Black Keys

Dieciséis

Ella mantenía la mano sobre el picaporte, lista para cerrarle la puerta en la cara, pero él lo impidió, colocando su pie izquierdo para detenerla. Hubo un pequeño forcejeo antes de que ella se rindiera, abriendo la puerta de par en par.

- ¿Qué diablos quieres? - preguntó, cruzando sus brazos y frunciendo el ceño.

- ¿Ni un "Hola"? - ella elevó una ceja.

- ¿Cómo sabes dónde vivo? Fue Chris, ¿verdad? - preguntó, manteniéndose aún a la defensiva.

- Algo así - respondió sacando una nota de su chaqueta y entregándosela. Ella lo miró confundida. Corrió un mechón de su cabello que se le escapaba antes de leerlo.

"Lo lamento TANTO, pero _________ de verdad, él insistió mucho. Prometí no decirle tu dirección, así que no lo hice. Lo escribí. Arreglen sus problemas, Chris x".

- Bien, bien - dobló el papelito -. Igual esto no responde mi primera pregunta. ¿Qué quieres, Niall?

- Yo - suspiró -, vengo a pedirte perdón nuevamente. De verdad, lamento lo de la fiesta.

- ¿Por qué te importa tanto que te perdone? Además, ¿qué te hace pensar que lo haré luego de tanto tiempo?

- Porque la respuesta es SÍ - ella lo miró confundida -. Me refiero a que cuando me preguntaste en la fiesta si yo te quería... la respuesta es SÍ. _______, yo te quiero.

__________ abrió los ojos tan grandes como podía hacerlo y parpadeó varias veces. Ladeó la cabeza antes de morder su labio, tratando de ocultar una sonrisa. A Niall le pareció muy tierno ese gesto, cada día se parecía más a Burbuja.

Suspiró fuertemente.

- Ok, te perdono - él sonrió, y no lo ocultó. Trató de avanzar a ella para abrazarla pero ella dio un paso hacía atrás. Bien, seguía sin gustarle mucho el afecto físico.

- Ahora... - continuó él, luego de algunos segundos de silencio -... creo que debo irme.

- ¿Cómo te iras? - preguntó, asomándose por la puerta, esperando ver un taxi o algo.

- Caminando.

- ¡¿Estás loco?! Vivimos... vivimos demasiado lejos, Niall.

- Yo no sabía eso, lo siento - admitió, agachando la cabeza y poniendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

_________ llevó todo su peso a una de sus piernas y negó con la cabeza. Iba a hacer una locura, pero era lo mejor. Y además, se lo debía.

- Quédate.

- No, ¿qué?

- Niall, no seas orgulloso y entra - se hizo a un lado, pero antes que él avanzara lo detuvo con una mano -. Pero... debes prometerme algo. Cualquier ruido que escuches, ignóralo. Finge que no existe y no hagas preguntas, ¿puedes hacerlo?

- Lo prometo - levantó su mano derecha, ella de verdad parecía que le estaba rogando aquello.

Niall ingresó, y escuchó la puerta cerrarse detrás de él. Comenzó a mirar a su alrededor, mientras _________ se ruborizaba. Su casa no era nada bonita, pero era algo.

Le hizo una seña para que él la siguiera y así lo hizo.

La puerta de su habitación era de color café, y estaba gastada. Él ingresó primero y ella imitó la acción de hace un momento, pero ahora escuchó la cerradura de su puerta. A él le pareció extraño aquella acción, pero no hizo preguntas al respecto.

Su habitación era bonita. Las paredes eran de un color lila, y muchos pósters estaban pegados en ellas. En una esquina había un gran espejo y al lado un estante con muchos, muchos libros. Del otro lado del lugar había un escritorio con algunos cds, más libros y algunos útiles escolares, una silla se encontraba corrida, con su mochila encima. Y justo frente a él se encontraba un gran armario de color blanco.