CAPITULO 10: EL GRAN Y ANCESTRAL PALACIO DE LOS GUARDIANES

43 8 2
                                    

—Espera un momento... ¿Acabamos de viajar por una fuente? — pregunto Thomas, intentando no mirar por el mirador. Le daban miedo las alturas.

—Sí. Bueno, en realidad, no hemos viajado, si no, más bien, teletransportado. Tan solo hay cuatro fuentes en la ciudad, y están unidas, por lo que se puede viajar de una a otra. Muy pocos lo saben, pero yo lo descubrí nada mas verla — contó Emma, acercándose al borde de la barandilla que separaba el mirador del gran vacío. 

—Ya lo has dicho — dijo Thomas, bruscamente. Seguía intentando evitar que su mirada cayera en el gran precipicio.

—¿No es precioso? Magick es una isla flotante, pero lo más increíble es que está constantemente dando vueltas, como la tierra. Este es el centro del Multiverso, por lo que, los demás universos, o al menos sus puertas, giran alrededor de Magick — siguió contando Emma, quitándose la chaqueta, pues hacía bastante calor, aunque la sombra del palacio, hacía parecer que ya estaba oscureciendo.

—Que paranoia — repuso Thomas — Los Guardianes deben de ser ricos

—¿A que te refieres? — preguntó Emma, girando su cabeza y acercándose a Thomas. 

-—Bueno, me dijiste que ellos crearon Magick, y ya ves... 

—Thomas, eres tonto... Pueden hacer magia ¿Sabes? Crear cosas de la nada... — le atajó Emma, un poco impaciente. 

—¿Y por que utilizan la ciudad como hotel? — preguntó Thomas, cambiando de tema

—Bueno, a veces, para viajar de un universo a otro, tienes que tener precauciones. Tienes que estar bien preparado para viajar. Aquí te preparas para todo — explicó Emma.

—¿Te entrenaste aquí? — volvió a cambiar de tema, Thomas. 

—En parte sí. Estuve dos meses aprendiendo y viajando. Tienes que estar mentalmente y físicamente preparado para ser un Lector — le contestó Emma.

Thomas asintió con la cara, insinuando que lo había entendido, pero enseguida, le vino otra duda a la cabeza.

—Oye... ¿No decías que llegábamos tarde? ¿Por que no entramos? 

—Tenemos que esperar a que nos abran las puertas y oh.... — Emma se paró al observar que lo que había dicho ya se había realizado. Dos caballeros abrieron las grandes puertas del castillo.

Thomas y Emma salieron del mirador y empezaron a andar hacia la puerta. El Palacio era enorme, compuesto por diez torres, cada una a una altura diferente, lo que lo hacía parecer muy irregular. Era de un color azul celeste y tenía muchas ventanas y también dos banderas con una gran M en el medio. Como estaba justo en el pico de la montaña, no tenía nada alrededor salvo unos arboles. Thomas pensó que aquel palacio no le pegaba como un lugar de residencia para los guardianes. Al llegar a las grandes puertas (que eran de más de cinco metros de altura, los caballeros que protegían el palacio se inclinaron con una gran reverencia. A Thomas esto le hizo parecer raro. Nadie nunca se había inclinado ante el. 

Cuando entraron al palacio, lo primero que Thomas sintió fue una sensación de desilusión. Tal y como había visto Magick, se esperaba que el palacio fuera más alucinante aún, pero lo que vieron sus ojos era una completa ilusión. Dentro del palacio no había nada salvo muebles rotos, capas de polvo, hojas, ramas, ventanas rotas y nada de luz. Parecía como si un huracán hubiese arrasado el palacio por completo. ¿De verdad vivían allí los Guardianes?

—Emma... que se supone que ha pasado aquí - dijo Thomas, viendo como los caballeros cerraban las puertas. Se habían quedado a medio oscuras y Thomas empezó a ponerse nervioso.

Magick: El libro del Infinito [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora