Karen

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No sabía cómo había sucedido, juraría que hacía apenas unos minutos estábamos discutiendo sobre el miedo a volar de Chris, pero ahora Chris estaba sobre mí haciendo que me olvidase de todo. ¡Y Dios! ¡Cómo besaba! Se podía ir a la porra Alan y su lado oscuro porque me quedaba con el brillo de Chris si me iba hacer sentir esto. ¿Se me había escapado un gemido? Chris profundizó el beso haciendo que perdiera la cabeza; agarré su camiseta y le acerqué a mí con fuerza. Estaba segura de que estábamos dando una escena prohibida para menores, pero era incapaz de controlarme.

Un carraspeo me devolvió a la tierra. Aparté con delicadeza a Chris que finalizó el beso con suavidad antes de girar la cabeza para observar a la persona que nos había interrumpido.

—Señores, ya hemos aterrizado. Por favor, cojan sus cosas y salgan del avión —dijo la azafata en un tono monocorde.

Me removí en mi sitio avergonzada, pero Chris no hizo ninguna muestra de moverse. Sonrió a la azafata y le contestó:

—Claro, ahora nos ponemos en marcha.

La azafata entrecerró los ojos y se marchó con cara de mosqueó. Chris volvía a estar atento a mí.

—Quiero tu número de teléfono —dijo—. Y tu mail, y tu Facebook, y tu nueva dirección, y cualquier forma que exista para poder contactar contigo. Si es necesario, hasta el número de Mike.

Me mordí el labio controlando la sonrisa de malicia que quería salir.

—No te preocupes, tengo tu número. Yo te llamo.

—¡Ah! ¡No! Esta vez me encargo yo.

—Toma. —Una mano con un papel se puso delante nuestro. Subí la cabeza y me encontré con los ojos de Mike que se reían de mí sin ningún disimulo—. Aquí tienes su número de teléfono, su Facebook y la dirección del hotel donde nos vamos a hospedar. También he dejado mi número de teléfono como has pedido —finalizó guiñando el ojo a Chris. ¡¡Nos había estado escuchando!!—. Y por favor, no dudes en usarlo si se pone en plan esquivo, no creo que aguante otros seis meses escuchando lo simpático, divertido y guapo que eres.

—¡¡Mike!! —grité horrorizada. ¿Cómo podía haber dicho algo así delante de Chris?

—¿De verdad? —preguntó Chris con curiosidad a la par que se incorporaba para guardar el trozo de papel en el bolsillo—. ¿Y que más dijo?

—No dije nada.

Mike me sonrió divertido.

—Si tienes tiempo para un café te lo cuento todo cuando salgamos del avión.

—No te va a contar nada porque no hay nada que contar —dije levantándome de mi sitio. Maldito traidor.

—Esto me interesa —dijo Chris saliendo de su sitio para ponerse junto a Mike.

Se dirigieron a la salida mientras hablaban en bajito sin que yo pudiese escucharlos. Me apresuré para coger mi mochila y seguirles antes de que Mike se convirtiera en mi peor enemigo.

Al final de la pasarela nos esperaba Lisa con los brazos cruzados. Parecía estar de muy mal humor. Chris paró junto a ella y, por fin, me prestó atención. No me había enterado de nada de lo que habían hablado durante el camino porque estuvieron cuchicheando entre ellos. Me sonrió de forma traviesa sin dejar de analizarme. Mi estómago dio un respingo.

—No me puedo quedar a tomar el café. Tenemos trabajo —dijo al final. Reprimí un suspiro de alivio, ya no me podía fiar de Mike—. Pero te llamaré.

Afirmé con la cabeza incapaz de decir nada delante de tres pares de ojos atentos a mi reacción. Cuando creía que ya había pasado lo peor, Chris se acerco a mí y sin previo aviso me volvió a besar. Fue un beso más suave y tierno. Un simple recordatorio de lo que había pasado y para dejar claras sus intenciones.

—Hablamos —murmuró antes de darse la vuelta—. Encantado de conocerte, Mike. —Dio la mano a Mike y se fue con Lisa. Ésta se despidió con un gesto de cabeza, no sin antes lanzarme una mirada en la que, para mi sorpresa, pude ver respeto. Respondí a su despedida de igual forma.

Cuando se marcharon Mike silbó a mi lado mientras me rodeaba con su brazo el hombro.

—Estoy de acuerdo contigo, es simpático, divertido y guapo —dijo sin despegar la vista de Chris.

—Estás muerto, Mike.

Se rio y nos pusimos camino a la salida.

Morticia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora