DIMITHRY
El ambiente a mi alrededor era calmo y solitario, un claro recuerdo del error que cometía y tal vez no se arreglaría con facilidad. Algo en mi empezó a doler, pero no físicamente, sino de una manera sentimental. El dolor poco a poco fue cambiando y se hizo ira en pocos segundos.
El tenedor con comida que tenía en la mano me lastimaba de tanta fuerza que estaba ejerciendo al apretarlo. Miré el plato y por un momento me llego el recuerdo de lo que había visto, aunque no había razón alguna. Mis ojos querían empezar a derramar lágrimas de enojo, pero no me permitiría hacer algo así ni en un millón de años al fin y al cabo era mi culpa.
De poco la calma empezó a llegar. Necesitaba estar lo mejor posible para dentro de un rato, por lo que tenía que comer y refrescarme lo más posible.
Me dispuse a seguir comiendo, pero justo cuando estaba a punto de dar el bocado que tenía en el tenedor ellos pasaron a un lado de la entrada del comedor.
Eran Ernien y Gastón, iban abrazados y sonriendo. La ira de momento me volvió y en un impulso ensarte el tenedor, bruscamente, en la madera de la mesa y me levanté con brusquedad.
ERNIEN
—¿Seguro que no quieres salir, pequeño? —me cuestionó Gastón mientras caminaba a mi lado—. Podríamos ir por una malteada o por un....
—Vayamos por una malteada —contesté con los ojos iluminados al procesar la palabra «malteada».
—Entonces anda a bañar —me sonrió mostrando sus blancos y aperlados dientes. Algo dentro de mí me decía que tenía que contestar, pero yo solamente me dediqué a asentirle—. En un momento te llevo un poco de ropa —me besó la frente y acto seguido se fue al segundo piso, donde se encuentran las habitaciones.
Una sonrisa un poco estúpida se formó en mis labios, al igual que un ligero sonrojo en mis mejillas después de que el olor a cerveza y hierbabuena llegó a mi nariz.
—Otra vez el idiota va a caer — gruñó Roderick, impaciente; lo cual borró de un momento a otro mi sonrisa.
—Mejor cállate, idiota —le espeté molesto.
—¡Uy! El enamorado se molestó —se burló en un tono sarcástico.
—Yo seré un enamorado molesto, pero tú eres un jodido descerebrado —contesté deseando que desapareciera.
Cerré la puerta del baño "dejando afuera" a Roderick, pero eso no lo detuvo, por obvias razones. Apareció junto a mí y se comenzó a carcajear con gran intensidad.
—No le veo la gracia a lo que he dicho.
—Estás más retrasado de lo que creía —comentó sentándose en el lavabo, a la par de que me quitaba la camisa manchada de sangre—. Te lo voy a explicar, espero y entiendas, retrasadito —se burló pegándome con el dedo de en medio en la frente—: 1) Acabas de admitir que aun amas a Gastón....
—Dije que estaba enamorado, nunca especifiqué de quién —corté mirando mi cuerpo semidesnudo en el espejo detrás de Roderick.
—Como sea —restó importancia a su primer punto—, y 2) Me dijiste «jodido descerebrado» —la carcajadas volvieron, pero esta vez más fuerte, solo que ahora si entendía el porqué de las carcajadas.
—¡Deja de reírte! —grité empezando a perder la paciencia, lo cual parecía incrementar sus carcajadas de una manera notable—. ¡¡Dije que dejaras de reírte!! —volví a gritar más fuerte e impaciente, pero aun así no cesaba. Odiaba esto, de verdad lo odiaba. La sangre empezaba a hervirme—. ¡¡¡QUE DEJES DE REÍRTE!!! ¡¡¡¡PUTA MADRE!!!! —exploté lanzándole un esmalte color rojo que se encontraba en un aparador detrás mío.
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Guys Dead Monster
Novela JuvenilGregory, un genio tecnológico y científico. Ernien, un experto en armas y una fiera al pelear. Dimithry, un experto en artes marciales y el único control de Ernien. A sus 16 años los tres son la cabeza de la organización secreta, casi extinta, llama...