✴Capítulo 38: La eligió✴ (Maratón 1/?)

942 83 44
                                    

Capítulo 38.
"La eligió."

-¿Qué diablos haces aquí? Dijiste que ibas a alejarte lo máximo posible.- me regaña entre dientes.

-Esto fue lo máximo posible. Estoy en Washington, ¿como demonios iba a imaginar que ustedes vendrían hasta aquí desde Atlanta?

Por supuesto que debí haberlo imaginado. Nuestra antigua casa está aquí en Washingtong, ¿por qué no volver después de perderlo todo?

Comienzo a alterarme, él no debería estar aquí, si es así, significa que él…

-Alice, te ha buscado por todos lados, no descansará hasta encontrarte. Quiere verte.

-No me digas eso Simon, tú sabes lo que pasó, lo que yo pasé. Sabes que ni mi mente ni mi cuerpo soportarían tenerlo cerca otra vez. Mató a mi hermano, su hijo, ¿qué crees que haría conmigo?

-Las cosas no fueron así, y no hay tiempo para hablar demasiado.- dice y mira para ambos lados vigilando que nadie se acerque y finalmente me mira soltando un suspiro rendido, como si lo siguiente le costara en verdad-. No voy a entregarte a él, pero procura irte lejos de aquí. Todo lo que puedas. Él está cerca Alice, viene hacia aquí.

El bigote de Simon se frunce al igual que su boca, formando una mueca de preocupación.

Me salvó una vez y hoy lo vuelve a hacer. Soy capaz de comprender que sólo haría esto por mí, que sólo lo traicionaría por mí. Quisiera saltar encima de él y darle las gracias por salvar mi culo otra vez, pero no hay tiempo. No con él viniendo hacia aquí.

-¿Cómo podré salir? Tu gente está afuera, no hay tiempo y debo llevar esta medicina hacia una amiga, está muy mal. Puede morir.- miento en la mayor parte de lo dicho, pero es por pura precaución.

-Yo me encargo. Tienes diez minutos para salir por la puerta de atrás, matar a unos cinco o tal vez diez caminantes e irte por los edificios en ruinas, vamos, ¡ahora! -grita-susurra y hago lo que dice en cuanto se aleja con sus colegas-. Vamos afuera, no hay nada que sea de utilidad para el jefe.- murmura y escucho los vidrios de la puerta principal siendo pisoteados cuando abandonan el supermercado.

Salgo y sigo al pie de la letra las indicaciones de Simon. Cuando unas cinco cuadras me separan de esos hombres, escucho el ruido de unas llantas contra el pavimento. Mis piernas tiemblan al saber que estoy a sólo unas cuadras del hombre que dañó gran parte de mi vida.

Las lágrimas empañan mi visión pero aún así me obligo a mi misma a seguir corriendo. Debo llevarle a Carl estas medicinas antes de que sea tarde.

Me siento una estúpida al pensar únicamente en él cuando acabo de estar cerca de la persona a la que más odio en este mundo, cerca del asesino que me quitó el único tesoro que tenía. Y aún más estúpida pensar únicamente en Carl, alguien que lo único que hizo fue estar conmigo, ilusionarme y luego cambiarme.

Intento alejar todos esos pensamientos de mi cabeza por el simple miedo de que quizá esté peleando con él en mi cabeza y él ahora, en este instante, pueda estar dejando de respirar.

Con esto último como pensamiento, corro hacia Alexandría como si mi vida dependiera de ello, porque lo hace, de algún modo extraño.

Llego más rápido de lo que en realidad imaginaba y veo que es Sasha quién vigila la entrada. No voy a perder tiempo escalando el muro cuando puedo pedirle un favor a mi amiga.

-¿Alice? ¿Qué haces afuera? -dice y escupe un trozo de manzana, el cual cae sobre mi bota. Ni siquiera lo limpio.

-¿Puedes abrir? Te lo contaré dentro.

MY WAY - (Carl Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora