Made In The Am (L.S) (En edición)

Perfect

Fue probablemente uno de los besos más increíbles que me han dado en mi vida y no por intensidad, sensación o sensualidad. Fue por el momento, por el contexto. Ese beso significaba que no la había cagado, o al menos no tanto como yo pensaba.

-H-Harry, yo...-Tartamudeó al separarnos. Louis nunca tartamudeaba, sólo mientras teníamos sexo. Lo veía completamente nervioso y tembloroso bajo mis brazos. Otra faceta que no había visto, la vulnerabilidad. Y en ese instante, me enamoré más.- Yo te voy a ser muy sincero ¿vale? Porque creo que mereces la sinceridad de mi parte.-Pausó.- Yo también he estado sintiéndome así, he estado sintiendo maripositas al verte, descubriendo nuevas partes de ti que no conocía. Y es aterrador para mí, porque yo no sé como se hacen estas cosas. No he tenido nunca la intención de estar con alguien de estas maneras o de siquiera sentir esto. El hecho de que yo sea tan nuevo en esto me hace sentir como que no soy lo suficientemente bueno para ti. No tengo ni idea de nada. Y contigo, siendo la primera persona por la que siento esto, no quiero que vayan mal las cosas. Quiero que seas feliz y no sé si yo vaya a ser capaz de darte felicidad. 

-Escúchame, Louis, yo también soy nuevo en esto. Quizá tenga más experiencias que tú, pero no creo que nos llevemos mucho. Eres increíble, no sé por qué dudas de que me puedas hacer feliz si cada vez que te veo es lo que haces, hacerme feliz, hacerme sonreír, divertirme. No sé por qué lo dudas cuando ya lo haces. Yo también tengo mis dudas al respecto. Pero me quiero arriesgar así como me arriesgué diciéndote lo que sentía, y ahora que sé que tú también sientes lo mismo e acerqué más hacia él.-Tenemos tanto en común. Y yo realmente pienso que podríamos hacerlo, podríamos intentarlo.-Bajó la mirada.-Louis, yo te seré sincero también, quizá no soy bueno haciendo promesas. Quizá no sea la mano en la que pongas tu corazón, pero podemos hacerlo funcionar. Podemos pasárnoslo bien, podemos mantener esta relación tan divertida que tenemos y llevarla al siguiente nivel. ¿Estarías dispuesto?

Me sorprendí cuando ví sus ojos brillar y una lágrima caer de la esquina de uno de ellos. Louis solo había llorado frente a mí una vez.

-Harry, eso...-Pausó y limpió su ojo.-Eso fue probablemente lo mas bonito que me hayan dicho en mi vida. Oh, Dios. Yo no sé que decirte, estoy sorprendido. No me lo esperaba y tampoco me esperaba que me gustaran tanto todas estas cursilerías que acabas de soltarme.-Se rió otra vez.- Y bueno, creo que tienes razón. Me arriesgaré contigo. Nos arriesgaremos.

Saltó en carcajadas al ver como me tumbaba en el sofá con una mano en mi pecho y respirando sonoramente.

-Oh, joder Louis. No sabes lo aliviado que estoy.

-Relájate, idiota.-Dijo pasando las manos por mi pelo.

-Tú tampoco estás tan relajado, puedo oír tu corazón desde aquí y...-Toqué sus mejillas mojadas.-¿eso son lágrimas?

-Idiota.-Me dijo, dándome con un cojín en toda la cara.

Empezamos una pelea de cojines que gané con bastante ventaja. Louis se reía cada vez que acertaba un cojinazo en mi cara, pero yo me reía aún más cuando le daba. Para controlarlo retuve sus brazos por encima de su cabeza, fuerte.

-¿Entonces quieres ser mi novio?

-Sí, creo que ya lo había dejado claro.

-Pero no te había preguntado oficialmente.

-¿Le vas a ir a pedir mi mano a mis padres también? ¿Me vas a comprar una sortija con nuestros nombres y me vas a prometer que estarás conmigo hasta que...

Lo interrumpí besándolo. Me era imposible resistirme ya. Mi novio. Louis era mi novio, y me quería como yo a él. Mi novio, con esos labios tan finos, suaves y acogedores, con esa mirada clara y sincera. Mi novio.

Era la primera vez que lo besaba como su novio y no quería separarme de la suavidad de esos labios que por primera vez se sentían tranquilos. Era un beso diferente. No había ni prisa, ni rudeza, ni sensualidad. Era sólo un beso. Lento. Suave. Nuestro primer beso.

Nos separamos tras unos segundos y pude ver como abría los ojos frente a mí y se mordía los labios. Sus ojos estaban empañados con una emoción que no pude descifrar.

-¿Te quedas a dormir?-Le pregunté.

-No sé, Harry, mañana tengo cosas que hacer y si me quedo me retrasaré.

-Oh, llevamos minutos de relación y ya estás poniéndome excusas.

-Eres estúpido.-Dijo con una sonrisa genuina. Yo sabía que esa era su manera secreta de decir que me quería sin admitirlo.

-Quédate. Por favor.-Hice un puchero.

-Bien, me quedo, pero debes pagarme con una gran pizza muy llena de queso.

Fueron esas pequeñas cosas las que me hicieron enamorarme lentamente de él. Esos pequeños pero genuinos detalles que solo alguien observador podría notar y lo hacían adorable. Esa manera que tenía de engatusarte con lo mínimo.

Pidiendo la pizza por teléfono le brillaban los ojos, se mordía el labio mientras detallaba cada ingrediente.  Cuando colgó me abrazó por detrás y empezó a acariciarme el pelo. Creo que la sonrisa más boba se me salió en ese instante. Sentía que el corazón no me cabía en el pecho.

-Harry.

-¿Sí?

-¿Qué haremos si todo esto sale mal?

-Dejarlo, Louis, y volver a ser amigos.-Lo dije, lo hice sonar simple aunque más tarde realmente me arrepentiría de mis palabras.

-Tenía esa duda. Porque esto me da un poco de miedo. No me gustaría perderte.

-No lo harás, no te preocupes enano.-Sonreí. Sentía en mi pecho ese hormigueo porque le importaba mucho a Louis, porque pensaba en mí antes de dar ese paso. Pensaba en no perderme y me ponía como prioridad.

En ese momento me sentí capaz de ir al infierno, porque aquella sensación era tan celestial que se sentía pecaminosa. Eso que se siente en el pecho. Era lo mejor, lo mejor. Mejor que las mariposas en el estómago, mejor que todo eso. Porque se sentía auténtico y mío, se sentía duradero y nada platónico.

-Nunca en mi vida te había visto sonreír tanto, Harry.

-Tu eres la razón.

-Para con tus cosas románticas, enserio, se sienten mejor de lo que deberían y  no quiero llorar otra vez.

-Algunas veces, aunque no lo quieras o no te des cuenta, eres jodidamente adorable.

-Pero es un secreto que se quedará entre tú y yo ¿verdad? No puedo perder mi imagen de chico malo.- Bromeó.

Me sentía tan bien, como si por fin tuviera aquello que me faltaba. Estaba ilusionado y relajado. Imaginaba constantemente cómo seríamos, las cosas que tendríamos, los recuerdos que crearíamos.

Estaba muy ilusionado, no voy a mentir y creo que ese momento fue uno de los más felices e impresionantes de mi vida, así simple parezca. Fue el día en que mi primer enamoramiento de verdad aceptó estar conmigo. Fue especial. Y sabía en mi corazón que Louis siempre tendría un lugar en mi vida por ello.