Sobre nacimientos, bodas y finales felices

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FLASHBACK

(En frente de la mansión-ocho años atrás)

«Emma, ¿crees que es seguro quitarle las ruedecitas ahora?» preguntó la morena al ver a su esposa arrodillándose al lado de la bicicleta de Henry para quitarle el accesorio, mientras Lilly enredaba sus dedos en sus mechones negros, mientras estaba en los brazos de su madre "Ina"

«¿Quiere que esperemos hasta que tenga edad para usar herramientas y las quite solo?» respondió, ya con una de ellas en las manos «Además, yo me quedo agarrándolo hasta que tenga seguridad y equilibrio suficiente» finalizó retirando la otra.

«¡Mamá, ya soy grande! Solo las niñas llevan ruedecitas en la bicicleta. Por eso los otros chicos ya se ríen de mí» explica, enfadado con la exagerada preocupación de su madre morena.

«Muchachito, debes entender que nunca serás lo suficientemente grande para mí. Y, a propósito, ¿quiénes son esos chicos que se están riendo de ti? Dime sus nombres que voy a hablar con sus padres» asegura, mientras el hijo ponía los ojos en blanco.

«Por eso me llaman "niño de mamá"» dijo con rabia

«Hey, ¿será "hijo de mamás", no?» pregunta, indignada la rubia

«Ah, ma, ellos piensan que tú eres mi hermana mayor» dijo, bromeando, subiendo en la bici.

«¿Ah sí? Pues diles que cuando sean adolescentes y estén infringiendo las leyes, bebiendo y haciendo destrozos por las calles, voy a enseñarles quién es la hermana mayor» dijo, enfadada con su falta de credibilidad ante los niños de Storybrooke.

Regina y Henry rieron por el enfado de la rubia, al mismo tiempo que Lily pidió ser colocada en la parte de atrás de la bicicleta, pedido negado por ambas madres.

El muchacho comenzó a pedalear y Emma agarraba el sillín para darle apoyo. Regina colocó a la hija en el suelo y ambas comenzaron a aplaudir y sonreír al ver a los otros integrantes de la familia avanzando por la Mifflin Street.

En cierto momento, la rubia soltó el sillín y el hijo continuó solo, sin notar la expresión de pánico que tomó cuenta del rostro de su otra madre, sustituida, después, por una de orgullo cuando Regina se dio cuenta de que su pequeño príncipe estaba creciendo y camino de convertirse en un hombre con seguridad e inteligente.

Henry atravesó toda la calle solo y al cansarse, volvió cerca de las tres mujeres de su vida, hasta ese momento. Se quedó dando vueltas alrededor de ellas, y, en ese momento, los cuatro formaban el perfecto cuadro de una familia feliz.

FIN DEL FLASHBACK

[Regina]

Despierto de lo que probablemente fue una pesadilla. Cuando consigo abrir los parpados, veo a Emma, mirándome con expresión preocupada, y me doy cuenta que estoy en sus brazos, en nuestra cama. Por lo visto, la revelación de nuestro hijo no fue un mal sueño.

«Emma, por favor, dime que no vamos a ser abuelas» imploro, con una última brizna de esperanza, deseando oír una respuesta negativa.

«Amor, tienes que ser fuerte. Nuestro niño creció y ahora nos dará un nieto. Es la dinámica de la vida» afirma, aparentemente intentando controlar la risa

«La dinámica de la vida es que estudie, que vuelva a vivir con nosotras y solo piense en casarse a los 35 años y ser padre a los 40» rebato, sintiendo sus dedos enredándose en mi cabello.

«Regina, amor mío, tienes que dejar de ser tan controladora y confiar un poco en nuestro hijo. Acuérdate cuando nos casamos y lo adoptamos, solo teníamos algunos años más de los que tiene él ahora» dice seria

Escenas de un matrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora