[Terminada/ Actualmente siendo reescrita y editada] ⚠️+18⚠️
Primer libro de la serie Almas Impuras.
Si te dieran la oportunidad de revivir tu pasado, ¿la tomarías?
Tal vez lo considerarías, pensando en volver a tus más preciadas memorias.
Sin embarg...
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Año 2054
"Entre otras noticias, gobierno local en la ciudad Moon firma un acuerdo con compañía creadora de tecnologías y un grupo de científicos para realizar procedimientos experimentales en el correccional de menores..." Comentaba la periodista en la edición estelar, la mayoría de los niños en el comedor no prestaban atención, pero, uno de ellos noto una cara conocida en la televisión y pronto supo que él sería parte de aquellos experimentos.
Hacía algunas semanas se hablaba de una nueva tecnología desarrollada que serviría para determinar la culpabilidad de delincuentes o bien demostrar que un sospechoso estaba libre de todo cargo. Esto bajo la lectura de los recuerdos de las personas y su proyección en hologramas y pantallas, sin embargo, nadie podría imaginar niños como sujetos de prueba y aún menos que sería avalado por el gobierno local.
Al pasar algún tiempo los nuevos equipos llegaron al correccional y junto a ellos, grandes desgracias.
Otra mañana más aparece en Moon con el pasar de las horas y la mayoría de los jóvenes aún permanecían en el comedor cuando por el pasillo caminaba Jason con sus ojos cubiertos, manos esposadas a su espalda, escoltado por dos grandes agentes de seguridad quienes lo guiaban a un lugar que el joven no debía ver. Los murmullos no tardaron en aparecer, el joven no se resistía ¿Por qué? Los más curiosos salían del comedor y miraban lo que ocurría sin embargo pronto dejaron el edificio principal, atravesaron el patio y llegaron al edificio donde se encontraban las salas de terapia, era mucho más pequeño que el otro y menos poblado. Nadie debía estar allí a esas horas excepto por Jeymi.
Jason por su lado ya lo sabía, era mejor no decir una palabra. Sabía que el laboratorio nuevo se había instalado en el sótano de ese edificio. Sabía que si armaba un alboroto podría perder parte de sus privilegios.
Jeimy podía escuchar los pasos de los hombres bajando los escalones del sótano, era una habitación blanca y fría, los equipos estaban tapados por sabanas del mismo color. Pantallas y equipos de alta tecnología demostraban como había avanzado todo para ese momento. Ella estaba alegre dentro de su arrogancia.
Mientras cruzaban el umbral de la puerta la mujer hablo con una voz triunfante.
—Hola Jason.
No hubo respuesta, solo respiraciones profundas para calmar el alma.
Llegados al lugar destaparon los ojos del chico de forma brusca quien sintió dolor en ellos y en su cabeza, brillaba demasiado. Aun atado de manos lo obligaron a sentarse en una silla con un golpe severo en su abdomen que lo dejo sin aliento, momento donde la doctora le inyecto tranquilizantes pese a sus deseos de evitarlo. No quería estar allí.
—Déjame ir y no le diré nada a Erick —Amenazaba el joven.
