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Al llegar a la carpa de campaña, decidimos acostarnos ya que mañana sería un día largo, porque avanzaremos hasta encontrar a la manada de mi padre. Aún acostada no podía volver a dormir, pensaba en cómo sería la manada de papá o si su gente sería amable, algo que a mi me parece curioso de las manadas, es que las plazas siempre eran un lugar abierto donde todos los cachorros de la manada pueden salir a jugar, las manadas son como una ciudad tienen de todo, centro comercial, cine, absolutamente todo.

Al amanecer, todos ya estábamos despiertos, después de desayunar no pusimos a recoger todo, íbamos caminando, miraba a mí alrededor y todo se me hacía conocido, miré hacia el frente y vi que a no más de 1 Kilómetro se veía una ciudad.


- Chicos – me detuve y los llamé.

- ¿Qué pasa? – dijo José y todos se detuvieron a la par.

- Ahí está – dije señalando hacia la manada.

- ¿Quieres que vayamos ahora? – me pregunto Kido.

- Si – dije mientras volví a caminar esta vez en dirección a la manada que vimos.

- Está bien – dijeron todos a la vez y me siguieron.

Continuamos avanzando y unos minutos después, ya estábamos en la entrada.

- ¿Quiénes son ustedes? – preguntó un guardia.

- Somos de la manada Fronte da Xustiza – dijo Luis.

- ¿Qué quieren? – preguntó el otro guardia que estaba a su lado.

- Queremos saber el nombre de esta manada.

- ¿Por qué? - Preguntó el primero

- Queremos hablar con su alfa - Esta vez hablé yo con un tono de voz firme.

- ¿Él los está esperando? – Preguntó.

- No – respondimos todos a la vez.

- No pueden pasar – dijeron mientras empezaban a cerrar la puerta.

Los empujé y entré corriendo a la plaza de la manada, mientras lo hacíamos, empezaron a sonar unas alarmas y aparecieron lobos y guerreros a nuestro alrededor. Todos estaban dispuestos a atacarnos, empezaron a avanzar y entonces creé un campo protector a nuestro alrededor, precisamente en el momento en el que ellos casi nos atacaban.

Veíamos como lo golpeaban e intentaron romperlo, pero lo que ellos no sabían era que mientras yo estuviese viva, nunca caería a menos de que yo lo decidiera.

- ¡¡Basta!! – dijo el que al parecer era el Alfa, ya que dejaron de golpearlo.

De entre ellos apareció un señor mayor, a su lado venía una señora que aparentemente era su esposa, ya que venían tomados de la mano, cuando al final estuvieron frente a mí, me tambaleé, Yared corrió hacia mí y me sostuvo.

///Recuerdo///

Aparecí en esta misma manada, es como si estuviese en una visión, pero al parecer es un recuerdo, me di cuenta de que era un recuerdo mío porque la sensación era muy diferente a una visión.

Veía como una niña de al menos dos años corría mientras que su padre la correteaba y su madre estaba sentada en una silla viéndolos jugar, al fijarme bien, los adultos eran papá y mamá, lo que significaba que esa pequeña era yo, de la casa salían una pareja mayor, se acercan a papá y lo abrazaban, ellos eran la pareja que se pusieron frente a nosotros, pero aquí se ven un poco más jóvenes.

- Hijo ¿Cómo estás? – preguntó el señor mayor.

- Bien papá, ¿Y ustedes? – dijo el que al parecer era mi padre.

Ellos siguieron hablando mientras todo se empezaba a poner borroso y yo volvía a la realidad.

///Fin del recuerdo///

- ¡¡Sam!! – grita Kido junto con los chicos.

- ¿Estás bien? – dijo Yared, mientras me ayudaba a ponerme firme en el piso.

- Si – le contesté.

Al terminar de ponerme bien, caminé hacia donde estaban los señores del recuerdo y me puse frente a ellos.

- ¿Abuelo, abuela? – dije en un susurro mirándolos fijamente. Ellos me observan durante unos segundos con su cara llena de confusión.

- ¿Samantha...? – dijeron juntos.

- Sí – dije en un susurro mientras liberaba mi olor.

- Oh por Dios – dijo la señora mientras empezaba a sollozar, se tapó la boca con su mano.

- Mi pequeñita – dijo el abuelo e intentó tocarme, pero el campo lo impidió, al ver esto, lo quité y el no tardó ni un segundo en acariciar mi mejilla, ambos se acercaron a mí y me abrazaron, les respondí el abrazo.

- Jamás pensamos que volveríamos a verte – dijo la abuela, el abuelo se separó de nosotras y volteó hacia los guerreros y demás personas de la manada que están presente, los cuales nos miraban expectantes.

- Ella – dijo mientras me señalaba – es mi nieta – todos empezaron a murmurar – tal vez se estén preguntando ¿No se supone que ella estaba perdida?, sí, durante todo este tiempo, ella estaba perdida, desde ese día en el cuál nuestra manada fue atacada y perdimos a su Alfa... perdimos a mi hijo – dijo lo último en un tenue susurro, en su voz se notaba un toque de dolor, todos cambiaron su expresión facial de sorprendidos a tristes – pero hoy, ella está aquí, por fin pudo regresar a este, el que es su hogar – volvió hacia donde me encontraba parada y dijo – les presento a Samantha D'Arcangeli Rice, su Alfa - Luego de que el abuelo terminara de decir eso, todos se inclinaron ante mí, sonreí, al darme cuenta de que todos me aceptaban como lo que era, su alfa, así será, los cuidare a todos con mi vida si es necesario.

Después de todo lo que había pasado, el abuelo y la abuela nos llevaron a la casa principal de la manada, al entrar, nos sentamos en la sala.

- ¿Te encuentras bien cariño? – preguntó el abuelo al ver que me mantenía callada.

- No es nada, solo estoy cansada, el día de hoy a estado lleno de emociones fuertes– le respondí.

- ¿Quieres que te muestre tu habitación? – dijo la señora, la cual ahora sé, es mi abuela.

- Si gracias – dije mientras que ambas nos ponemos de pie, volteé hacia los chicos.

- No te preocupes, me encargaré yo mismo de llevarlos a las habitaciones – dijo el abuelo como si me hubiese leído la mente, me despedí de ellos y fui con la abuela.

Nos mantuvimos en silencio todo el camino a la habitación, solo quería dormir, quería descansar, darle un descanso a mi mente y a mi cuerpo. Decidí que mañana les contaría a mis abuelos, si mis abuelos, debo aceptarlo, les contaré que tengo dos hijos, también les diría que ya encontré a mi mate para que así, los niños pudieran tener la protección de las personas de aquí.

Hablaré con Tyler para que unamos las dos manadas ya que nos habíamos dado cuenta que están una al lado de la otra, pero habíamos tardado días en llegar porque tras los constantes ataques, que habíamos recibido nos desviamos y dimos la vuelta a la manada de Tyler, para luego llegar a la de mi padre, no sé cómo no me había dado cuenta ya que al ser hija de la Diosa Luna, todos mis sentidos estaban mucho más desarrollados que el de los demás pero estaba tan concentrada en encontrar la manada de papá y protegernos durante el camino que había bloqueado mis sentidos, si no hubiese podido prevenir los ataques que recibimos.

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⏰ Última actualización: Jan 27 ⏰

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La Reina De Los Lobos- LRDLL1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora