✴Capítulo 25: Padres golpeadores.. personas que no merecen vivir.✴

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Capítulo 27.
"Padres golpeadores... personas que no merecen vivir."

-¿Qué pasa? -dice Carl acercándose a nosotras.

-Es Daryl, Pete está con él en la enfermería.- quiero comenzar a correr hacia allí pero Sasha toma mi brazo deteniendome-. Tranquila, está bien. Es sólo una herida.

-Si está herido no está bien.- replico y comienzo a correr hacia allí sintiendo sus pasos detrás de mi.

Tomo el pomo de la puerta pero esta es abierta antes de que yo haga nada y la barriga de Daryl me empuja hacia atrás.

-¿Pero tú no…? -pregunto alterada repasandolo con la mirada de arriba abajo. Levanta el brazo mostrando que tiene una gran venda manchada de sangre.

-Me encontré con el capitán Garfio convertido en caminante.- bromea y sonrío sintiéndome aliviada.

-Estaba…

-¿Preocupada? - alza las cejas haciendo un movimiento extraño y niego con la cabeza.

-Feliz de que sufrieras un poquito.

Me empuja con su codo y Carl pasa su brazo por mis hombros.

-¿Ves? Está perfecto.- deja un beso en mi mejilla.

-Bueno…. el enfermo debe tener hambre..- dice Sasha a nuestro lado.

-¿A quien le dices enfermo? -señala Daryl mirándola mal, sin reparar que ella sólo es amable, adjetivo que él desconoce.

-¡Daryl! -le reprendo-. Vamos a ver si hay algo para comer.

-Tú no me mandas, mocosa.

-Vas a comer algo, o no vas a entrar a la casa. ¿Queda claro?

Resopla.

-Si, jefa.

Cuando entramos en la casa, Carl y Sasha acompañan a Daryl a la sala y yo me dirijo a la cocina para ver si nuestra querida Carol dejó algo hecho, pero una pequeña vocesilla me detiene en el marco de la puerta.

-Yo quisiera una.

-¿Para que querrías tú un arma? -pregunta Carol y empujo mi cuerpo contra la pared para evitar ser vista.

-Para evitar que papá siga golpeando a mamá.

Un pequeño silencio se hace presente en la habitación.

-Ten, toma, ahora es mejor que te vayas.- dice Carol, de una forma grosera considerando que el pequeño ha confesado algo grave.

El pequeño niño sale de la cocina sin notar mi presencia y salgo de mi escondite para enfrentar a Carol.

-¿Quien era?

-Se llama Sam, es el hijo de Jessie.

Por lo visto sí conoceré al hermano de Ron.

-Daryl ya está en casa, necesita recobrar fuerzas, ¿tienes algo por ahí? -me recuesto en la encimera viendo como sus manos tiemblan dejando al descubierto su estado de ansiedad. Noto de inmediato que este es un tema delicado para ella, pero no por eso tiene el derecho de tratar así a un chiquillo que por lo visto a sufrido toda su vida.

Carol se da la vuelta y abre la puerta del horno sacando una bandeja con galletas. La tomo con cuidado de no quemarme y antes de darle la espalda, la miro fijamente. Esta no es la Carol que conozco, se ha vuelto hipócrita y descortés, fingiendo ser una persona que no es, todo para encajar aqui. Esto es sin duda alguna lo que quería evitar.

-No lo trates mal por dolores del pasado.- le digo, y entonces salgo por la puerta.

Al llegar a la sala, deposito la bandeja en la pequeña mesa del centro y Daryl, el “enfermo” que no está enfermo y que por supuesto no quería comer, toma dos y las ingiere como un cerdo, esparciendo migajas por todos lados. Ya me tendré que encargar de eso luego.

-Provecho. Carl, ¿podrías venir un segundo?

Me alejo de ellos sintiendo las pisadas de Carl tras de mí. Una vez en la puerta principal, vigilo que nadie nos esté mirando y prosigo.

-Necesito un favor.

-¿Qué obtengo a cambio? -sonríe mostrando todos sus dientes.

Sé que está jugando, pero también sé que si no le doy algo, va a molestar con ello por un largo, largo, tiempo.

-Una noche salvaje. Ahora, tienes que cubrirme, después te cuento.- dejo un beso pequeño en su mejilla para poder darme a la fuga a toda velocidad pero toma mi rostro entre sus grandes y suaves dedos y me obliga a besarlo por más tiempo.

-Ya rugiste, ahora me lo debes.

Me río y asiento antes de abandonar la casa y dirigirme a la enfermería para darle una pequeña y para nada dolorosa visita al Dr. Pete.

Entro sin golpear, como es de esperarse, y cierro la puerta detrás de mi. Pete deja de escribir en su libreta y se levanta estirando su mano hacia mí en cuanto me ve.

-Alice, que bueno verte por aq…

-¿Sabes quienes son personas malas? -le pregunto, me acerco al escritorio y le quito el lápiz que tiene en la mano. Su ceño se frunce mirándome con total confusión.

-No, no lo sé.

-Las personas malas son aquellas que hacen sufrir a otras sin necesidad…- juego con el lápiz entre mis dedos y camino hacia Pete, posando mis manos en cada hombro y empujandolo para que vuelva a sentarse-. Padres golpeadores, maridos golpeadores… personas que en pocas palabras, no merecen vivir.

-No sé de qué estás hablando…- traga saliva ruidosamente y acerco mis labios a su oreja.

-Yo creo que sí Pete, ¿y sabes un dato curioso? A mí me encanta acabar con esa clase de personas.

Tomo el respaldo de la silla y lo giro hacia mí para poder tener su rostro frente al mío.

-Mi vecino solía golpear a su esposa, ¿sabes qué pasó cuando lo supe? -me inclino más cerca de él, soltando una carcajada al ver en sus ojos miedo, algo que probablemente la familia de Ron sienta constantemente-. Encontraron su cuerpo dentro de un bote de basura, tardaron tres días en reconocerlo. Las ratas hicieron un gran trabajo, borraron toda huella que podría haber.- con el lápiz, trazo varias líneas en su mejilla, haciendo que se eche hacia atrás tratando de alejarse de mí-. Es la primera y última advertencia que te doy, vuelves a poner un dedo encima de tu familia, y me encargaré personalmente de tu sufrimiento, ¿queda claro?

-S-Si…- responde atragantado.

La puerta de la enfermería se abre mostrando a Enid, quien al vernos frunce el ceño y se acerca aún más. Me alejo lentamente de Pete como si nada hubiera pasado.

-¿Qué pasa aquí?

-Pasaba por aquí y quise hacerle una pequeña visita al Dr. Pete, agradecerle por sus cuidados a Tara…¿algún problema?- mi tono irónico perfora mis oídos como ácido.

-Si, tengo un problema. Aquí no se permiten asesinos.

Le sonrío.

-Sobre eso... probablemente se arrepientan de haber abierto las puertas.- le guiño un ojo y antes de salir de la enfermería, miro a Pete-. Hasta luego Dr.

Es algo cortito, disculpen, se vienen mejores, lo prometo.

PD: Dia 2 luego del estreno: sigo llorando.

MY WAY - (Carl Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora