21. "La primera prueba."

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La mañana siguiente, le contaron a Hermione acerca de los dragones y Sirius. Como una loca, apresuró a Harry en el desayuno para ir directamente a la biblioteca. Pero, tanto Harry como Maddie, al mismo tiempo, exclamaron:

—Cedric aún no sabe de los dragones.

Entonces, Hermione dijo que esperaría a Harry en la biblioteca mientras ellos tres iban en busca de Cedric.
Ya veían a Cedric a final del pasillo, charlando con sus amigos, pero entonces apareció Hagrid.

—Maddie, necesito que me ayudes con los escregutos.

—Pero, ¡es domingo!

—Y tú eres mi asistente —respondió Hagrid guiñando un ojo—, y lo eres todos los días. Vamos, Maddie... Necesito solucionar esto antes de la primera prueba del Torneo.

—Va, está bien —aceptó Maddie—. Vayan con Cedric ustedes.

Entonces Harry y Noa siguieron su camino hasta llegar a Cedric.

—Miren, es Harry Potter, el tramposo —dijo uno de los amigos de Cedric.

—Y tú eres Anthony Rickett, el fracasado que se le declaró a Mickie Market y fue rechazado —contestó Noa. El chico parecía sorprendido—. Sí, me entero de todo, cariño, así que no te metas con Harry que puedo contraatacar mucho peor.

—Váyanse, chicos, luego los alcanzo —murmuró Cedric.

Tanto Rickett como los demás amigos de Cedric se fueron.

—Eso estuvo muy bien, Noa —rió Cedric—. Tiene muy en claro que no somos amigos y aún así pretende que hable mal acerca de otros con él a sus espaldas. Cambiando de tema, ¿han venido por algún motivo en específico, o...?

—Sí —respondió Harry—, sabemos en qué consiste la Primera Prueba.

—¿Qué? ¿Cómo lo saben?

—Porque yo la he visto —explicó Noa—, y también la han visto Maxime y Karkarov, así que eres el único que no lo sabe.

—Ahora que lo sabes, estaremos en igualdad de condiciones —murmuró Harry.

—¿Y en qué consiste?

—Dragones —dijo Noa, e ignoró la expresión atónita de Cedric—. Uno para cada campeón, tendrán que burlarlos.

—¿Pero, cómo...

—No importa cómo —interrumpió Noa—. Yo en tu lugar pensaría en alguna solución. Maddie iba a venir con nosotros a decirte pero Hagrid apareció para que la ayude con los escregutos y...

—Entiendo —la tranquilizó Cedric—. Ha sido muy generoso que me dijeran.

—Tú harías lo mismo por mí —dijo Harry—, creo.

—Sí.

—Bueno —murmuró Harry—, Hermione me está esperando en la biblioteca. Adiós.

Dicho esto, Harry se marchó.

—¿Tienes idea de cómo burlar dragones? —preguntó Cedric anonadado.

Pequeñas Black y el Caliz de Fuego {Libro IV-Harry Potter}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora