Pianista

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Abro los ojos lentamente, la luz que se filtra por mi ventana vuelve a despertarme.

Un día más.

¡Maldita luz!

Ruedo por mi cama, tomo la almohada y la poso encima de mi cara.

No quería despertar, de hecho, a menudo no quiero hacerlo.

¿Para qué despertar? Miedos, problemas, responsabilidades, etc.. No quiero. No quiero convertirme en un títere más de la vida. Muchos viven por vivir y yo quiero vivir para ser feliz.

Una dulce melodía de piano me saca de mis pensamientos. Respiro hondo y salgo de la cama. Abro la ventana y choca contra mi cuerpo la ola fría de un claro invierno, me siento y escucho.

Este personaje es una incógnita para mí. Todos los días no importa la hora, él se pone a tocar. A veces son melodías alegres y otras no tanto pero, de alguna manera, siento como la música recorre mi cuerpo y deja tras su paso, fuerza.

Al terminar la melodía, abro los ojos y mi boca formula un GRACIAS.

Nosotros no nos conocemos pero esta persona con su música es de las únicas cosas que sé que están bien en mi vida.

Mire hacia el edificio de enfrente de donde provenía la melodía de segundos atrás y pienso:

Tal vez algún día cuando sea feliz voltee hacia atrás y sonría a mi yo de presente.


One DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora