¡No quiero nada contigo! (InuKag)

13.

Hace un tiempo que no quedo con Inuyasha, ha estado muy liado con baloncesto y yo con mis exámenes...

Ahora se rumorea que ha rechazado a más de cinco chicas nuevas esta semana, su título de "Mujeriego" está pasando a ser "El soltero más cotizado"

Y no sé porqué a mí me hace gracia.

Ahora estoy caminando por el campues cuando dos chicos del equipo de baloncesto corren hacia mi

-¿Eres Kagome?- pregunta el más alto

- si, ¿pasa algo?

- es Taisho, ha desaparecido

- ¿cómo que desaparecido?

- lleva dos días sin venir a los entrenamientos y él siempre viene, no se salta ninguno.

- Nos habló de una compañera de clases que le tenia que pasar apuntes - dijo el otro chico- dijo que se llamaba Kagome, hemos ido a tu clase y nos han dicho que estarías por aqui.

- ¿sabes algo? - pregunta el alto

- la verdad es que no.

Y es cierto, puede que hagan dos semanas desde que no nos vemos.

Pero esto que me están diciendo los chicos de baloncesto me preocupa. Le encanta este deporte, ¿Por qué dejar de jugarlo de repente?

Le envío un mensaje pero no me contesta, al acabar las clases le llamo

- Inuyasha, ¿Dónde estás? ¿Te pasa algo? Has faltado a clases y a entrenamientos, ¿estás bien? Llámame si escuchas el mensaje, o ven a mi casa... hasta luego.

Pasan horas y hablo con el chico alto por Whatsapp, me dice que ha pasado por su casa y que no está por allí.

Alguien toca la puerta de mi apartamento y abro sin pensarlo mucho.

-¡Inuyasha! ¿Dónde estabas? Me tenías preocupada

- preciosa...- susurra y sus manos se posan en mi trasero.

-No aguanto más... te necesito...

- ¿Qué estás diciendo? Hueles a alcohol

- Sí, eso es verdad. No abría venido aquí si no fuera por el alcohol. Bendito sea.

Fruño el entrecejo mientras él cierra la puerta

- ¿dónde está tu cama?

- espera un poco Inuyasha... has faltado a clases y...

- seguro que tú, preciosa le puedes dejar los apuntes a papi, ¿a que sí? 

Asiento

- buena chica... ahora vamos a desnudarnos y a hacerlo.

Me sienta sobre la encimera y me quita la camisa mientras besa mi cuello y mis hombros.

- Inuyasha...-suspiro.

Sus manos se adentran en mi pantalón y aprietan mi trasero mientras me acerca a él.

- Inuyasha, no..

Él solo asiente mientras sus manos suben hasta mi cadera y vuelven a adentrarse en mis pantalones mientras sus labios besan y lamen mi cuello.

Me muerdo el labio intentando no soltar ningún sonido extraño.

- gime para papi

No puedo aguantar más, sus besos me derriten mientras viajan de mi cuello a mi oreja para después acabar en mis labios.

La ropa empieza a sobrar y, como la primera vez que estuvimos así, no puedo parar...

Su aliento que destila alcohol me llama, su voz grave me atrae y su cuerpo me calienta como nunca.

Dios, esta vez sí voy a gozar como una perra.