1. "Afueras de Londres."

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El verano de 1994 fue épico tanto para Madison Black como para Noa Black, las mellizas cuyas vidas habían cambiado radicalmente en el último curso: habían conocido a su padre, Sirius Black, que tuvo que huir gracias a que todo el mundo mágico le buscaba ya que se pensaba que era partidario de Voldemort y había asesinado a 12 muggles y a Peter Pettigrew, lo cual no era cierto; y se habían mudado finalmente con el recién conocido y descubierto padrino de Noa, Remus Lupin, quien había sido Profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, al cual iban las niñas, en el último curso.
El departamento de Lupin era pequeño, aunque acogedor. Hasta trabajar en Hogwarts, él vivía allí, solo. No lo había vendido por si sucedía algo como lo que sucedió en Hogwarts: que descubrieran que era un hombre lobo.  Aquello ocasionó su renuncia y agradecimiento por no haber vendido el departamento. Se encontraba en las afueras de Londres, en una pequeña ciudad llamada Greenwich (de la cual pueden haber oído en sus clases de Geografía). El departamento consistía en una pequeña cocina con mesa para tres, una habitación para uno, una sala de estar, un baño y un pequeño balcón. Maddie y Noa dormían en los sofás que había en la sala de estar: a Lupin no le alcanzaban los ingresos para mucho más. Ahora que había perdido su bien pagado empleo en Hogwarts, consiguió un trabajo en un mercado muggle cercano de artes y oficios, llamado Greenwich Market. Al finalizar la semana, cambiaba el dinero muggle, libras esterlinas, por dinero del mundo mágico, Galleons, Sickles y Knuts. Su trabajo consistía simplemente en vender los vinos de la bodega que le había contratado. La paga no era muy buena pero le alcanzaba para que sobrevivieran los tres. Además, Maddie y Noa tenían dinero muggle guardado y una bóveda en Gringotts llena de dinero. Gringotts era el banco más seguro de todo el mundo mágico, en el cual ellas poseían la bóveda 711, perteneciente a la familia Black, que había sido una familia rica y totalmente "pura" de sangre, a excepción de algunos miembros como Sirius, que se había casado con Celeste, una muggle, madre de Maddie y Noa.
Desde el momento en el que pisaron el departamento, Maddie y Noa lo consideraron su nuevo hogar, y quisieron demostrarle su agradecimiento al padrino haciendo las tareas de la casa mientras él trabajaba. Decidieron llamar a Lupin «tío Remus», porque resultaría incómodo seguirlo llamando «profesor» o «señor Lupin». Él aceptó gustoso el apodo. Los fines de semana, el tío Remus les enseñaba preparaciones mentales para poder ejecutar hechizos que no había terminado de o incluso empezado a enseñarles, como el Patronus, ya que ninguna de las dos podía ejercer magia fuera de Hogwarts hasta cumplir la mayoría de edad. Noa empezó a enseñarle Quidditch a su hermana: en el último curso, Sirius le había enviado una Saeta de Fuego a Noa, que era cazadora en Quidditch, por lo que la Cometa 260 encantada, que había sido de Sirius en un origen, quedó para Maddie.
Maddie era brillante en Pociones, y le ofreció a Remus hacerle la poción matalobos que el profesor Snape le había hecho durante el año anterior: la transformación de los hombres lobo era muy dolorosa y sobretodo peligrosa. Remus estaba preocupado de hacerle daño a alguien, o peor, a ellas, y aceptó la ayuda de Maddie. Noa, por su parte, era brillante en Transformaciones: el curso anterior había logrado transformarse en animago, sin registrarse, logro antes desconocido por alguien de su edad y en tan poco tiempo.
En el verano, en total, recibieron 5 cartas de Sirius, todas preguntando cómo estaban, qué hacían y tranquilizándolas diciéndoles que se encontraba bien.
En resumen, el verano fue excelente. Más difícil que otros veranos, pero excelente.
Un mañana de sábado en julio, Lupin se levantó para ir a desayunar encontrándose con una Maddie perezosa y una Noa impaciente preparando el desayuno.

—¿Son tostadas lo que huelo? —preguntó Lupin olisqueando el aroma.

—Deberían —dijo Noa—, pero Maddie hizo rocas volcánicas en su lugar.

—¿Cómo iba a saber yo que no tenía que dejarlas en la tostadora luego de que saltaran? —exclamó Maddie.

—Tostadora caliente —explicó Noa de mal humor—, pan adentro de la tostadora caliente más del tiempo correspondiente. Pan quemado. Rocas volcánicas. ¿Qué te parece? ¿Tengo que deletrearlo?

Pequeñas Black y el Caliz de Fuego {Libro IV-Harry Potter}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora