MY WAY - (Carl Grimes)

✴Capítulo 15: Voy a agarrarte, sólo no te sueltes.✴

Capítulo 15.
"Voy a agarrarte, sólo no te sueltes."

La rama que Daryl deja libre golpea mi ojo sin que pueda esquivarla.

- Eres un feto de lucifer.- le gruño.

- Chssss.- me calla y le hago caso cuando escucho gritos provenientes a nuestro grupo.

Mis sentidos se alteran y mi corazón se sobresalta lleno de terror. Me posiciono junto a Daryl y corro las ramas de mi cara para poder ver qué ocurre, son los caminantes, suspiro aliviada de que sean ellos y no personas vivas.

Que irónico, ¿verdad? parece increíble que los caminantes no sean nuestro mayor peligro.

Daryl prepara su ballesta y yo saco mi cuchillo, juntos salimos y ayudamos a los demás a tirarlos por el abismo. Cada miembro hace un gran esfuerzo al lanzarlos mientras se aseguran de que no les hagan daño.

Cuando veo que Maggie está teniendo problemas con un caminante obeso y observo que Glenn está luchando para que un caminante le suelte el brazo, corro hacia ella y se lo quito de encima. No paso desapercibido el hecho de que Magg no tenga ningún arma en su mano, y tampoco el hecho de que no intentaba matarlo, era como si ella buscara que el caminante le mordiera pero sin que nadie se diese cuenta. Le lanzo una mirada de 《ya hablaremos》y jalo al tipo que es más fuerte de lo que imaginé hasta llegar al barranco.

No tengo la precaución de matarlo primero y lo empujo con fuerza para que, inconscientemente, este maldito se prenda de mi pierna como si fuera un ancla. Su cuerpo queda colgando en el aire y yo consigo aferrarme a una gran piedra para no caer. Muevo mi pierna y veo que los demás están muy ocupados y si pido ayuda se distraerán y podría costarle la vida a alguno. Me muerdo el labio y aprieto mis dedos contra la piedra cuando siento que resbalan, muevo ambas piernas con fuerza para que el desgraciado me suelte de una vez pero no lo hace, al menos espero que su putrefacto cuerpo se rompa y sólo quede su brazo tomando mi pierna, eso ya sería de menor peso.

- ¡Cuidado aquí abajo! - grito cuando alguien lanza a un caminante que por poco se prende de mi cabello.

La cara de Glenn es la primera que veo antes de ver a Maggie, ambos estiran sus brazos y me niego, prefiero que cuiden sus espaldas.

- Vamos, Alice, sueltate.

- Te atraparemos.- me asegura Maggie.

- No, no, no.- muevo mi pierna con más fuerza y siento que mis manos cada vez se vuelven más sudorosas -. Ayuden a los demás.

Tres caminantes caen al abismo, por suerte, muy lejos de mí. En ese instante una mano se resbala finalmente y suelto un grito.

- ¡Alice! ¡Alice! - ese es Carl. Escucho su voz antes de verlo a él, sus ojos azules se encuentran con los míos y veo el miedo que siente -. Maldita sea, voy a agarrarte, no te sueltes, no te sueltes.

- Claro Carl, si tu no me lo pides no lo hago. Es más, estaba a punto de lanzarme al abismo donde posiblemente me quiebre cien huesos y mi carne sea comida por los caminantes que sobrevivieron a la caída.- sonrío sarcasticamente.

- ¡Deja de jugar Alice e intenta estirar ese maldito brazo! - me grita señalando al brazo que ya se soltó. Lo miro furiosa, aunque sólo es por la agitación, no es que esté furiosa con él, solo estoy nerviosa porque, hey, voy a morir y mi horrible cara seguramente rojiza es lo último que verán de mí. Sin mencionar a mi papada, que con orgullo puedo decir que es el resultado de una larga vida comiendo pizza.

- ¡No es necesario que maldigas! ¡Intento controlar mi nerviosismo!

- ¡De acuerdo, pero estira el puto brazo ahora!