Destiempo

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Me encontraba trabajando en mi oficina cuando mi celular empieza a sonar con un tono especial, indicándome que era mi esposo.

- Amor, ¿Todo bien?

+ Si, te marque para saber si podemos almorzar en un nuevo restaurante del centro.

- ¿Almorzar? – Pronuncie lentamente.

+ Si, almorzar. Hace mucho que no salimos a comer juntos y... - Note su tono de duda. – hablar.

- Tienes razón, me encanta. Mándame por mensaje la dirección, estaré ahí a las 12 en punto.

+ Nos vamos.

Esto era perfecto, pensé.

Llevaba toda la mañana pensando en buscar un momento adecuado para hablar con Nick. Tenía una hermosa noticia que darle y él llamaba con esta propuesta.

Tocaron la puerta de mi oficina y luego se asomó la cabeza de mi secretaria.

+ ¿Puedo pasar? – Preguntó tímidamente.

- Claro que sí. ¿Qué es lo que ocurre? – Pregunté con tono ansioso.

+ Llegaron los papeles que esperaba. Necesitan su firma. – Dijo mientras los colocaba frente a mí. Los revisé y firmé .

- Aquí tienes. – Dije mientras me paraba y extendía mi mano con los contactos hacia ella. – Saldré a almorzar y no quiero que nadie me moleste. Ya sabes, solo emergencias.

+ Entendido, arquitecta. – Respondió la joven, se giró para salir, pero se detuvo. – No quiero ser desubicada pero realmente me gusta mucho verla así de feliz. Tiene una gran sonrisa. - Luego de eso, la chica salió rápidamente de la oficia y yo reí.

Esta joven era de lo más tierna y educada. Hoy cumplí un mes de trabajar en la empresa y, realmente, es muy eficiente en su trabajo.

Tome mi cartera, salí y pasé juntó al escritorio de María.

- Gracias por todo. – Dije y ella respondió con una gran sonrisa.

Bajé por el asesor y caminé por la gran recepción de mármol y bronce hacía la salida. No me encontraba lejos del centro pero estaba ansiosa así que decidí tomar un taxi.

El conductor intentaba ser amigable. Sin embargo, yo odiaba que extraños me hablaran como si nos conociéramos de toda la vida. Por lo tanto, lo único que recibió de mi eran respuestas cortantes o asentimientos de cabeza. Una vez que estaciono, le pagué y me despedí con un gracias.

Admire el restaurante desde fuera, parecía el típico lugar que mezclaba dos temáticas. En este caso, rustico y elegante.

Una vez dentro, hable con una camarera y me guió a la mesa. Mi esposo ya se encontraba sentado y esperando con una copa de vino. Me incline y deposite un tierno beso en sus labios. Luego, me senté frente a él.

- Bueno, tengo algo que contarte. – Dije emocionada

+ Lena, espera... yo necesito hablar pero... después de comer. – Respondió casi tartamudeando.

- No, Nick. No puedo esperar. Quiero contártelo lo más rápido posible. Es una noticia única. – Sentía como si el mundo entero ya sabía lo que iba a decir y era tan solo por la enorme sonrisa que tenía en el rostro desde ayer cuando supe que pasaba.

+ Lena, yo... - Llevo su mano a la cara y apretó el puente de su nariz. – yo quiero... el divorcio. – Cuando el termino aquella frase mi mundo cayó en la más profunda tristeza y oscuridad.

Sentí las lágrimas salir silenciosamente y recorrer mi cara. El dolor en mi pecho era indescriptible.

+ Di algo por el amor de dios! – Dijo Nick con tono desesperado.

Pero lo único que hice fue pararme, tomar mi cartera, abrirla y dejar encima de la mesa el test de embarazo.

Luego, me fui. No me importaron los gritos de mi nombre, solo me fui. 

One DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora