Cuando las estrellas se apagan.

.063.

Me parecía absurdo. Me parecía ilógico, me parecía una farsa.
El ya no estaba más, el se había ido sin motivos ni razones, y me había dejado aquí, creando un enorme vacío.
Ya no sería lo mismo permanecer alerta a ciertas horas de la noche, y aunque antes prefería estar a solas, el había llegado a cambiar las cosas, las noches habían cobrado sentido, mis desvelos valían la pena, y mis lágrimas de tanta risa no me dolían.
Pero cierto es que se fue, y dejo un vacío que creció.
Y tal vez se llevó una parte de mí, y no lo culpó, porque de todos modos le pertenecía, puesto que el la creo, pero era injusto, que me quitará algo con lo que ya me estaba acostumbrando a vivir.
Le rogaría que regresará, pero prácticamente el me bloqueó, el ya no quiere saber más de mí, el ahora sólo quiere verme sufrir, y es claro que lo está logrando.
Sólo desearía decirle de una u otra forma que regrese, que por lo menos me diga adiós, que por lo menos me de un abrazo de despedida, sólo así, tal vez pueda olvidarlo.