¡No quiero nada contigo! (InuKag)

21.

- pues estaría bien que fuéramos novios...- susurro

Ya estamos en el piso de arriba, la televisión está con un volumen muy alto mientras los padres de Inuyasha se ríen a carcajadas, parece que están viendo algún programa cómico. 

El hermano de Inuyasha no da señales de vida, parece que no está en su habitación. No se escucha ningún ruido, solo el de las risas de sus padres, estamos solos, solos mientras Inuyasha me carga con sus brazos, mientras se queda parado al lado de la barandilla de la escalera, mientras nos miramos a los ojos fijamente y sin parpadear.

Seguimos mirándonos sin hablar, mis palabras se quedan en el aire mientras él parece procesarlas y yo estoy a punto de sonrojarme por haberlas dicho.

- ¿Estás segura? - pregunta y sé a lo que se refiere.

Hemos estado juntos desde hace meses, sin separarnos pero, a la vez, sin tener nada serio, sin tener una relación, algo que Inuyasha ya estaba pidiendo aunque decidió no presionarme.

Y ahora, después de haberle gritado millones de veces que no quiero nada con él, estoy pidiendo tener algo con él. 

Me está mirando tan fijamente que siento un nudo en la garganta aunque estoy segura de lo que voy a decir.

- Si...- consigo decir mientras veo como reacciona.

Sus ojos se abren aún más, suspira como si hubiera estado conteniendo la respiración y me mira dulcemente mientras acerca sus labios a los míos para besarme como nunca antes lo había hecho.

Abre la puerta de la habitación, la cierra con pestillo y se tira a la cama conmigo para empezarse a desnudarse, no me deja quitarme la ropa, lo hace él, despacio, con calma, besando cada trozo de piel que queda expuesta ante sus ojos dorados. 

Me arrima al borde de la cama mientras él se arrodilla en el suelo y me quita la camisa para volver a tumbarme en la cama y besarme los labios castamente, para después bajar de mi cuello a mi pecho y después a mi abdomen. Me quita el sujetador y deja que su aliento choque con mi piel mientras sus manos los masajean con suavidad mientras me arqueo y suelto pequeños jadeos. 

Lamió uno de ellos y poco a poco se metió un pezón en la boca mientras intentaba no gemir muy alto, mis manos se acercaron a su cabeza, para acercarle más a mi pero Inuyasha agarró mis muñecas para que no le tocara y solo disfrutara.

Siguió jugando con su lengua, paseando por mi cuello, mis escote, mis pecho y después bajar a mi abdomen en un recorrido de besos húmedos que conseguían acelerar mi corazón.

Por fin acercó su mano a mis shorts y los deslizó hacia abajo, poniendo mis piernas sobre sus hombros. Empieza a besar mis muslos y a morderlos levemente para después acariciarlos con la manos. Hace un recorrido placentero y tortuoso hasta mis bragas.

Ahogo un gemido cuando noto sus dedos rozaron el principio de la tela, pensé que la quitaría pero no lo hizo. Sus dedos se quedaron ahí, sobre mi vientre haciendo pequeños círculos. Su cara queda a escasos milímetros de mi intimidad cuando noto que la besa sobre mis bragas haciendo gemir y estremecerme, me arqueo levemente y aprieto mis piernas juntándolas sin querer. Inuyasha se queda en medio, aún con sus labios haciendo presión sobre la tela mientras sus ojos me miraban fijamente. 

Despacio y con sumo cuidado fue abriendo mis piernas otra vez. Me quitó la última tela que me cubría y me miró sonriendo.

- Te quiero, Kagome - me dijo antes de enterrar su cara en mi intimidad haciendo que su lague se adentrara en aquella cavidad.

Me agarré a las sábanas tan fuerte que mis nudillos se pusieron blancos, empecé a gemir mientras movía las caderas y echaba la cabeza hacia atrás susurrando su nombre, dejando bien claro quién me estaba haciendo sentir así. Lo hace muy lentamente, tan lentamente que agarro su melena con mis manos que para que se mueva más rápido, para que lama con más fuerza, para que me haga llegar al clímax. 

Inuyasha vuelve a agarrar mis manos mientras se dedica a su lenta tarea de hacerme perder la cordura y desear que esté sobre mi mientras lo hacemos una, y otra y otra vez.

- Inuyasha por favor...- suplico

Lo necesito, necesito que me haga el amor...

Él se levanta y deja a su mano jugar conmigo mientras coge un condón y me lo da para que lo abra. Lo hago y se lo paso mientras veo como se lo pone y se acerca a mi.

- Dime que me quieres...- susurra

Me mira impaciente y sé que no está así porque vayamos a hacerlo ahora mismo, está impaciente por mi respuesta, y quiere que le diga que yo...

- Yo te quiero...- le digo mirándolo  a los ojos.

Inuyasha se acerca a mí y entra lentamente mientras se coloca sobre mi y se acerca a mis labios para besarme.

Empieza a moverse rápido y mis gemidos se ven acallados por su boca mientras mis piernas se enredan en su cintura y mis dedos se entrelazan en su pelo.

- Dilo otra vez, preciosa, - susurra en mi oído haciendo que su aliento me erice la piel- díselo a papi...

- Te quiero