¡No quiero nada contigo! (InuKag)

7.

Y ahí estábamos, él con sus manos apoyadas en la pared, dejándome encerrada entre sus brazos, con su cara cerca de la mía mientras su mirada me detalla.

Remontemos a, haces unas semanas, cuando mi novio me pidió un tiempo, yo salí de fiesta y, por suerte o por desgracia... más desgracia que suerte, a mi parecer... me acosté con el Don Juan de mi universidad, Inuyasha Taisho. Desde ese día este chico quiere volver a acostarse conmigo, cosa a la que yo me niego, por lo que me persigue por los pasillos para hablar conmigo a solas, o se autoinvita a mi casa.

- venga, lo deseas tanto o más que yo, preciosa, quieres a papi entre tus piernas... solo tienes que decirlo.

¿Se entiende a lo que me refiero? Sí, si se entiende.

Suspiro, cruzo mis brazos sobre mi pecho

- ¿cuántas veces tengo que decirte que no?

- tantas cuantas sean necesarias para que me empieces a decir..."¡Sí...sí...sí!" 

Me sonrojo un poco y aparto su cara con mi mano, él solo se acerca más y más y baja su cabeza a mi altura.

- no ha tenido gracias que imitaras gemidos...

- sé que me deseas...

- ¡no quiero estar contigo!

- no te mientas a ti misma- dice sonriendo-  solo haces que te deseé aún más...

Suelta una ronca carcajada y se va como vino, sin ser llamado.

Suspiro y empiezo a caminar hacia mi otra clase, cuando acaba decido pasar por el entrenamiento de baloncesto, mi novio está por ahí... Inuyasha también, pero rezo para encontrarme solo con mi novio.

La semana de "darse un tiempo" había acabado y ahora volvíamos a estar como antes.

Como antes de que él se acostara con algunas y como ante de que yo me acostara con Inuyasha.

- ¡Hola! - exclamé feliz cuando vi que nuestras miradas se cruzaron

Él se acercó a mí, me levantó y me dio un beso. Se quedó abrazándome mientras me decía que lo había pasado algo mal esa semana sin mí

- los dos sabemos lo que has hecho...- le recriminé

- ya, perdona por eso, cielo. Eres perfecta, no me puedo fijar en nadie más si te tengo a tí conmigo...

Sonrío como una tonta enamorada.

- quería contarte algo...

- ¿a sí?- pregunta mientras pasa un brazo por mi cintura, camina a mi lado y acerca su nariz a mi cuello haciéndome cosquillas.

- no hagas eso...- digo y sonrío 

- perdona un momento, cielo-  dice cuando le suena el móvil.

Me apoyo en la pared del pabellón de deportes mientras él mira su móvil.

- ¿Pasa algo? - pregunto cuando veo como su cara cambia a una de tristeza.

- claro que pasa, ¿por qué me pusiste los cuernos? - me grita

- no sé de qué me estás hablando, ¿qué te pasa?

- ¿que qué me pasa, que qué me pasa? - me pregunta en la cara- ¡te has acostado con Inuyasha Taisho, mi peor enemigo! ¡Ese tío es un Don Juan! ¿qué has visto en él que no veas en mí?

-  escúchame, tú me dijiste que nos diéramos un tiempo, yo me emborraché en una fieste y acabé con él. Pero técnicamente no son cuernos...

- ¿no son cuernos? Claro que lo son ¡me has engañado!

- ¿y tú qué? ¡Te has acostado con todo lo que se menea durante esta semana! ¡Y lo mío son cuernos!

- me has perdonado

- ¡nunca dije eso! ¡Me has puesto los cuernos con media universidad! ¿Y tú te enfadas por acostarme con 1 hombre cuando tu te has acostado con más de 20 zorras?

- oye sin faltar, lo dejamos.

- ¡claro que lo dejamos! ¡Idiota! - grito y corro al edificio principal

- ¿Kagome, estás bien?

Miro a mis amigas y corro hacia ellas

- Mi novio y yo hemos cortado... es que-

- espera, ¿me estas diciendo que tu novio ahora está soltero?

Asiento con la cabeza.

- ¡vamos chicas! - grita llamando a las demás- ¡tenemos que consolarlo!

Las veo correr al pabellón de deporte mientras yo me quedo en un rincón, intentando no llorar.

- ¿Kagome? Dios mío, ¿estás bien...?

Levanto mi cara, es mi compañera de la clase de Biología

- no, mi novio me ha dejado, y mis amigas han corrido a por él

Ella me abraza

- no pasa nada, relájate... ¿quieres que llame a Inuyasha?-  me pregunta

- no le necesito para nada...

Consigo calmarme, me levanto doy las gracias y corro a por mi coche, voy a casa de Taisho.