Treinta y uno

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Estuvo evitando a Harry y Louis durante los siguientes días, no es como si fuera homofobica o algo por el estilo, es porque simplemente no podía enfrentarlos.

Pero si notó que ellos estaban algo distanciados; Louis no iba a las prácticas ni tampoco si los vio juntos en los entrenamientos, también Leslie le contó que a Harry se lo veía algo distraído y desanimado. Ni siquiera disimulaba que le caía bien Heather y rechazó todas las invitaciones a salir de una manera muy grosera.

Nadie sabía el porqué de su comportamiento. Nadie excepto ella.

Las cosas con Niall iban bien, seguían siendo amigos y él le contó que su amiga, Amy se había marchado a USA, no si antes arreglar sus mal entendidos. ¿Ellos se habían peleado?

Leslie iba genial con el tratamiento, las dosis de antidepresivos bajó considerablemente y Zayn siempre se aseguró que ella consumiera la cantidad de nutrientes necesarias por día.

La relación con su madre había cambiado, mucho. Al parecer, el hecho de perder -- del todo -- a su marido la hizo recapacitar. Un día se sentó junto a ________, tuvieron una larga conversación donde ella se disculpó por su falta de atención y ambas terminaron abrazadas y llorando.

Ya no era prostituta, ahora era mucama de una bonita familia. No ganaba mucho, pero les alcanzaba para vivir, además sus patrones eran buena gente.

Faltaba tan solo tres días para el baile y su amiga le insistía que invitara a alguien, si no era Harry a otro, no podía falta, allí debería estar. Aunque nunca supo porque ella desistió en invitar al chico de ojos verdes.

.....

Caminaba por el pasillo cuando vio a Louis entrar a la biblioteca. Su estómago se revolvió por completo. Extrañaba esa... amistad que compartían. Además, algún día debería enfrentarlo.

Ese día era hoy.

Se disculpó con Leslie, quien caminaba junto a ella e ingresó a ese lugar.

La señora Kinsey, la bibliotecaria, no se encontraba allí. Perfecto.

- ¡Louis! - exclamó cuando lo vio caminar entre los libros de ciencia ficción. Él volteó de inmediato y le sonrió.

- Hey, tú. No te he visto en mucho tiempo - se acercó a ella y besó su mejilla -. ¿Qué cuentas?

- Bueno... yo - comenzó titubeante -. Tenemos que hablar, ¿puedes sentarte allí, por favor? - preguntó señalando una de las mesas donde habitualmente los alumnos estudiaban. Ahora se encontraba vacía.

- Ehm... ¿sí? - respondió sin entender y siguió sus ordenes.

_________ recorrió todo el lugar, pasillo por pasillo, asegurándose de que no había nadie. Una vez que terminó con su recorrido se acercó a Louis y se sentó frente a él, dejando su bolso en el suelo.

Cruzó sus manos justo sobre la mesa y lo miró fijo. Él seguía con una expresión extraña, con las manos sobre los libros que llevaba antes.

- ¿Sucede algo? - decidió preguntar antes de que ella dijiera algo. Pues, no era fácil empezar.

- Ehm... sí... no... ¿sí?

- No te entiendo.

- Mira, Louis - comenzó y tomó sus manos. Suspiró fuertemente y prosiguió -: Lo sé todo.

- ¿To... todo de qué? - preguntó, aunque ya tenía alguna idea a lo que se refería.

- Lo... ¿tuyo con Harry? - no quiso que sonara como una pregunta, pero así pasó.

Louis abrió los ojos grandes y rostro se tornó blanco. Ella no sabía que hacer. Luego de unos minutos él preguntó.

- ¿Cómo lo supiste?

- Iba a invitar a Harry al baile, fui a su casa y los escuché discutiendo... No fue mi intención, los juro... y entiendo si te enojas conmigo, de todos modos no diré nada. Lo prometo - dijo tan rápido como sus labios se lo permitieron.

Louis sonrió triste.

- Sabía que no estaba loco. Había escuchado algo ese día, y supe que no era Anne. Eras tú - ella asintió avergonzada -. Pero, no te preocupes. Terminamos.

- ¿Ter.. minaron?

- Sí, no quiero estar con alguien que se avergüence de lo que es. Que se avergüence de lo que somos - dijo algo desanimado.

- Oh, lo entiendo - hizo una pausa -. Lou, ¿puedo abrazarte?

- Claro.

Ambos se pararon y el la aferró entre sus brazos. A ella no le gustaba mucho el contacto físico, pero ese abrazo se sentía bien.

- Gracias por todo, ________. Eres una gran amiga.

Oh, era su amiga. Bien. Tal vez él era el suyo también.

- Gracias. Tú igual - se separaron y ella se acercó a tomar su bolso -. Debo irme a clases.

- Claro, nos vemos luego.

Comenzó a alejarse mientras él tomó los libros que tenía para volver a acomodarlos.

Una idea loca se le pasó por la cabeza y una sonrisa siniestra se le asomó los labios.

- Oye, Louis... - comenzó y se acercó a él nuevamente.

- ¿Sí?

- ¿Alguien...? Ya sabes... ¿alguien te ha invitado al baile? - preguntó mirando al suelo.

- Bueno, tuve algunas propuestas - respondió con una sonrisa.

- Oh, está bien - dijo algo desanimada y volvió a voltear.

- _________... me encantaría ir al baile contigo.

Ella volteó una vez más, le dedicó una sonrisa para luego se marcharse del lugar.

Black KeysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora