CAPITULO 13: EL RENCOR DE IGNOTUS

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Un rato después de que el grupo que acudiría a Eternium se hubiera formado, Emma, Thomas y las hermanas Bombyx regresaron a Magick. Se despidieron de los demás asistentes y se dieron un saludo con los Guardianes. Justo antes de irse, Terran, el líder Guardián, hizo un gesto a Emma con la mano. Esta reaccionó y se dirigió hacia donde estaba Terran. Estaban hablando muy bajo y a Thomas le hubiera gustado saber de qué trataba su conversación.

—¿De que creéis que estarán hablando? — preguntó Thomas a las hermanas.

—No sé — dijo Helena, con cara como de que no le importaba de que estaban hablando — Solo sé que los Guardianes quieren poner a Emma como líder del grupo.

—¿Y eso por qué? — preguntó Thomas, cada vez más interesado

—Bueno, es evidente ¿No? — Dijo Helena — Emma tiene mucha fama por aquí. En estos cuatro años ha resuelto muchos problemas y conflictos. Se ha ganado muchos aliados, pero unos pocos enemigos.

—Oh, no lo sabía — aclaró Thomas, mirando fijamente a su hermana. En ese momento, terminó de hablar con Terran y volvió con los demás.

—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? — preguntó Emma al ver que los tres estaban mirándola fijamente a la cara.

—No, nada, bueno, vamos — concluyó Helena, y en ese momento saltó por el precipicio hacia Magick. Su hermana hizo lo mismo.

—¿Qué te ha dicho Terran? — preguntó Thomas una última vez antes de saltar.

—Nada, es algo privado, no tienes de que preocuparte

—Soy tu hermano, tengo que preocuparme — añadió Thomas

—¡No tienes por qué hacerlo ahora! — gritó Emma — Yo... lo siento por gritar, pero si te digo que no es nada es porque no es nada, confía en mí.

—¿Porque no me contaste que ibas a ser tú la líder del grupo? — preguntó Thomas, un poco cabreado.

—Dios Thomas, te lo iba a decir, pero no me acordé y...

—Tampoco me contaste que eras famosa — le interrumpió Thomas.

—Bueno, yo no me consideraría famosa, más bien...

—Tienes muchos secretos Emma — dijo Thomas, y en ese momento saltó por el precipicio

Emma se paró y dudo un instante. Luego saltó también.

...

Cuando Emma y Thomas llegaron a la Posada de los Sueños, fueron recibidos por un gran barullo de personas que estaban festejando en los salones del fondo. No había ninguna nube flotando (aún era por la tarde) y la sala estaba iluminada con una luz casi insoportable.

—¡Eh Emma! — gritó Helena que acababa de salir del montón de gente. Tenía un vaso en la mano lleno de lo que parecía cerveza.

—Helena... ¿Qué están celebrando? — preguntó Emma, un poco incómoda, pues seguía enfadada con su hermano.

—Ven, ahora te lo explico, vamos a alejarnos un poco, que así uno no puede concentrarse — dijo, y acto seguido, los dos hermanos la siguieron hasta el fondo de la sala y encontraron un sillón vacío. Heressa, la hermana de Helena, ya estaba sentada allí.

—¿Por qué habéis tardado tanto? — cuestionó Helena, al sentarse.

—Se me olvidó una cosa, no es nada — mintió Emma. Inmediatamente, cogió un mechón de su pelo y comenzó a acariciarlo.

—Por cierto, Heressa, ¿Tú no has querido participar? — cambió de tema Emma, dirigiéndose a la hermana. Que estaba sentada con postura cansada.

Magick: El libro del Infinito [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora