"Un Auténtico Amor"

capitulo 29: temores

Estoy en la ducha, pensando en algunas cosas. La revelación de la homosexualidad de Dave ha sido algo impactante para mí, honestamente jamás se me hubiera pasado por la cabeza que él realmente es gay. Aunque la verdad, sí me había dado algunas señales al respecto. Como sea, cierro la llave de la ducha y el agua deja de fluir. Camino hacia la habitación, me visto y comienzo a ordenar un poco mis cosas. Me siento algo nerviosa. Empacaré mis cosas, hoy me he armado de valor para volver a casa. De pronto suena mi teléfono, me fijo quién es el que llama y era nadie más que el carismático y guapísimo Robert Downey Jr. Rápidamente contesto y al escuchar su hermosa voz me siento mucho más tranquila. 

- Hola, nena – sonrío inmediatamente

- ¡Hola Robbie! – contesto enérgica

- Te llamaba sólo para dejarte en claro que yo sí cumplo mis promesas. – ríe – No, la verdad es que te llamo porque moría de ganas de escuchar tu tierna voz – no puedo evitar ruborizarme. ¡Dios! El Downey efecto….

- Eres tan… 

- ¿Tan? - pregunta

- ¡Tan lindo! 

- Y tú eres hermosa, Natalie. Dios… cómo deseo que estuvieras aquí… 

- Yo también quiero estar contigo ahora Robbie…

- Hubiera sido un día perfecto para pasarlo juntos, ¿no lo crees?

- No puedo estar más de acuerdo con eso.

- Quiero besarte – dice

- Y yo a ti

- Ahora. – ambos reímos - A veces creo que deberían existir los tele transportadores 

- Eres un tontito, Robbie – ríe 

- Ya debo irme, Allyson está por llegar. Será un día muy fraternal – vuelve a reír. 

- Claro. Mejor deja de perder el tiempo y ve a hacer lo que tengas que hacer – río también

- Yo no pierdo el tiempo contigo, de hecho creo que hasta me falta tiempo para compartir contigo, Nat. 

- Oh Robbie… 

- Ya debo colgar, ¿me llamas esta noche?

- Seguro – digo

- Un beso. Adiós nena

- Adiós, guapo.

Dejo el teléfono en la mesita y sigo ordenando mis cosas, pero tras un rato me doy cuenta que Dave está apoyado en el umbral de la puerta, me detengo y lo hago pasar. 

- Dave, no me había fijado que estabas ahí… 

- Oh, no quise molestarte – dice preocupado

- No te preocupes. ¿Alcanzaste a escuchar mi conversación con Robert?

- No, claro que no, Nat – dice

- Oh, está bien – digo mientras doblo un par de pantalones

- ¿Qué haces Nat? – pregunta divertido

- Estoy empacando… Sabes Dave, agradezco muchísimo tu hospitalidad, pero… debo volver a casa. – suspiro – Es tiempo de… resolver las cosas.

- Oh… entonces, ¿ya te vas?

- Así es – digo en un tono apenas audible 

- ¿De verdad? Porque, ya sabes… no tengo ningún problema con que te quedes aquí por más tiempo – dice sonriendo

- No, Dave. Ya es tiempo que me vaya. De verdad tengo que afrontar mis propios demonios esta vez, y debo hacerlo sola. Sin tu ayuda, ni la de Robert.