28.

2.5K 254 71
                                    

- Perdón - susurro cuando estamos en el salón.

- Perdóname tú, preciosa. He sido un gilipollas

- Teníamos que hablarlo, no hacía falta que nos gritáramos como unos adolescentes

Él suspira.

- Tienes razón pero, de todos modos tú no hiciste nada malo, fue mi culpa por no confiar en ti y luego te dije esas cosas... yo...

Niego con la cabeza

- Yo he sido la que se ha pasado dos semanas sin hablarte, lo siento. - Le miré a los ojos- hablé con tus compañeros de baloncesto, me dijeron que estabas en otro lado en los entrenamientos.

Él suspira sonoramente. Me mira con dulzura y acerca su cara a la mía

-Eso ya ha pasado, no te preocupes - susurra.

- Pero...

- No tengo que perdonarte nada, tu reacción fue normal, yo también me habría ido... a quien tienes que perdonar es a mí, desde que me mudé no he visto a mi hermano, y él... era tan mujeriego como yo...- Me brinda su mano pero me niego a separarme de él, quiero seguir abrazándolo , por lo que me alza con sus manos mientras me aferro a su cuello- Estuvimos hablando y, al parecer a encontrado una mujer guapísima y muy inteligente que le ha hecho darse cuenta de que lo mejor son las relaciones serias.

- Sabía que íbamos a pelear por celos, pero siempre pensé que sería yo la celosa

- Yo soy muy celoso, - sonríe- no me gusta que toquen lo que es mío...- me mira- Preciosa, es una frase romántica de película de manual, no me vengas con que es machista porque la frase es la que es.

- ¿Todo lo que me dices lo sacas de las películas? - le pregunto arqueando una ceja

- No, no todo. Cuando te digo que estás más buena que el pan es lo que pienso

Nos reímos mientras seguimos abrazados.

- Te quiero, - me susurra al oído dejando que su aliento toca mi piel, la erice y me haga estremecer entre sus brazos- ¿me perdonas?

- Si, te quiero, Inuyasha

Se sienta en el sofá conmigo encima y sonríe.

- ¿Somos pareja? - pregunta

- Somos pareja - afirmo

Sus manos acarician las mías que están sobre su pecho, sus dedos suben por mis brazos hasta mis hombros, descienden por mi espalda hasta llegar a mis caderas, nuestras miradas se cruzan y él se relame los labios antes de acercar su boca a la mía.

Mis malditos nervios por fin desparecen cuando él muerde mi labio inferior para acercarme y besar mi boca lentamente, sus labios son suaves, el movimiento es lento.

- He echado de menos esto...-susurra mientras entrelaza sus manos con las mías.

- Yo también...

- Me dolía verte y no poder acercarme...- dijo entre besos.

- Te quiero - jadeo mientras hago que sus brazos rodeen mi cintura y pongo las manos sobre sus hombros para después besarle yo.

- Nunca dudaré Kagome - me dice- yo siempre te querré

Nos miramos en silencio, procesando esa información, no puedo evitar sonreír e Inuyasha también lo hace conmigo, venir a su casa ha sido la mejor decisión de la noche.

- Inuyasha, hagámoslo

Una risa ronca y grave se le escapa para después mirarme.

- Eso estaba claro, pero no vamos a hacerlo... así porque sí...- me mira fijamente a los ojos- quiero hacer el amor contigo.

Mis manos acarician su pecho mientras sonrío.

- ¿No ha sido lo que hemos estado haciendo siempre? - le digo sonriendo de lado para luego besarle.

Quiero besarle una y otra vez. Quiero sentir sus manos sobre mi, quiero abrazarle y que mi corazón lata tan deprisa que piense que se va a escapar de mi pecho.  ¿Por qué he tardado tanto en darme cuenta de que lo necesito a mi lado? Me siento idiota, él ya se había dado cuenta, él ya entendía lo que sentíamos antes de que yo tuviera la remota idea de que estuviera enamorada de él.

Sus manos enmarcan mi cara y vuelve a besarme, mis manos corren al final de su camiseta para quitársela. Le quiero. Le quiero mucho.

Beso su cuello, muerdo suavemente y paseo mi lengua por él hasta la clavícula, sigo descendiendo a su pecho, lo beso, lo acaricio con las yemas de los dedos y con mi lengua. Dibujo un camino húmedo por sus abdominales hasta llegar a sus pantalones.

Le bajo los pantalones deportivos y mis manos tantean la tela de su bóxer. Le oigo jadear y dejo que mis manos lo toquen con la tela de por medio, como él ya había hecho conmigo.

Se me acaba de ocurrir una idea...

¡No quiero nada contigo! (InuKag)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora