Capitulo #16

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Flash Back.

Pov. Escritora.

    El recibir la noticia que Natsume había aparecido y que estaba en mal estado, hizó que Hana y Chie no dudarán ni un segundo en subirse al auto e ir donde él. Hana manejaba a gran velocidad, mientras que Chie descansaba de tantas noches sin dormir. Decidieron pasar primero por la casa de Hana a asearse un poco, al llegar se dieron cuenta que la casa estaba sola, imaginaron que Shizuka estaba en el hospital junto a Natsume. Cada quien se arreglo lo más rápido posible y así ir con Natsume y saber su condición. Al salir de la casa se dieron cuenta que había una camioneta negra estacionada al otro lado de la calle, no les importó, era más importante saber del estado de Natsume que estar preocupandose por cosas que podían no ser ciertas. Al acercarse al auto de Hana, escucharon un silbido, la pimera en voltear fue Hana y no vío nada, se quedo distraída buscando de donde provenía, se dió por vencida y voltió a ver a Chie, al hacerlo se dió cuenta que un hombre encapuchado la estaba cargando, al tratar de gritar otro le colocó en la boca un paño con cloroformo, Hana trato de luchar pero un tercer hombre le amarro las manos en la espalda con unas esposas. Poco a poco cayó en el efecto del cloroformo y perdió la consciencia, ambas fueron llevadas a la camioneta negra, la cual arrancó con gran rapidez con dirección a las afueras de la ciudad. Después de unas horas de inconsciencia, Hana finalmente despertó, trató de visualizar el lugar pero era inútil, estaba totalmente a oscuras, poco a poco sus ojos se acostumbraron, a su lado pudo visualizar a Chie aún inconsciente, intento llamarle pero tenía la boca cubierta, comenzó a explorar el área con la mirada y solo pudo ver que estaban en un sitio un poco grande y que no habían muchas cosas ahí, tal vez era un almacén abandonado o un sótano. Hana con desesperación trató de zafarse con un movimiento ágil y rápido, aún así su intento fue en vano. Arrastrandosé por el frío piso llegó al lado de su hermana y trató de despertarla, dandolé unas leves patadas y por primera vez desde el atentado, algo salió bien, Chie despertó asustada y alterada, Hana como pudo, la calmo haciendolé caer en cuenta de lo que sucedía y que tenían que salir de esa. De pronto se escuchó que se abría una puerta, los pasos de aquellos que habían entrado resonaban en aquel lugar, cada vez se escuchan más y más cerca, ambas se sentían intímidadas por aquel sonido. De un momento a otro las luces se encendieron, dejando ver a a cinco personas con las caras tapadas, cuatro de ellas vestían simples prendas negras y uno vestía un traje negro. La confusión invadía las mentes de aquellas mujeres, al igual que el miedo a sus cuerpos.

-S.T(Secuestrador del traje): Hicieron un buen trabajo.
-S#1(Secuestrador#X): Gracias señor.
-S#2: Ahora que lo hemos hecho.... ¿qué vamos a hacer?
-S.T: Por lo momentos *Se cruza de brazos* Esperemos hasta mañana para avisar de su rapto, quiero que las cuiden bien, si algo les pasa a ellas......se las verán conmigo *Dice en un tono firme*
-Todos los S: ¡S..Sí, señor!
-S.T: Bien...nos veremos mañana, no olviden darles de comer y de beber.
-S#4: Yo me encargo, señor.
-S.T: Entonces...me voy, se las encargo *Se va*
-S#3: Ya escucharon al jefe, no les haremos nada, así que no tengan miedo de nosotros *Dice mirando a Hana*
-Hana y Chie: *Asienten lentamente*

     Las horas parecían eternas para Hana y Chie, no era nada agradable estar con los brazos atados en la espalda y la boca tapada con un pedazo de cinta adhesiva. Los secuestradores se iban turnando en su cuidado, uno de ellos era muy amable, tanto que parecía no ser una mala persona pero eso no garantizaba nada, después de todo podría estar cumpliendo las órdenes de aquel hombre del traje. Ahora con las luces encendidas se podía visualizar más el lugar, tenía un aspecto de ser un museo abandonado, habían pinturas rasgadas y descoloridas, el aire era fúnebre, la pintura de las paredes eran de un color opaco, si los secuestradores no daban miedo....aquel lugar se encargaba de inducirlo. El sitio era totalmente cerrado, no se podía divisar si era de día o de noche, eso desesperaba mucho más a aquellas mujeres y ni modo de preguntarle a un secuestrador, pues con la boca tapada no se puede hacer nada. En está situción solo podían pensar en Shizuka y Natsume, ¿qué pasaría si ellas nunca los verían de nuevo? Esa idea era mucho más terrorífica que el mismisimo lugar. El tiempo seguía transcurriendo y el cansancio se hacia notar en sus rostros, Chie se había quedado dormida en el regazo de Hana, en cambio su hermana menor continuaba despierta, pendiente de cualquier movida de aquellos hombres encapuchados. Después de una "eternidad" finalmente volvió a aparecer el hombre del traje.

La Vida de Shizuka.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora