XIX [L]

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When I wake up I'm afraid, somebody else might take my place

Afraid — The Neighbourhood

Contenido sensible, temática de autolesión y depresión.

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Día 365

Hoy mi psicólogo me ha dicho que tengo visita, es por eso que te escribo por la mañana y ni por la noche como siempre, estúpido diario.

Sé que te llamo siempre estúpido pero te he cogido cariño en este año... ¿Quién será esa visita misteriosa? Según tengo entendido mi hermano no es, porque vino ayer y no suele venir dos días seguidos.

¿Será Camila...? Sé que llevo muchos días sin hablarte de ella, y llegó un momento en el que pensé que no iba a volver a hacerlo pero... No sé por qué tengo ese pequeño ápice de esperanza, ¿Sabes?

Llamaron a la puerta e hice un nuevo rayajo en el cuaderno tirándolo encima de la mesa. Lo raro era que ese cuaderno de tapa blanda sobreviviese después de todo lo que había vivido.

Me puse las chanclas de color azul y abrí la puerta recibiendo al celador.

— Buenos días, Lauren. Vengo a acompañarte a la sala de visitas —dijo Jackson con una sonrisa falsa, como siempre.

— Sabes que sé el camino, no sé por qué insistes siempre en llevarme —respondí rodando los ojos y cruzándome de brazos mientras empezaba a caminar.

— Son las reglas de la casa, Lauren. Yo solo sigo órdenes.

Me encogí de hombros. En realidad lo sabía.

Hice mi camino con la mayor tranquilidad posible recorriendo las habitaciones blancas de mis compañeros hasta llegar al vestíbulo donde teóricamente se encontraría mi visita.

Me senté en el sofá de color amarillo pálido y esperé mirando la madera del suelo hasta que una figura se colocó delante de mí. Al levantar la mirada se me calló la boca... Qué... Qué estaba pasando. Ni en un milenio me podría haber imaginado que iba a ser él quien estuviese delante de mí.

— Hola Lauren —dijo el cabrón con una sonrisa que cubría todo su impecable rostro.

Me levanté y miré al celador que estaba con los auriculares puestos.

— Esto tiene que ser una broma... —susurré negando con la cabeza.

Mike Lex. El mismo cabrón que hizo que empezase a tener ganas de drogarme estaba delante de mí con una sonrisa impoluta, un traje negro y el pelo tan engominado como siempre. Dios, seguro que seguía impactando en listas de spotify ajenas con su horrenda voz.

Me hizo un gesto para que me sentase en una de las mesas de madera clara que teníamos para conversar con nuestras visitas alegremente, pero la alegría precisamente no era algo que predominara en mi sonrisa.

Bufé y me senté enfrente de él.

— Cómo coño sabes donde estoy —fui directa, quería una respuesta coherente.

— No eres tan difícil de encontrar, Lauren Michelle Jauregui. Además tengo un equipo investigador bastante eficiente.

Uau. Un equipo investigador, un autotune potente... El chico del billete de mil dólares lo van a llamar.

Me crucé de brazos no permitiéndole ver lo vulnerable que había podido llegar a ser en la clínica. Necesitaba mantenerme fuerte ante ese grandísimo hijo de... su madre.

Instant Chaos [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora