[ 26 ] ~ Caer

379 49 1
                                    



Cuando quise notarlo ya no estaba corriendo desesperado por los pasillos del instituto, si no por los largos y blancos pasillos del Hospital central. Odiaba este tipo de lugares. Séptimo piso, ala izquierda. Llegue a las indicaciones que me había dado Keiji y pude verla. Sentada en el piso con su espalda apoyada contra la pared abrazando sus rodillas. Me acerque tranquilamente y me arrodille frente a ella. Solo podía ver sus ojos apagados mirando la nada misma. No sabía si ella se había percatado de mi presencia, pero no me miraba. Estaba frente a ella y no me miraba.

ー  Ellie...

La llame en un leve susurró y ahí fue cuando clavó sus ojos en los míos. Se veían más oscuros de lo normal. Lograba ponerme nervioso y no decía ni una sola palabra. Parecía estar en una especie de trance.

.

«   FLASHBACK   »

.

ー   ¿¡Donde esta Ellie!?

Su cara de sorpresa cambio a una de pena y eso fue un baldazo de agua fría para mi. Tomo mis manos soltándose de mi agarre y se enderezó dando un suspiro.

ー  Sabía que esto iba a pasar.

ー   ¿De qué hablas?

Trate de calmarme, pero realmente estaba desesperado y confuso.

ー  Nuestra madre tuvo una recaída hace unos días por la medianoche. Ellie en la desesperación se hizo cargo de todo sola. Ni siquiera nos avisó a nosotros de lo que había pasado y lleva días en el hospital sin comer, sin hablar con nadie. Mi madre está en terapia intensiva y ella no quiere alejarse. Siente un cargo de culpa que no merece.

Quede shockeado ante sus palabras. Ella volvió a hacerlo, estaba sufriendo sola. Se alejó de todos y se cargó con todo el peso de la situación.

El señor que había visto primero, es el padre de Ellie. Este se acercó a mí y apoyando su mano sobre mi hombro habló.

ー   Ella te necesita.

.

«   FINAL FLASHBACK  » 

.

Me senté a su lado y rodeé uno de mis brazos por su espalda, quería que sintiera que yo estaba ahí, que estaba con ella. No se movió ni emitió sonido alguno. Era una tortura verla así y no saber qué hacer al respecto. Me quede a su lado por unas horas. Le traje comida que ni tocó, le hablé de cosas graciosas que pasaron en los entrenamientos y no pude siquiera lograr que me mirase. Hasta que tome la decisión de que no podía dejarla seguir así.

Volví a ponerme frente a ella y tomé sus brazos que reposan sobre sus rodillas, tratando de liberar su rostro por completo.

ー   Vamos a casa.

Me dedico una mirada cansada y negada. Mi insistente sonrisa hizo que aflojara su postura y accedió tomando mis manos. Me sentí aliviado ante eso. Ni bien conseguí ponerla de pie, se acercó a la puerta blanca que estaba a su lado. La abrió lentamente y observó adentro a su madre dormida. Luego de unos segundos volvió a mi cabizbaja. Entrelace nuestras manos para darle seguridad y salimos caminando de allí.


Llegamos a la puerta y me extendió las llaves. Cosa que me sorprendió pero no quise cuestionar. Abrí e ingresamos. Como me imagine se encaminó a las escaleras directo a su habitación. La frené del brazo y con mi dedo levantado en forma de advertencia le hablé.

ー    Ve a darte un baño, te hará sentir mejor. Y cuando regreses te estaré esperando con una comida especialmente hecha por mi.

Sonreí ampliamente y ella me miró sorprendida, para luego presionar mi brazo y apegarme a su cuerpo.

  No me dejes sola... ni un segundo.

Susurro al fin con un hilo de voz erizando toda mi piel.


.

Volver A Empezar | Haikyū! (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora