¡No quiero nada contigo! (InuKag)

25.

Todavía quedaban vacaciones, y, aunque todos ese días los pasé metida en casa con Zape intenté o pensar mucho en Inuyasha, me ayudó bastante estudiar. Me pasé el resto de la semana de vacaciones estudiando el temario que habíamos dado de muchas asignaturas aunque no tuviera la fecha del examen fijada. Estuvo bien porque, cuando empezaron a decir las fechas de lo exámenes ya había estudiado de antemano.

Pero, no todo fue tan bien al volver a clases...

Olvidar a Inuyasha es imposible.

Y se hace aún más costoso cuando lo ves en los pasillos de la facultad todos los días y estáis juntos en Biología...

Intento no hablarle, simplemente me escabullo en cuanto lo veo porque me duele mirarle y no poder besarle y odio pensar que ha vuelto a las andadas y está con una chica distinta cada noche... Los rumores de la universidad corren y eso es lo que han estado contando.

Inuyasha y su hermano han intentado llamarme por lo menos 5 veces al día cada uno desde que me fui de la casa de los Taisho.  No he pensado en bloquearlos, a ninguno de los dos, y menos a Inuyasha. Yo quiero que siga estando cerca de mí, aunque no seamos nada.

Respiro hondo mientras salgo de la biblioteca, he cogido prestados dos libros enormes que necesito para un trabajo, estoy más concentrada en que no se caigan que hacia donde voy.

- Kagome...- su voz me eriza la piel, tengo ganas de abrazarle pero, no puedo, ya no somos nada...

Me doy la vuelta y quedamos frente a frente aunque mi mirada esté sobre mis pies, que ahora mismo parecen ser la cosa más interesante del mundo y mi perfecta distracción de su mirada, que está fija en mí.

- Hola...- susurro apretando los libros contra mi pecho.

Esta es la tercera vez que me para en la universidad, la segunda de hoy  y, cada vez que lo hace me entran ganas de llorar. Me siento como una adolescente o como una embrazada súper sensible.

- ¿Estás bien, preciosa? ¿Quieres contarme algo? - su voz es suave y, aunque no estemos lo suficientemente cerca noto su calidez, que me llama a acercarme a su cuerpo y abrazarle.

No puedo decirle que estoy deseando que me abrace. Él ya no siente nada por mi, parpadeó un poco para no llorar mientras sigo manteniendo mi mirada baja.

- No pasa nada- susurro

- He pensado que hoy podríamos hablar de lo que pasó...

¿Qué me vas a decir, Inuyasha? ¿Que ya no me quieres, que encontraste a otra? No quiero oírlo, no quiero escucharte no quiero llorar otra vez...

- No puedo he quedado con una amiga - digo y me alejo a buscar a la nombrada

Mi amiga, mi mejor amiga, mi compañera de la clase de Biología.

En cuanto la encuentro me lanzo a sus brazos y la abrazo con todas mis fuerzas

- ¿Otra vez? - pregunta y yo asiento- Es ya la segunda de hoy, creo que ese tío se preocupa mucho por ti

- Me dejó claro que no estaba seguro de quererme y que prefería no haberme conocido.

- ¿Has pensado que puede que sea masoquista y le guste que le hagas el vacío?

- No, lo que pasa es que es un celoso que sigue viendo a las mujeres como objeto. Pensé que cambiaría, amiga, te juro que lo pensé pero, la gente no cambia, y menos por amor...

Ella se encoge de hombros.

- Yo no estaría tan segura.

- Yo sí - le digo- Se acabaron mis relaciones amorosas por un tiempo. No puedo vivir así.

- Es eso tienes razón, ¿qué tal si salimos está noche? Hay una fiesta en una fraternidad y, allí está ese chico moreno de ojos azules que tanto me gusta 

Me río por la voz que pone y asiento.

- Supongo que te acompañaré, si no te tiras a sus brazos como un koala

- Ja-Ja, muy gracioso, yo no me tiro a sus brazos yo solo babeo al ver sus bíceps

Ahora las dos soltamos una carcajada antes de que toque el timbre y cada una se vaya a su clase.

Suspiro y suelto el aire por la boca, necesito pasar página, Inuyasha ya lo ha hecho, por eso quiere hablar conmigo, porque ya tiene a otra..

Decido no pensar en eso mientras sigo caminando por los pasillos, Inuyasha ahora tiene entrenamiento, así que no me parará y querrá hablar conmigo como hace un momento.

- ¡Kagome!