Ya pasaron casi dos semanas de la última vez que vi a Fabricio, y no he sabido nada de él. Santiago ya viajo para Europa y muy pronto comenzara la temporada en la fórmula 3.
La relación con mis padres sigue igual, básicamente siguen olvidándose de que tienen una hija adolescente que criar. Estos días lo único que hice, fue mirar televisión y bajarme toda la heladera, de seguro estaré pesando como 3kg mas, pero bueno no es algo a lo que le doy mucha importancia.
Me encontraba en mi cuarto, escuchando un poco de música con los auriculares, hasta que Rosa entro sin golpear la puerta.
-disculpe señorita
-¿Por qué no golpeaste? – pregunte un poco furiosa
- lo hice, pero no me escuchaba- respondió un poco nerviosa
-está bien, no pasa nada, ¿qué paso ahora?- dije tratando de que hablara rápido y poder continuar con lo que estaba haciendo
-Su padre, le dejo unas bolsas con juguetes que compro, para que lleve a donar al hospital. Se encuentran en el living.
-Gracias, dile al chofer que en unos minutos bajo para que me lleve.
Rápidamente me cambie de ropa, pero no dejaba de pensar en que tenía que ir al hospital donde podría encontrar a Fabricio nuevamente.
10 minutos fue lo que demore en cambiarme y arreglarme. Baje una vez pronta, tome las bolsas y subí al auto.
Cuando llegue, le dije al chofer que se retirara, que de regreso a casa me tomaría un taxi.
Entre al hospital, con la mirada hacia todos lados, pero en ningún momento lo encontré.
Entregue las donaciones y cuando estaba a punto de irme, vi a Fabricio en una sala en quimioterapia.
Me senté en una silla que se encontraba en el pasillo, a esperar a que salga, solo no quería molestarlo.
Después de un largo rato esperando, lo vi salir de la sala, con una bolsa, donde estaba vomitando, ni siquiera llego a verme que fue hasta el baño rápidamente.
Lo seguí, hasta que el logro verme.
-Hola princesa- me dijo con una sonrisa cuando salió del baño y me vio
- Hola pesadilla
Se acerco lentamente y me abrazo.
- Pensé que habías desaparecido- le dije
- Creí que querías que me alejara-respondió mientras se sentaba en uno de los asientos del pasillo
-Sinceramente no sé qué es lo que quiero- Me senté a su lado y el tomo mi mano. Tenía ojitos cansados.
-Me haces bien, me distraes de todo. Quiero pasar tiempo contigo, que me acompañes, pero no quiero obligarte hacerlo- dijo con los ojos llorosos
-Te quiero acompañar, no sé si esto está bien, pero no me importa- le di un beso en la mejilla
Fabricio se levanto de la silla y volvió hacia al baño. Me quede parada en la puerta, mientras veía como vomitaba. Me acerque, lo ayude a lavarse la cara y en un instante el comenzó a llorar, mientras me abrazaba.
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Mi Mundo Al Revés
Genç KurguEsta es la historia de Camila Torres una chica de 15 años, con un padre importantísimo en el mundo empresarial. Una chica millonaria y de una familia reconocida, pero lo que verdaderamente le falta es el amor de sus padres, ya que no le prestan ate...