Un mes mas había pasado, seguía teniendo esos sueños que me recordaban el pasado y pesadillas donde perdía a Aneue una y otra vez, donde una voz me repetía que fue por mi culpa que su enfermedad aumentase, que la abandone y que no hice nada para convencer a Hijikata de estar con ella.
Al final yo también la abandone, después de todo lo que hizo por mi de pequeño. Repetía esos pensamientos todos los días que despertaba con esas pesadillas.
Pero debía concentrarme en mi trabajo que en estos momentos estaba haciendo o intento de trabajo fingido por mi parte. Kondou-san y Hijikata-san iban delante, pendientes de cualquier pista de Katsura que habíamos visto hace poco pero que huyo como siempre.
Tampoco había visto a la Yorozuya en bastante tiempo, los estaba evitando, evitaba a ella.
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Otro día mas pasaba y como siempre patrullaba con todos los del Shinsegunmi a mi lado por las calles de Edo.
Era tan deprimente y aburrido todos estos meses que habían pasado que moría de ganas de tener alguna batalla seria y poder desquitarme con los enemigos. Pero nada interesante pasaba.Fue en ese momento que no me fije en que Kondo-san paro en seco y por consecuencia choque con su espalda, para el momento de alzar la vista y mirar el motivo del porque nos paramos vi aquellos ojos rojos de pez muerto y aquel cabello plateado permanente, exacto nos acabábamos de encontrar con la Yorozuya.
Sacándome de mi pensamiento, Kondo-san alegremente salto abalanzándose contra una mujer de cabello marrón recogidos en una coleta alta y gritando
- !! Otae-san!! y como normalmente suele pasar nuestro pobre comandante acabo aplastado contra la pared de una tienda del otro extremo de la calle.
Ignore la escena y observe que mas adelante estaba la Yorozuya, se ve que estaban comprando por lo que mientras el Megane andaba intentando que su hermana no acabase de rematar a Kondo-san, el Danna y la China salían de la tienda y la China estaba muy contenta, seguramente por tener una gran bolsa llena de comida y mientras le sonreía al Danna.
Su sonrisa me dejo bastante impresionado, me recordó tanto a mi hermana que no pude evitar sentir mi pecho oprimido, no se si era porque el paisaje a su alrededor era precioso y por ello su sonrisa se veía realmente brillante, entonces me percate que esa sonrisa iba dirigida al Danna , ella siempre sonríe con todos, pero conmigo solo son sonrisas burlonas de suficiencia y retadoras. Ella nunca me a sonreído así , nunca. Estoy frutado y no se porque, lo único que quiero es irme y dejar de pensar estas tonterías, no me gusta esta sensación.
Pero como siempre pasa el Danna se percato de nuestra presencia, fue encaminado hacia Hijikata-san y empezó a molestarlo con que por su culpa la leche de fresa había subido el precio.
Parecía que no iba a ser tan fácil el día. Pense mirando a la China que me observaba.

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Dias Tristes
Fanfiction¿Que hubiera pasado si Kagura hubiese podido conocer a Mitsuba?