✴Capítulo 36: Por favor, salva a mi hijo.✴

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Capítulo 36.
"Por favor, salva a mi hijo."

Daryl me deposita en la cama y se sienta a los pies de ella viéndome casi sin parpadear. Escondo mi cabeza entre mis rodillas, las cuales acerco hasta mi pecho, y así, me repito que debo tranquilizarme.

He sufrido mucho en mi vida y no puedo dejar que esto me afecte tanto, no puedo dejar que un chico me afecte tanto. Si he de sufrir una vez más en mi vida, que sea muriendo por alguien que amo, no por ser traicionada por alguien a quien le he dado todo lo que tengo, por poco que fuese.

Daryl estira su mano y acaricia mi dedo del pie, haciéndome cosquillas. Levanto la cabeza y alejo mi pie de él.

-Deja de hacer eso, me hace cosquillas.

-Pero te saqué una sonrisa.- me saca la lengua y me río un poco.

-Esta sonrisa está porque tienes un moco colgando de tu barba.

-¡Oh, niña asquerosa!- me empuja un poco demasiado fuerte hacia atrás y caigo de la cama.

-Eres un asco consolando gente, concéntrate en seguir aplastando cráneos.

Resoplo para quitarme el cabello de la cara y me levanto del suelo.

-Voy a aplastar un cráneo en especial ahora.- dice Daryl pero escucho un extraño ruido abajo, como objetos rompiéndose, por lo que me quedo inmóvil tratando de escuchar mejor-. Ese niño me va a escuchar... ¡que escuchar! ¡sentir! Me va a sentir. Voy a dárselo a los caminantes y me quedaré viendo que...

-Daryl, cállate.

-.... lo abran a la mitad. ¡No! Eso no será suficiente. Voy a atarlo a un árbol de cabeza, y haré un corte en su...

-Necesito silencio.

Me acerco a la puerta con cuidado.

-... pene, en su pene... sí. Así se desangrará y yo voy a...

-¡¿Podrías cerrar esa estúpida boca de una maldita vez?! ¡Intento escuchar qué diablos sucede afuera...!

Daryl me mira ofendido, como un perro siendo regañado.

-A mi no me callas, chiquita malcria...

La puerta de mi habitación se abre con fuerza haciendo que caiga al suelo golpeándome el abdomen. Me levanto con rapidez esperando encontrarme a algún agresor, pero sólo es Abraham.

-Aquí están, debemos... irnos.- habla con dificultad, como si hubiese estado corriendo kilómetros sin parar.

-¿Qué? ¿Pero por qué?

Abraham le lanza "la mirada" a Daryl. Esa que se dan cuando uno sabe algo que el otro no, y en este caso yo soy quien no sabe nada.

-¡Maldición! -exclama Daryl con fuerza, pateando a su paso la esquina de la cama.

-¿Qué? ¿Qué pasa?

El nombre de Carl está en la punta de mi lengua, esperando ser pronunciado, pero me contengo. De ahora en adelante, lo que le pase o deje de pasar... no me interesa.

-La torre...cayó. Los muros de Alexandria se han destruído y los caminantes que nos rodeaban, ahora están dentro.- dice Abraham.

-No, eso no...

Voy hacia mi ventana esperando ver el paisaje que vi hoy, pero no es así. Cientos de caminantes caminan por la comunidad, unos golpeando las ventanas, otros comiendo a cuán desdichado se les cruza por el camino. Mi mano tiembla.

MY WAY - (Carl Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora