Cuando las estrellas se apagan.

.173.

11:00 a.m.

Me llamaron de urgencia, pero no pude contestar.
Estaba en una fiesta, que me costó mucho organizar.

1:00 p.m.

Las llamadas no paraban, y fue cuando me empecé a preocupar.
Mi invitado no llegaba así que pude contestar.
-dije molesto, ¿¡QUE QUIEREN!?-
Pero la voz quebrada de mi madre fue lo que hizo que mi mente y mi corazón se detuvieran a la par.

2:00 p.m.

Que noticia.
Cuanto tiempo desperdiciado.
Que desgracias.
Cuanto he estado parado.

3:30 p.m.

El hospital se convierte en un laberinto, cuando lo que más te urge es ver a esa persona.
Los pasillos se vuelves gigantescos si le vas preguntado a Dios, si a esa persona su vida le perdona.

4:00 p.m.

Cuanto duele ver a esa persona en una cama.
Cuanto duele saber que esta en coma.

7:00 p.m.

Llora. Llora mi alma delirante.
Sabes que es injusto, cuando a la persona que amas no la encuentras adelante.

8:00 p.m.

Tomas su mano. Y puedes sentir su pulso. Pero lo que no se siente más, es un alma en uso.

8:30 p.m.

Intentas de todo.
Le cuentas de todo, que le has organizado una fiesta por su cumpleaños.
Que la amas.
Que tiene que despertar.
Pero sedes, cuando sabes que tal vez, la otra persona no te ha de escuchar.

9:00 p.m.

Te acuestas en sus piernas, y sientes como tu cuerpo comienza a temblar.
Te duermes.
Le quitas el pelo de la cara, y por fin ves sus ojos brillar.

9:01 p.m.

Pero sus ojos están llenos de dolor, y las lágrimas salen sin temor.
Escuchas un -estas aquí-
Te tiemblan los labios, no puedes contestar.
Y comienzas a llora con desesperación.

9:30 p.m.

Despiertas en sus piernas, y ves sus ojos cerrados.
La maquina de a lado comienza a sonar.
Y unos doctores por la puerta comienzan a pasar.

10:00 p.m.

El tiempo es absoluto.
El silencio relevante.
Unos hilos se rompen.
Un -todo va a estar bien- no es suficiente.

10:15 p.m.

Se marca la hora en que ella murió.

10:16 p.m.

Sólo bastó un minuto para ver como mi mundo se derrumbó.

10:20 p.m.

Es la hora del adiós.
Es la hora en que llora el corazón.
Es la hora en que llega lo peor.
Es la hora de saber que mi corazón con ella murió.