Observó como Soo Ho comía sumido en sus pensamientos, ajeno a todo lo que le rodeaba. Tenía grandes ojeras y parecía haber envejecido varios años. Ban Ryu se había enamorado de un chico feliz y algo tonto, pero era su tonto, ahora solo una sombra de eso.
Se habían evitado desde hace tres días, ambos eran conscientes de que la conversación sobre qué iban a hacer iba a pasar tarde o temprano, pero ninguno parecía dispuesto a dar el primer paso.
― ¿Qué haces ahí escondido?― preguntó la voz de Han Sung a sus espaldas.
Soltó un respingo, sorprendido.
― Ah, nada.― dijo nervioso.
Han Sung siguió la dirección de su mirada.
― ¿Ha pasado algo entre tú y Soo Ho? ¿Os habéis peleado otra vez?― frunció el ceño, Han Sung podía ver que les había pasado algo, le extrañaba ya que parecía que se estaban llevando bien― Nunca había visto así de triste a Soo Ho.
Ban Ryu sintió una punzada en el corazón. Es mi culpa. Su rostro tenía una expresión llena de dolor.
― Perdona.― se dio la vuelta y se alejó antes de que pudiese ver nada.
Pegó un bote al sentir a alguien abrazándolo desde la espalda y tapándole los ojos.
― ¿Quién soy?― inquirió una distintiva suave voz.
― Yeo Wool― puso los ojos en blanco y miró a su amigo con una sonrisa.
El chico le devolvió la sonrisa, pero no lo soltó de su abrazo. Soo Ho parecía muy débil esos días, no parecía haber hablado con Ban Ryu todavía del asunto. Sólo quería protegerlo de todos los malos, Soo Ho era muy bueno, aunque no lo pareciese. Siempre lo había ayudado, incluso cuando era nuevo en la ciudad, él lo protegió de la gente que se metía con él. Ahora le tocaba a él.
― Me alegra verte sonreír― afirmó― Hace días que no lo veo.
Soo Ho apretó los labios pero no dijo nada. Le hizo un gesto, pidiéndole que se sentase a su lado.
― No sé qué me pasa estos días.
― Te pasa que necesitas fiesta.― guiñó un ojo― Creo que he encontrado una manera de escabullirnos, no tienen por qué pillarnos.
― Pero-
― De "peros" nada.― agarró a Soo Ho de las mejillas y las estrujó, transformando su cara en una expresión graciosa― Vas a estar así de feliz siempre.
Soo Ho miró a su amigo con aprecio, tenía mucha suerte de tenerlo.
― Gracias― murmuró― Eres genial.
Yeo Wool parpadeó sorprendido ante ese repentino despliegue de cariño.
― ¿Qué? Es la primera vez que ves a un hombre tan atractivo, ¿no?― se echó el pelo largo para atrás y alzó la barbilla.
Soo Ho volvió a poner los ojos en blanco y ahogó una risa.
Admitirlo era un poco absurdo, pero se alegraba de haberse torcido el tobillo.
No la podía ver mucho esos días, especialmente con todas esas pruebas locas e intensas a las que había sido sometido. Pero ella siempre estaba en la enfermería, y ahora tenía la excusa perfecta para verla.
Ji Dwi se sentó sobre la camilla, con un gemido. A Ro sacó de un estante un montón de vendas y cremas, tenía la expresión seria, era muy sexy cuando estaba trabajando. Se agachó y comenzó a limpiar la herida en el pie. La observó desde arriba, admirando su trabajo.
― Hace tiempo que no vienes a visitarme.― soltó ella de pronto.
― No he tenido mucho tiempo.
― ¿No tienes tiempo para mí?― detuvo su labor por un momento y lo miró.
Se rió.
― Siempre tengo tiempo para ti. Eres tú la que siempre estás muy ocupada.― hizo un mohín.
Ella se puso en pie y se quedó frente a su rostro.
― Sácame de aquí, maldita sea. Estaré ocupada, así que arrástrame fuera― esbozó una pequeña sonrisa traviesa. Ambos se conocían bien, se habían emborrachado juntos, habían cantado juntos, y él la conocía lo suficiente para saber que con A Ro todo era divertido. Y por eso le gustaba tanto.
Se encontraba sobre la orilla del gran estanque, había escapado a ese pequeño lugar para meditar. Escuchó unos pasos a su espalda, y alguien se sentó a su lado. Soo Ho no necesitaba mirar para saber de quién se trataba. Se estremeció, tenían que tomar una decisión.
― No sé cómo ha pasado esto.― comenzó Soo Ho.
Se volvió a formar el silencio entre los dos. Los pájaros cantaban y las primeras flores primaverales cantaban, un paisaje lleno de vida no parecía el más adecuado para la seria expresión de ambos.
― Oye, yo...
― Déjame hablar a mi primero.― lo cortó Ban Ryu. Se calló, dejando que continuase― Me gustas, eres mono y te conozco desde hace tiempo, me siento cómodo contigo. Pero creo que ha habido un malentendido.― cogió aire antes de continuar― No me veo contigo en una relación seria, perdón. Estaría bien que nos acostásemos, pero me parece que es demasiado complicado para ambos. Ahora que estás prometido... no merece la pena― se encogió de hombros― No es buena idea que sigamos, obviamente, pero si alguna vez quieres follar. Ya sabes. Aquí estoy.
Soo Ho se quedó de piedra. Se giró para intentar descifrar el rostro de Ban Ryu pero él se mantuvo imperturbable.
― ¿Vas en serio?
Ban Ryu lo miró con confusión.
― Claro.― afirmó, como si fuese obvio.― Oye, ¿estás bien?
Se había puesto muy pálido y temblaba. Soo Ho estaba intentando encontrarle algún sentido a todo.
― Me estás mintiendo.
Ban Ryu suspiró exasperado, como si estuviese hablando con un niño chico.
― Mira, lo siento.― le dio unas palmaditas en la espalda― Te di la impresión equivocada.
Soo Ho es estremeció ante el contacto. Lo miró a los ojos buscando algún trozo de dolor, pero parecía tranquilo. Sintió como se le revolvía el estómago.
― Creo que me voy a ir... ― Ban Ryu se puso en pie y dejó ahí a Soo Ho sin decir más.
El chico permaneció sentado, mirando al río, intentando entender qué acababa de pasar sin romperse por dentro.
Corrió y corrió kilómetros. No le importaba que lo regañasen por salir de la residencia, no le importaba nada en el mundo. Ban Ryu había tenido que abandonar y mentir a Soo Ho por segunda vez, y cada vez era más difícil que la anterior. Le dolía el pecho y le ardían los ojos.
Gritó, lleno de frustración.
Pero es lo mejor. Soo Ho podrá seguir una buena vida y estará a salvo.
Cayó de rodillas, rendido.
Nota de la autora: Gracias a todos los que estáis leyendo esto :) Espero que os esté gustando la historia, todos vuestros comentarios me animan. He decidido que tendrá en total 30 capítulos, ¡así que no perdáis de vista esta historia! ^^ A partir de ahora, empieza la segunda mitad de la historia :3
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HWARANG: Una historia de caballeros y flores
FanfictionEn el dormitorio de los Hwarang todo menos bueno pasa. Soo Ho, el más famoso donjuán, se ve obligado a compartir habitación con su archienemigo y ex-mejor amigo Ban Ryu, la tensión entre ambos es palpable y acaba volviendolos a todos locos. Por ot...