-Dije que te amaría siempre y eso haré.- sus ojos me atraviesan la piel y sus dedos se entrelazan con los míos antes de darme una sonrisa de disculpa -. Teniendo en cuenta que nuestro "siempre" acabará cuando un caminante satisfaga sus necesidades.
...
Dos días han pasado desde la muerte de Reg y desde que Rick se convirtió en el nuevo líder de Alexandria, para el disgusto de muchos. Deanna no se ha acercado a nosotros nuevamente y llego a sentir culpa por su dolor. Nuestra llegada implicó la pérdida de la mitad de su familia, por no decir toda, ya que Spencer no hace más que mantenerse lejos de su madre y ahogarse en alcohol.
Se podría decir que en Alexandria cambió todo, las personas ya no sonríen y dejaron de intentar hablarnos, nos miran como si fuésemos asesinos, que en sí es cierto pero bajo estas circunstancias.... ¿qué esperan? ¿qué seamos todos como el padre Gabriel? Sobre este, no ha salido de la Iglesia ni para comer, puede que esté arrepentido por hablar mal de nosotros, pero aquí nadie tiene intenciones de perdonarle.
Y sobre mí, estoy yendo a la casa de Jessie ahora mismo, la culpa que debería sentir Rick la siento yo. Seguramente Pete merecía morir por todo el daño que le hacía a su familia, pero ahora hay dos chicos sin padre, y sé cuán doloroso es eso. Jessie por su parte ha estado más cerca de Rick que antes, creo que están iniciando... algo.
Golpeo la puerta suavemente, repitiendome que hago esto porque sé lo que se siente y porque de alguna manera, creo poder liberar la tensión que permanece en la comunidad si hago que esta familia se muestre más feliz.
La puerta se abre y la rubia cabellera de Jessie se asoma por la puerta, me sonríe sin mostrar dientes, con esa sonrisa tan característica de ella, y que personalmente, adoro.
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-Alice, ¿cómo estás? Ven, pasa.- se abre paso y entro en la casa tímidamente.
-Estoy bien, muy bien... quiero decir, como se puede estar. No es que crea que estoy mejor que tú porque uno de mis padres que curiosamente es mi suegro se cargó a tu marido...¡Dios mío, lo lamento! -me tapo la boca después de soltar esas barbaridades y la miro avergonzada-. No sé de donde salió eso, disculpa, no fue mi inten...
-No te preocupes cariño, no es como si esperara un pésame por esto.- se encoge de hombros y suelta un pequeño suspiro-. Esperaba que pasara algún día, lo soñaba algunas noches... pero no así. ¿Quieres un té?
Jessie camina hacia la cocina y la sigo.
-Si no es mucha molestia.- murmuro, con miedo de decir algo fuera de lugar. Parece tan frágil y a la vez tan fuerte.
-¿Hace mucho que conoces a Rick? -me da la espalda y comienza a abrir varios cajones. Corro la silla de la mesa y me siento acariciando mis uñas.
-Eh, si, bastante.- carraspeo. Saber que en esta cocina sufrí la mayoría de mi infancia me pudre por dentro y no deja que me relaje. Siento que mi padre llegará de trabajar pronto y los entrenamientos van a empezar.
-¿Te gusta estar junto a ellos? Parece que tienes una bella relación con ese muchacho, Carl, ¿correcto?
