[ 9 ] ~ Respuestas

560 64 2
                                    


¿Como has estado en Tokio?

¿eh?

Me descolocó. Realmente estaba esperando otro tipo de preguntas. Su mirada seria me dio a entender que realmente le importaba mi respuesta.

ー  Bueno, ingresé a la academia Fukurodani con mi hermano. Y entramos al club de voleibol. A ambos nos fue muy bien aunque creo que tengo que admitir que a mi más.

Supe que te convocaron de la liga juvenil de Japón.

Asentí. «Tienes que ser fuerte Ellie, te hará bien hablarlo con él. »

Mi vida comenzó a cambiar desde entonces. Los entrenamientos eran más duros, los directores técnicos demasiado estrictos. Pero pude acostumbrarme a todo eso. Aunque muchas veces estuve a punto de renunciar debido a que no me sentía cómoda con mis compañeras, mi hermano y mi padre siempre me mantuvieron fuerte y todo se sentía bien cuando estaba en la cancha.


¿Que ocurrió en la final del año pasado?

Maldición. Odiaba que sea tan directo.

Jugamos la final del Grand Prix contra Brasil. Por algún motivo desconocido mi equipo de protección había desaparecido de mi bolso. Y tu como libero sabes que es primordial contar aunque sea con rodilleras para un partido tan intenso como lo era una final. ー asintió ー No me importó nada. Salí a jugar igual y a pesar de todo el dolor que sentía en todo mi cuerpo al comenzar el segundo set, jamás deje de lanzarme al suelo por la pelota. Mi mente era más fuerte que todo en ese momento. Mis ganas de ganar ese partido bloquearon toda sensibilidad en mi y seguí jugando hasta el final. Gracias a dios el silbato final del partido nos había dado la victoria. Todas corrieron a abrazarse y festejar, mientras yo caí inconsciente al suelo. Cuando desperté me encontraba no en la enfermería del estadio, sino en el hospital de la ciudad. Me mire a mi misma y tenía moretones por todo el cuerpo y mi pierna derecha totalmente enyesada. Un médico de guardia me dijo que tuve rotura de ligamentos. En ese momento vi el final de mi carrera profesional.

Presioné mis puños sobre mis piernas recordando todos los sentimientos encontrados que tuve en ese momento e inevitablemente sentí como lágrimas comenzaban a asomarse por mis ojos.

Le di un título más al equipo y ahí termino todo. Solo dure un campeonato. Que patética. ーsonreí ー El destino me jugó una muy buena.

Tu permitiste que eso pasara. ー lo mire sorprendidaーSabias que luego de unos meses de rehabilitación y entrenamiento ibas a poder seguir jugando.

¿Crees que no lo intente? Ya no jugaba igual. No se si sentí miedo o que, pero estuve muchos meses fuera de la cancha y aparentemente ese tiempo fue suficiente para ser desvinculada en la selección.

¿Y qué?

¿Y qué? ーretruque fastidiadaー

Aun amas el voleibol ¿Cierto? Solo tienes miedo a empezar de cero.

No es tan así. ー dudéー No fue muy agradable ver en todas las noticias la imagen del equipo levantando la copa y aparte una mía contando que mi carrera estaba acabada ¡Ni siquiera toqué esa copa porque estaba inconsciente en el hospital! ¿Y acaso crees que alguna de mis compañeras me escribió para saber cómo estaba o mi entrenador me vino a ver? Prácticamente sacrifique mi vida en ese partido y solo recibí lastima.

Justamente, en ese preciso instante, pude percibir un dejo de lastima por parte de Nishinoya y eso me enloqueció. 

Para cuando quise notarlo mi mano derecha había volado directo a su rostro pero este la detuvo a escasos centímetros. Ya no podía ver de los húmedos que estaban mis ojos, me sentía ahogada, sofocada ante tanta represión.

Por favor, no vuelvas a mirarme así.

Le rogué y el siguió observándome, solo que esta vez su mirada era segura e intensa.

¿Sabes porque soy libero? ー esperó una respuesta que no obtuvoー Porque te vi jugar con tu hermano esos días de vacaciones en la playa cuando teníamos diez años. Emocionado me acerque a ustedes y les pedí que me enseñaran a jugar, y así fue cuando me enamore de lo que hacías, de lo increíble que jugabas. Me enamoré del voleibol, y esos ojos de guerrera que ponías cuando el balón se acercaba a tu lado del campo. Y te voy a ser honesto, yo vi esa final por Internet y sufrí mucho al verte jugar así, nunca dejaste de ser una guerrera en la cancha. Admire todo eso, pero me sentí devastado cuando no conseguí manera de llegar a ti. Leía las mismas noticias y podía sentir tu dolor, quería estar a tu lado pero no tenía como. Simplemente decidiste desaparecer.

Cada palabra que oía eran puñaladas directo a mi pecho. Él sabía lo que había ocurrido y aún así pidió oírlo de mi, escuchar mi versión, ¿Revivir mi dolor? Estaba confusa y a la vez rota. Mi viejo amigo quiso estar para mi y yo no se lo permití. No se lo permití a nadie.

Creí que eras liberó por tu estatura.

Bromee pasando una de mis manos por mi mejilla deshaciéndome de algunas lágrimas y él rió.

Digamos que ambas son válidas. ー  se defendióー Pero... yo también te necesité ¿sabes? ーsoltó serio y lo miré estupefactaー A nosotros también nos han dado muchas palizas, pero aun así seguí adelante porque quería superar cada obstáculo en mi camino. Siempre fui el energético, el que estaba para su equipo, pero ¿Quien estaba para mi? Creo que en eso fuimos iguales.

Recuerdo cuando Hinata te cuestionó por qué estabas faltando a los entrenamientos ¿Es cierto que es por el estudio?

Asintió no muy seguro.

Estoy en mi último año aquí y me va muy mal en la mayoría de las clases, y mi cabeza tiende a hacerme pensar en el futuro, en que es lo que quiero hacer luego y me cuesta ver al voleibol de por medio.

Podría decir que yo me sentía igual. No porque me vaya mal en las materias ya que solo tenia problemas con Literatura, pero en ver el voleibol en mi futuro, luego del seleccionado había decidido no jugar más porque creía que una vez tocado el cielo no podía subir de nuevo, pero luego de ver la práctica de los chicos de Karasuno, la garra que ponen, despertó algo en mí, me urgía jugar. Estaba tan resentida y negada a lo que había ocurrido que olvide lo mucho que me hacía bien el voleibol.

ー¿Sabes qué? ーme puse de pie ー Hagamos una promesa. ーse puso de pie también y me miró curiosoー Basta de dramas. Ambos amamos este deporte ¿Cierto? ーasintióーHagámoslo hasta nuestro último respiro. ーrealmente se sorprendió de oír eso de mi bocaー Te ayudaré con tus materias y tendremos todo el tiempo libre para entrenar.

¿Qué te picó de repente? Hace un minuto eras un emo.

Carcajeo y golpee su brazo.

¡Coopera antes de que me arrepienta!

¡Esta bien!

Tomo mi mano para estrecharla con la suya. Y corazón brincó de alegría. Necesitábamos oírnos. Necesitábamos saber qué pasaba por nuestras mentes y finalmente proponernos seguir juntos. 


Volver A Empezar | Haikyū! (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora