[ 17 ] ~ Incidente

476 52 2
                                    


Está comenzando a atardecer.

Habló sin quitar sus ojos del ahora anaranjado cielo. Aparentemente había estado muchas horas allí y no lo había notado. Seguí su mirada y pude apreciar un hermoso paisaje, donde las paredes de los edificios del instituto se tornaban oscuros, permitiendo que el cielo resplandeciente se lleve el papel principal. 

Me levante quedando sentada para apreciar mejor la vista y el me segundo.

Es tan bello.

Susurré para mi misma pero el pudo oírme ya que me dedicó una dulce mirada. Trate de ignorarlo ya que si lo miraba en ese momento lo más probable era que quede hipnotizada tras sus ojos.

Y yo no sé para qué hablo con mi conciencia ¡si termina haciendo lo que le place! Su rostro decorado con el reflejo del ocaso lo hacía tan perfecto. Rayos ¡deja de mirarlo! Sentí cierta emoción brincar dentro de mí y pude notar cómo por primera vez mi alma no gritaba, solo contemplaba en silencio, y podía sentir lo mismo por su parte.

Para mi sorpresa, extendió sus brazos para darme el lugar a acurrucarme en su pecho. Le dediqué una última mirada tímida antes de acceder a su petición, pero sin mas vueltas me acerqué a él y obedecí. Me abrazo con un poco más de intensidad y apoyó su mentón en mi cabeza. Podía sentir su acelerado corazón latir en mi oído.

Apreciar aquel paisaje así con alguien como él, es algo especial y perfecto para mi.

« ¿Qué es lo que te confunde? »


Nos quedamos en aquella posición hasta que la noche cayó. No quería despegarme de él, pero si no aparecemos por el gimnasio o la cafetería lo más probable es que los chicos se preocupen, aunque lo más probable es que empiecen a pensar cosas indebidas.

Ambos deducimos que seguirán con las prácticas libres, por ende fuimos hasta el primer gimnasio. Y allí estaban, llevando a la práctica mis tácticas. Mi corazón brincó de emoción al verlos tan dedicados. Casi que grito y me largo a llorar pero no quería distraerlos y quería mantener la postura. Recién cuando decidieron tomar un descanso me acerqué a ellos junto con Nishinoya. Algunos dedicaron miradas sorprendidas, otros con algo de picardía.

¿Donde han estado?

Cuestionó Hinata algo molesto y emocionado a la vez. Este chico tiene problemas de ansiedad ¿Cierto?

Lo siento, yo no me sentía bien y me fui a descansar. ¿Como les fue en los partidos de hoy?

Si, soy un "ace" a la hora de desviar un tema.

Ganamos uno de diez.

Respondió Yamaguchi más feliz que triste.

¡Genial! Lamento no haber estado para los nueve castigos con ustedes.

No te preocupes,ー replicó el capitán cuervoー Ganamos contra Ubugawa, gracias a tus tácticas de defensa que nos sirvió muchísimo.

¡Gracias!

Gritaron todos al unísono haciendo una leve reverencia. Me detestaba por no haber estado ahí para ver cómo hacían y ejecutaban lo que había estado ideando toda la noche.

Si Nishinoya no hubiera desaparecido para el último partido seguramente lo ganábamos también.

Se acomodó las gafas Tsukishima y mi mirada asesina se dedicó al libero quien inmediatamente se puso nervioso.

¿Dejaste a los chicos solos en un partido?

Podía jugar que el aura negra que irradiaba mi ser era peor que la de Tanaka y Keiji juntos. O sea terrorífica.

N-no, bueno sí, ¡Lo siento!

Voy a matarlo ahí mismo.

ー  Yo que tú empiezo a correr.

Le aconsejó Tanaka y obedeció con mucho placer.

¡No te escaparas! ー salí detrás de él ー ¡Te daré la paliza de tu vida!

¡No puedes alcanzarme!

Carcajeó y la vena de mi frente resaltó. Iba a hacer que se arrepienta por haberme desafiado así.

En la persecución pasamos por al lado de Keiji, Kuroo y Bokuto que aparentemente salían de entrenar en otro gimnasio. Nos llevamos sus miradas algo preocupados pero pude oír la risa de Tetsuro acompañado de un "Ese par..."

Cuando estuve a escasos centímetros de su espalda salté atrapándolo, pero para nuestra mala suerte no había notado que habíamos subido a una de las pequeñas colinas que rodeaban la escuela. Mi peso hizo que ambos cayéramos al suelo y rodaremos con velocidad hasta la base. De alguna forma quede aferrada a su cintura asustada y él abrazándome por la nuca ocultando mi rostro en su cuello. Quedamos en tal posición ni bien la pendiente finalizó.

Creí haber muerto en ese instante. Abrí mis ojos hacia la cima por sobre su hombro y aparentemente no fue una gran caída, pero el miedo que tuve hizo que fuese eterna.

Levante la mirada hacia Noya que aún me tenía presionada a él y sus ojos no encendían.



Paaabre mi Noya :(  y Ellie no da mas de bruta jajaja

Volver A Empezar | Haikyū! (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora