Magick: El libro del Infinito [EN PAUSA]

CAPITULO 12: LA GRAN ASAMBLEA

Thomas se giró y tras él pudo ver como el Coetum se inundaba de una treintena de personas. Helena le imitó pero al contrario que el, ella no se sorprendió. Emma se puso junto a Thomas y comenzó a recibir a la gente. Los Guardianes hacían lo mismo. La Sala acababa de llenarse de (al menos la mayoría) seres tan extraños que a Thomas le costó imaginarse cómo algo así podría ser normal en otro universo. Diez de las personas que acababan de llegar eran humanos puros. Cinco hombres y cinco mujeres (tres de ellos de raza negra). Luego había dos seres medio humanos. El primero de ellos era un humano pero en vez de dientes normales, poseía una dentadura que podría aparentar ser de diamante. Tenía todos los dientes afiladísimos y sus dedos de las manos le llegaban hasta el suelo. El otro era un o una (no se diferenciaba) especie de Mantis Religiosa, por desgracia de Thomas, que sentía un gran pánico hacia estos insectos. Tenía todo el cuerpo de color verde y sus ojos eran enormes, además, en vez de brazos, tenía garras. Su espalda tenía una joroba tres veces más picuda de lo normal. Luego había siete criaturas que Thomas las conocía, de haberlas visto y leído en libros. Dos faunos, tres centauros y dos mujeres que estaban completamente mojadas y tenían membranas en los dedos y vestían unos vestidos hechos de algas. Debían de ser sirenas. Lo último en lo que se fijó Thomas fue en un ser cubierto completamente por una capa, algo que le recordó a los dementores de Harry Potter. Thomas creyendo que ya había visto suficiente ser y sintiéndose ridículo con su túnica, se volvió a su hermana y la dijo:

—¿No decías que la Asamblea iba a ser más tarde? — preguntó a su hermana, en bajo, para que los demás no le escucharan, aunque si lo hubiera dicho en alto tampoco es que se hubieran enterado. Todos estaban hablando y saludando a los guardianes en un tono de voz muy alto.

—Los Guardianes han decidido adelantarla pues creen que es mejor celebrarla cuanto antes — le aclaró Emma.

Helena, que acababa de volver de saludar a una chica negrita que era igualita a ella (debía de ser su hermana) también se dirigió hacía Emma.

—Emma, me dijiste que me ibais a esperar... — la dijo Helena. Después hizo un gesto a la muchacha negrita para que viniera.

—Lo siento, es que tuve un pequeño problema...

—Esta es mi hermana. Heressa. Creo que tú ya la conoces, ¿Te acuerdas? — dijo dirigiéndose a Emma.

—Como para no acordarme — dijo, y luego abrazó a Heressa — Este es Thomas, mi hermano. Thomas, esta es Heressa, la hermana pequeña de Helena.

—Hola — dijo alegremente Thomas, intentando ser cortés y creyéndose aún más ridículo con la túnica. No sabía porque, pero aquella chica le parecía bastante atractiva. Iba vestida con un vestido muy parecido al de su hermana Helena. Esta le devolvió el saludo, aunque mirándolo de arriaba abajo.

-—Buenas a todos! Por favor, sentaos — dijo de repente el Guardián que habló el pasado día con Thomas. Todos los asistentes obedecieron y se sentaron a lo largo de la gran mesa de piedra y para desgracia de Thomas, tuvo que sentarse junto a la mujer-mantis. A su otro lado estaba su hermana y enfrente las hermanas Bombyx.

—Oye, ¿Los Guardianes tienen nombre? — preguntó Thomas a su hermana disimuladamente.

—Sí, pero no lo utilizan mucho. El líder se llama Terran, la mujer se llama... Aria...y los otros dos Foguo.

—¿Se llaman igual?

—Sí, son la misma persona dividida en dos personalidades diferentes

Después de aquella confusa explicación, Terran comenzó a hablar.

—Hola a todos. Es un honor que hayáis acudido a esta asamblea. Espero que no os haya resultado difícil acudir, y digo honor por que en estos tiempos no somos los que éramos antes. Después de las Guerras Civiles y la Rebelión de los Moradores, son muchos los que nos han abandonado, pero agradece saber que aún hay unos pocos que nos son leales. Gracias — luego del discurso, Terran se sentó y en su lugar Aria se levantó y comenzó a hablar otra vez.