Capítulo 13

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DIANA

Con la vista completamente en el camino y con toda intención de reprimir mis ganas de dañar a Dimithry me llevé casi medio camino hacia la central. El silencio en la pick up era sepulcral, de verdad su estupidez había logrado sobrepasar mis expectativas. ¿En qué maldita cabeza cabía la idea de traerse consigo a la hija de una de las personas más buscada alrededor del mundo? ¡Ah! Ya sé en cual. ¡EN LA JODIDA CABEZA DE DIMITHRY ELYAR OBILIVONOBIC!

Apreté con todas mis fuerzas el volante y empecé a sentir que mis dedos se acalambraban después de un rato de tal presión al volante. Bajé mi mirada por un momento a mis nudillos y noté como es que se habían puesto pálidos, por lo que aligeré un poco la fuerza de agarre para que poco a poco recobraban el color. Al parecer Dimithry notó lo sucedido con el volante, así que carraspeó la garganta unos segundos en un intento de llamar mi atención, o tal vez aclararse la garganta, y dijo:

─No estés tan molesta, Diana, por favor. Lo siento ─se disculpó como lo haría regularmente un niño de ocho años, hasta el tono de voz era similar al de uno de esa edad.

¡¿En serio se atrevía a pedir perdón siendo que ni siquiera sabe porque estoy molesta?!

Solté el acelerador y, con gran fuerza, pisé el freno, lo que hizo que tanto Dimithry como Melanie se pegaran con el tablero y el asiento frente a ella, respectivamente, por la inercia. Yo logré mantener mi posición y amedrenté con la mirada a Dimithry.

─¡¡HIJO DE LA GRAN PUTA!! ─le grité con toda molestia─. ¿En serio te atreves a pedir perdón sin saber porque estoy molesta?

Al parecer mi comportamiento sorprendió a Dimithry, ya que me miró sorprendido. Le costó por un momento recobrar la compostura, pero cuando volvió en sí, se acomodó en su asiento y largó un fuerte suspiro.

─Estás molesta porque no hice bien el trabajo y tú fuiste quien tuvo que terminar el trabajo ─respondió con desgane y culpabilidad. De verdad que si era muy imbécil. No era la primera vez que tenía que terminar algún trabajo suyo y eso nunca me había molestado en lo absoluto.

─Sí que eres un imbécil ─dicho eso, apagué el auto, tomé las llaves y me bajé de la pick up.

Me puse a caminar a lo largo de la carretera, con intención de alejarme lo más posible de Dimithry y su amiguita. A unos escasos doscientos metros de la pick up me detuve y me senté sobre una roca a un lado de la carretera. Ya era de noche y el sueño me cobraba factura haciendo que, junto con el estrés, me causara dolor de cabeza.

Un sonido salió de mi bolsillo, era el tono de llamada. Saqué el celular y noté que la llamada provenía del número de Scarlet, esperaba con toda el alma que fueran buenas noticias, así que contesté.

─Dime que traes buenas noticias, por favor ─rogué con cansancio en mis palabras.

─Depende cual sea tu definición de buenas noticias ─se burló mientras la escuchaba masticar una goma de mascar. Por su tono de voz lograba descifrar que hasta sonreía de una manera socarrona. Suspiré larga y pesadamente, sabiendo que lo que venía era todo lo contrario a bueno.

─Ya dilo. Di lo que sea que tengas que decir.

─Antes que nada. Tienes entendido que una de las "chicas" es Gwen Treyson, ¿no? ─me cuestionó con una voz seria, completamente diferente al tono con el que me contestó al principio.

─Más que entendido, yo fui quien le hizo ver a Gregory que era él ─contesté, desesperada, masajeándome las sienes.

─Okay, entonces me salto la explicación de quien es y solo te diré lo que pasó ─comentó, para después dejar todo en silencio por un momento. El silencio me sorprendió, ya que no sabía realmente que sucedía por el otro lado de la línea, aunque un simple sonido de beso me dio a entender que se había puesto labial─. Pues te sorprenderá saber que Gastón, en la tarde, hace unas tres horas, se ha follado al lindo crush de nuestro querido Gregory ─se empezó a reír cual loca mientras mi cara se volvía un circo por la sorpresa de la noticia.

GASTÓN

Cansancio y sin ganas de seguir aquí. Hace veinte minutos que el uber llegó y se llevó a Gwen. Todo había pasado de manera extraña y me gustó, pero a la vez me sentía mal por la razón por la cual hice todo.

Rato después de que Ernien, una vez más, me rompiera el corazón, salí de la mansión en camino al centro comercial, necesitaba alguien con quien distraerme, lo cual encontré en pocos minutos. Fácilmente encontré a un chico, de mi colegio, por lo que sabía, ese chico era el típico fácil que se acuesta con cualquiera, tal vez las cosas terminarían bien con él. Desde ese momento todo pasó demasiado rápido. Todo comenzó con un simple "¡Hey!" por su parte; después lo llevé al bar de un amigo, en el que mi hermana y yo trabajábamos medio tiempo; tres cervezas nos hicieron llegar a la cama, donde lo hice pasivo, aunque me aseguraba que era completamente activo.

─Es hora de irnos, chaparro ─dijo Scarlet sacándome de mis pensamientos. Me levanté y tomé mi ropa aun con semen, para así poder irnos.

─¿Por qué tardaste tanto? ─pregunté, mientras le hacía un ademan con la mano a Marcel, el dueño del bar, a modo de despedida, antes de salir de este.

─No se te olvide traer mañana lo que te pedí ─me gritó Marcel desde dentro, pero aun así logré escucharlo.

─Hice una llamada a una amiga ─respondió a mi cuestionamiento, después de escuchar a Marcel, con una sonrisa malvada, sonrisa que solo tendría una villana de cuento─. Me dijo que le mandaras saludos a Gwen ─agregó con una ligera risita, lo cual me hizo saber a quién había llamado.

DIANA

¿Qué se traían los hombres hoy? ¡¿Qué se traían en la cabeza?! ¡¡¿¿EN QUÉ JODIDO MOMENTO ERNIEN INAGAZA SE VOLVIÓ EL MAS CUERDO DE LOS CUATRO CHICOS??!!

No lograba entender si algo había en el aire o en la comida de ellos, porque de plano nunca había visto tal estupidez por parte los chicos. Primero Greg enamorándose de alguien que fácilmente podría ser nuestro enemigo, después Dimithry trayendo consigo a la hija de nuestro enemigo y, para finalizar con lo más imbécil, Gastón se coge a Gwen, lo cual está mal al dos por uno, es como si se creyera supermercado para dar ese tipo de promociones.

Mi mente era un maldito caos. Me levanté y con velocidad, pero pasos fuertes, a la camioneta. No ganaría nada con enojo, eso era más que obvio, así que simplemente pateé la llanta de la pick up y abrí la puerta de esta para adentrarme, para después arrancar en silencio, con tal de llegar lo más rápido posible y alejarme de esto.

Guys Dead MonsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora