[ 19 ] ~ Conexiones

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ー  ¿Estas bien?

Me cuestiono al ver que no había tocado mi comida y mi mente estaba en Júpiter.

Lo mire apoyar su bandeja frente a mi y me sorprendí al notar un raspón en su frente. Ambos nos ligamos un recuerdo de esa caída.

 Si, es que estaba esperándote para comer juntos.

Sonreí no muy convencida. La verdad es que me sentía terrible por la situación de recién.

 No debiste, le prometimos a la cocinera terminar rápido.

Asentí y comenzamos a comer. Mi apetito había desaparecido por completo pero no iba a desperdiciar el favor que nos hizo la cocinera.

(...)

ー  Que descanses.

Me saludó desde el otro lado de la puerta y yo entre a mi futon. Todas las chicas ya estaban en el décimo octavo sueño y yo no podía pegar un ojo. La realidad es que mis brazos dolían y los raspones comenzaron a arder. ¿Acaso el dolor no podía esperar hasta mañana?

Ya irritada miré el reloj de mi celular que marcaba las dos de la madrugada. Me quedé observando el contacto de Keiji como si lo estuviera llamando mentalmente, y para mi sorpresa un mensaje de texto de su parte apareció en la pantalla. Ese tipo de conexiones daban escalofríos.

« Sal al pasillo, por favor. »

Con mucho dolor me levanté y me asomé por la puerta. Él estaba sentado en el suelo apoyado contra la pared a unos metros con su short pijama azul y una remera blanca. Parece que se fue a dormir sin conseguirlo y aquí está. Cerré la puerta con cuidado y me senté lentamente a su lado tratando de disimular el dolor. Era patética para simular.

 ¿Como estas?

Me preguntó y un nudo se me hizo en la garganta.

 ¿En qué sentido lo preguntas?

 En todos.

Negué con mi cabeza. Su respuesta directa y seca fue suficiente para erizar mi piel.

 Lo siento. Yo... Yo no debí contestarte así en la cafetería. Estabas preocupado por mi y yo... Yo te rechacé como siempre lo hice.

No sé cómo había llegado a esa conclusión, pero era una realidad. Rechazaba a toda persona que se preocupaba por mi, y es algo injusto de mi parte.

Al instante pude sentir como sus brazos me rodeaban y una mueca de dolor no pudo evitar salir. Chasque mi lengua molesta conmigo misma. Fue suficiente con mirarnos para saber que seguía ahora.

Nos pusimos de pie y se puso de cuclillas dándome la espalda.

 No es necesario.

Me avergoncé pero alcanzó con que me mirara por el rabillo de su ojo para indicarme que no tenía otra opción. Di un pequeño salto y rodeando mis brazos y piernas a su cuerpo quede aferrada a su espalda. Se irguió y comenzó a caminar hacia la enfermería.

Mi hermano es el ser más bondadoso de la tierra. El podía tener sus momentos, pero el amor que nos tenemos es tan único e invaluable. Siempre me odie y me voy a odiar por las veces que lo rechacé y me alejé. Quedaban dos días más hasta que tenga que volver a Miyagi, y vaya uno a saber cuando volvería a verlo. Me dolía en el alma pensar en eso.

«  ¿Por qué soy tan egoísta?  » 

Llegamos a la enfermería y una chica estaba de guardia. Keiji me dejó sobre la camilla y le explico sobre mis brazos. Ella me observó y trajo una gasas con medicinas para limpiarme los raspones. Esto me iba a hacer llorar.

ー  ¿Cómo te hiciste esto?

Me preguntó la enfermera. Supongo para distraerme y así no empiece a gritar por el ardor que me estaba causando.

ー  Caí por una de las colinas de afuera.

Ambos se quedaron boquiabiertos y yo gemí de dolor. Mire a mi hermano y le aclaré...

ー   Gracias a Yuu esto no fue peor ya que el me protegió como pudo cuando cayó conmigo.

Pude sentir como su cuerpo tensionado se alivió mirando el suelo con pena. Como si se hubiera dado cuenta de algo. No iba a cuestionarlo ahora. Ya que estaba a punto de patear a la enfermera con tal de que deje de hacerme sufrir tanto.   

Volver A Empezar | Haikyū! (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora