Cuatro

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Comenzó a bajar las escaleras maldiciendo a Niall, y también maldiciéndose a si misma por meterse en esto. Él corrió tras ella y la detuvo justo antes de que abriera la puerta, colocando la espalda detrás de esta, impidiéndole salir.

- Lo siento, de verdad. No quise ofenderte, __________.

- ¿Me dejas salir? Esto ha sido una muy, muy mala idea - cruzó sus brazos y levantó una de sus cejas.

- Yo... ugh, está bien - Niall se hizo a un lado -. Solo recuerda que todo esto fue tu idea, y bueno... no creo que debamos tirar todo por la borda a causa de un simple chiste, por el cual me disculpé, por cierto.

- ¿Todo por la borda? ¡Ni siquiera hemos comenzado! - exclamó, tomando el pomo de la puerta con su mano derecha -. Repito, ha sido una mala idea.

- ¿Cómo sabes? Haz dicho que ni si quiera hemos comenzado.

- Niall... - ________ volteó para mirarlo - ni siquiera, ugh, ni siquiera sé que hago en la casa de un desconocido, esto no tiene sent... - se detuvo al instante.

- Ido... - continuó la frase por ella -. ¿Qué estás mirando? - siguió su mirada, que se dirigía a algo detrás de él.

- ¿Tienes... un piano? - cuestionó señalando el instrumento.

- Ehm, ¿sí? No es mío, en realidad, era de Greg.

La chica comenzó a caminar hacía esa dirección y Niall la siguió, bastante confundido. Él había visto como la rabia y la confusión en sus ojos se habían esfumado en menos de un segundo, suavizando su mirada.

__________ observaba el piano como si estuviera viendo la cosa más maravillosa que existiera en el planeta Tierra, de hecho, así lo era para ella.

Una de sus manos se deslizó sobre una de sus teclas y sonrió cuando la presionó, causando un sonido.

- Puedes sentarte frente a él, si quieres - Niall le dijo y ella aceptó, sin quejarse -. ¿Tocas?

- No - negó con la cabeza, como si sus palabras no fueran suficiente -, ¿qué me dices tú, eh?

- No, prefiero los instrumentos con cuerdas. Como te dije, él piano era de Greg. Mamá insistió en que lo intentara, años atrás, ya que era un niño muy imperativo y pensó que esto lo calmaría. Aunque en realidad, él siempre lo odió. Cuando Greg se casó, ella decidió dejarlo aquí. Él no lo usaría y bueno, es un gran piano, creo yo - explicó.

- Uhm, ¿así es como comenzaste con tu guitarra? - preguntó, sin siquiera mirarlo. Toda su atención se centraba en el gran piano de color negro.

- No - hizo una pausa -, yo solo comencé con eso. Cuando era niño tenía una de juguete y a los 10 años me regalaron la que viste arriba - volvió a pausarse -. Ya no estás enojada, ¿no?

- ¿Qué? - por fin lo miró - Mhm, no lo sé. Fuiste algo... malvado conmigo.

- No quise hacerlo - Niall se sentó a su lado -. De verdad, no quise ofenderte, _________. Solo estaba bromeando, ¿crees que puedes perdonarme?

- Sí - fue lo único que dijo, volviendo a fijar su mirada a las teclas y luego tocó otra distinta a la de hace un momento.

- Gracias - suspiró, aliviado-. Tengo otra pregunta, si no tocas, ¿por qué... te atrae tanto?

- Me recuerdan a mi papá... él lo hacía - respondió casi en un susurro, pero él logró escucharla.

- ¿Él está...

- ¿Crees que podremos comenzar ya? - preguntó ella, interrumpiéndolo - Debo volver a casa antes de que oscurezca.

- Claro - respondió, ignorando como ella había esquivado su pregunta.

Black KeysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora