Lesbiana Por Accidente.

Tiempo de olvidar.

*Narra Perrie.*

Desperté y miré la hora, eran las 10:40 y aún Jade no había despertado. Vi mi vestido tirado en el suelo, tenía puesta una pijama de Jade.

- ¿Perrie?

Escuché la voz de mi dulce ángel.

- Buenos días Jadey, ¿Dormiste bien?

Cuando me acerqué a darle un beso en sus labios, ella me esquivó.

- ¿Qué te pasa, Perrie?

- Solo te iba a dar un beso.

- ¿Por qué?

- ¿Te molesta?

- Si, somos amigas y las amigas no se besan.

- ¿Amigas?

- Si.

Al escuchar eso, mi corazón se rompió en mil pedazos.

- Jade...

- ¿Qué?

- ¿Por qué estás así?

- Es la verdad Perrie, tú y yo solo somos amigas.

- Lo siento.

Me levanté de la cama.

- Quiero qué te quites mi pijama y te vayas de mi casa.

- Si, claro.

Me encerre en el baño mientras unas lágrimas rodaban por mis mejillas, ¿Por qué ella me hacía esto? ¿Acaso jugó conmigo todo este tiempo?

Me cambié su pijama, me puse mi vestido y salí del baño.

- Perrie.

- Jade.

Respondí seca mientras ponía su pijama en la ropa sucia. Aún tenía una mínima esperanza de que me dijera que era una broma, pero no fue así.

- No me vuelvas a buscar.

- Cómo quieras Jade.

- Bien.

Dicho esto, salí de su casa y me dirigí a la mía con el corazón hecho mierda.

Sé que en verdad, el amor al final siempre duele.

****

Desperté al no sentir a Perrie a mi lado, me levanté de la cama algo confusa y la fui a buscar por toda la casa, al no tener éxito volví a mi habitación y cuando me senté en la cama un dolor de cabeza insportable apareció junto con un recuerdo.

- Perrie me intentó besar, me enojé con ella, la corrí de mi casa y le dije que no me volviera a buscar.

Unos cuantos segundos después reaccione.

- Maldición, ¿Qué hice? Maldita resaca, debo arreglar esto, Ahora.

Tomé mi teléfono y marqué a Perrie, pero no contestó.