso quiere decir que...

—Mañana vendré a recoger vuestros cuerpos—nos informa, sonriendo como un ángel—Sa-yo-na-ra.

Y la puerta de metal se cierra con llave.

La habitación, como dije no tiene nada a parte de estanterías, ni una sola ventana.

Un gas amarillo comienza a salir de los múltiples conductos de ventilación.