Walking In The Wind

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Las semanas siguientes tuve un gran proceso de crecimiento interior, de reflexión. Tiempo de pensar, y por supuesto, de escribir canciones. Escribí muchas, y algunas nisiquiera tenían título. Las letras venían a mí y las escribía en mi diario de cuero sobre el que he derramado casi todo mi sufrimiento.

Fue terapéutico y no solo eso, fue el comienzo de algo que no veía venir para mí.

Aún seguía algo dolido, sí, seguía lamentándome por la ruptura y definitivamente seguía enamorado de Louis pero lo estaba aceptando. Estaba aceptando que las cosas cambian y que a veces no puedes obtener lo que deseas.

Me acuerdo que llegué a enfadarme con Zayn, porque el muy gilipollas había llamado a mi madre diciéndole que estaba muy mal y ella no dudó en instalarse en casa de su niño y no dejarlo solo ni un momento. Me subió mucho el ánimo, aunque a veces extrañaba mi soledad.

Siempre que ella salía a hacer alguna cosa yo tomaba mi guitarra y trataba de ponerle melodía a aquellas canciones que había escrito. Me fue difícil, porque para crear el ambiente que necesitaba para algunas canciones, la guitarra era lo que menos me servía, pero aún así estuve muy orgulloso de aquellas que pude sacar adelante.

Tan orgulloso estuve que decidí grabarme y subirlo a Youtube. Pensé que era estúpido, hasta que de repente las visitas empezaron a subir, y a subir y a subir y de repente tenía millón y medio. Comentarios de gente diciendome lo bien que cantaba...

Aunque me sorprendió el éxito, pensé que sería cosa momentánea y nunca vi venir el fenómeno cuando subí la segunda canción. Y una tarde, simplemente pasó. Una discográfica me contactó, me enviaron un email diciéndome que les gustaría hablar conmigo.

Semanas después tenía una fecha puesta para mi vuelo hacia Los Ángeles.

Mi madre, Zayn y Liam no se lo podían creer. No podían creerse que me iba a marchar y que fuera a tener una oportunidad tan grande como esa.

Me apoyaron en todo y me ayudaron a organizar mi viaje.

Todo pasaba muy rápido, un día comprábamos ropa, otro día vendíamos mi sofá, sacabamos papeleo...

Me acuerdo de tener mi pasaporte en las manos y de ver la foto pegada en el y pensar en lo feo que salía.

A medida que los días se acercaban mi madre se ponía más triste, al igual que Zayn, que incluso se empeñaba en dormir en mi casa a veces para pasar más tiempo conmigo y crear "más recuerdos". A veces pensaba que se estaban despidiendo de mí como si estuviera a punto de morir o como si no fuera a verlos nunca jamás.

Estaba muy ilusionado por mi viaje, y mi oportunidad. Podía empezar de cero, cambiar de ambiente, respirar otros aires y conocer nueva gente. Justo lo que necesitaba en esos instantes. Necesitaba cerrar capítulo y continuar, y el capítulo aún no estaba cerrado.

Así que marqué aquel número que me sabía de memoria, no esperando para nada que al segundo pitido la llamada fuera contestada.

-Harry. Hola.-Sonaba extrañado.

-Hola, Louis. Te llamaba porque me preguntaba si podría ser que nos tomaramos un café.

-Harry, no creo que sea correcto yo...

-No es para eso. Necesito hablar contigo.

-¿A qué te refieres? ¿Pasa algo?-Pude oír su voz preocupada.

-Ven, esta tarde, al bar donde trabajo si quieres saberlo.- y colgué.

Iba a venir. Estaba seguro. Él no podía no saber algo. Necesitaba que le contaras la historia completa una vez que empezabas.

Le mandé la hora por mensaje de texto e ignoré todos aquellos en respuesta, porque me preguntaba de qué se trataba todo.

Al llegar la hora simplemente me peiné y salí por la puerta. Estaba algo nervioso por verlo otra vez pero tenía que hacerlo. Tenía que cerrar una puerta antes de abrir otra. Tenía que darle un buen final.

Lo ví. Llevaba una sudadera negra, y unos pantalones del mismo color. Su pelo suave caía por su frente y tenía las manos escondidas dentro de las mangas. Noté que había bolsas bajo sus ojos y que no estaba tan feliz como pensé que estaría.

-Hola.

-Hola. ¿Cómo has estado?-Le pregunté, y le sonreí. Él no me devolvió la sonrisa.

-He estado bien.-Sacó un cigarillo y procedió a encenderlo.-¿Y tú?-Dejó salir el humo.

Me fijé en que los cafés ya estaban encima de la mesa, el mío estaba como me gustaba. No se le había olvidado.

Bebí.

-Yo he estado preparando algunas cosas. De eso venía a hablarte, pero quería decírtelo cara a cara. Es muy importante para mí. Quería que lo supieras.

Asintió.

-Cuéntame.

-Me voy de la ciudad.-Ahí fue cuando capté toda su atención.-Y del país, también. Me voy a Los Ángeles.

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

-Te conté una vez que escribía canciones ¿no?

"A ti te escribiría un album entero Louis."

-Sí. Me acuerdo.-Intenté ignorar esa sonrisa que se le escapó. Pero no pude. Le sonreí de vuelta.

-Subí vídeos a YouTube, una discográfica se interesó en mí y voy a grabar con ellos.

-Vaya, Harry, me alegra muchísimo por ti. Es una oportunidad muy grande. Es una lástima que nunca hayas interpretado nada para mí. Quería presumir de haber escuchado al gran Harry antes de que fuera famoso.-Se rió.

-Sí, bueno. Nunca pensé que fuera tan...bueno. Era solo un hobby.

-Te extrañaré.-Me dijo sinceramente, podía notarlo. Lo haría. Y yo también. Ese primer año en el que estuvo presente fue una montaña rusa en la que siempre tuve su compañía. Le extrañaría, pero era hora de seguir adelante. Por mí, por él.

-Sé que no te gustan las despedidas, pero, lo siento. Debía despedirme de ti.

-Está bien, no importa. Me ha gustado esto, que te despidas de mí.

-No podía no hacerlo.-Le sonreí. Y medí mis siguientes palabras.-Fuiste muy importante para mí.

"Eres" Lo seguía siendo, pero algo dentro de mí no me dejó expresarlo y cambió el tiempo verbal. No me preocupé mucho por ello.

Hablamos un poco más, de cuales eran mis planes. Le conté todo lo que tuve que hacer para irme y esas dos horas que estuvimos allí sentados se me pasaron volando.

Después, llegó el momento de despedirnos. De decir adiós por un largo tiempo, de cerrar esa etapa. De que todo fuera un "después de Louis".

Me abrazó, fuerte y me dió un beso en la mejilla. Me deseó todo lo mejor y me expresó toda la fe que tenía puesta en mí.

Me alentó a perseguir mi sueño, aunque resultaba irónico, pues sólo semanas antes mi sueño era tenerlo de vuelta.

Nos dijimos adiós, y dolió menos de lo que pensé. Se sintió refrescante.

Sí, seguía enamorado de él, pero sabía que ambos seríamos más felices estando separados.

FIN

(Epílogo dentro de poco)

Made In The Am (L.S) (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora