Magick: El libro del Infinito [EN PAUSA]

CAPITULO 8: LA DECISIÓN FINAL

—¡Por fin apareces! — exclamó Emma al ver a su hermano entrar por la puerta del comedor. Una gran luz entraba por la ventana, la cual hacia que la habitación pareciera muy grande. Hacia mucho sol y un poco de viento. Se escuchaba el cantar de los pájaros.

—Lo siento... me dormí — mintió Thomas. Había jurado guardar el secreto de Felipe, y lo iba a hacer. Sentía compasión por el, pues entendía su situación. Aunque no fuera muy bueno limpiando, el se esforzaba y se merecía una oportunidad.

Thomas caminó hacia la mesa del comedor, que estaba enfrente de la chimenea, la cual estaba encendida. Los Watson y Emma ya estaban comiendo, aunque Thomas dedujo que era el desayuno. Ahora que había mucha luz, se fijó por primera vez en la gran habitación. Había dos sofás al fondo de la sala y había unos cuantos cuadros. En el techo había una gran lampara de araña y las paredes eran de un color blanco roto.

Thomas cojió asiento al lado de su hermana. La mesa, que era de madera, estaba decorada por un mantel blanco y con platos llenos de tostadas, frutas y cereales. Al sentir sus tripas rugir, Thomas empezó a comer una manzana.

—Hoy hace un buen día para dar un paseo ¿No creéis? — propuso Howard, mirando hacia la ventana.

—Sí, aunque quizá deberíamos centrarnos más en... bueno... ya sabes — dijo Katherine, rápidamente. Howard puso una cara de asentimiento y volvió su mirada hacia la mesa. 

—¿A que os referís? — preguntó Thomas, mientras tragaba un buen trozo de manzana. 

—Parto hoy hacia Magick — le respondió su hermana, mirando la cara de perdido de su hermano.

—¿Te vas a volver a ir? — dijo tristemente Thomas. No quería volver a perderla otra vez

—Ya lo dije ayer. Se va a organizar una gran asamblea en Magick, en la que varios Lectores se reunirán para discutir quienes organizaran la misión hacia Eternium. Yo he sido convocada — explicó Emma, a la vez que terminaba su tazón de leche. 

—Oh... y ¿Que es Eternium? ¿Para que es la asamblea? — preguntó Thomas, el cual estaba cada vez más confuso.

—Thomas... tienes mala memoria... Hace una semana se dio a conocer que un universo (no me preguntes cual, por que no lo se) había desaparecido del mapa, dando a entender que había sido destruido. Los Guardianes nos convocaron para hablar del tema y llegamos a la conclusión de que el Guardián Rebelde podría haber retornado para seguir con sus planes. Para confirmar nuestras sospechas, nos dirigimos a Infinitum, el lugar donde se guarda el libro, y efectivamente, descubrimos que el libro había sido robado. Ya no estaba. Pues bien, el libro solo puede ser abierto con una llave, y esa llave se encuentra en el Reino de Eternium. Por eso, los Guardianes nos han convocado. Quieren reunir un grupo de valientes para que se dirijan allí y protejan la llave. Lo malo es que el Reino de Eternium es muy peligroso, por eso se necesita un grupo.

Cuando Emma terminó de explicar, Thomas se quedó un tiempo parado intentando asumir lo oído. Luego volvió en sí.

—Pero, ¿Y si el Guardián Rebelde ha robado también la llave? — preguntó a continuación

—No. Tan solo un Guardián sabe donde esta escondida, por eso nuestro deber es encontrarla para llevarla ante los Guardianes. El que sabe donde esta escondida, dará el nombre del sitio donde esta está. Pero es muy importante crear un grupo que sea digno de fiar — contó Emma

—Pero sigo sin entender para que necesitan la llave si ya esta escondida — siguió Thomas

Emma suspiró.

—Ah... Mira... A parte del multiverso, existen tres lugares llamados Los Reinos del Infinito. Estos tres reinos, Eternium, Infinitum y Obscurium, fueron creados para guardar tres elementos muy importantes. El Libro, la llave y la profecía. Todo el mundo sabe que esos tres objetos están guardados allí, pero no se sabe en que parte exactamente. Por eso, tenemos que ir lo más rápido posible hacia Eternium, que es donde está la llave y cojerla antes que aquel que esté causando todo esto. ¿Lo entiendes?