Volver♛ -Luis Coronel

2: ❝¿Te tendré que enamorar de nuevo?❞

Es gracioso, apenas visitaba los hospitales. Me daba pánico la sangre y odiaba ese olor profundo de desinfectante, pero ahora mismo estaba sentada en la sala de espera con un extraño al lado rezando para que juan Luis estuviera bien.

Mire hacia la derecha y vi a ese chico mirando hacia el suelo, con las manos cruzadas y los pies en una posición lo suficiente cómoda como para pasarse ahí toda la noche.

Tn – ¿Cómo te llamas?- pregunte.

Xx –Luis ¿Y tú?

Tn –Algún día te lo diré- dije

Luis -¿Algún día?- dijo el con una sonrisa en los labios.

Tn –Si, quiero mantener el misterio así es más divertido- si teníamos que estar más tiempo en el hospital al menos quería reírme un rato.

Luis –Eres una niña- dijo el

Tn –Y tú eres el típico que va de chico malo por el mundo, que se quiere acostar con todas y que piensa que el mundo está a sus pies pero no es así, ahora por favor, llévame a casa.- me enoje en segundos.

Luis –Vaya así que también eres psicóloga.

Tn –¿Acaso tus padres no te han enseñado buenos modales?- pregunte.

Luis –Hablo la señorita que grita la palabra "cabrón" a un desconocido y para colmo le enseña el dedo- su risa se contagiaba, en pocos segundos yo reía con él.

Tn –¿Ha sido un arrebato de pasión hacia ti Luis, acaso no le hay gustado al señor?- su mirada se centraba en la carretera pero seguimos hablando acerca de nosotros.

Después de que un doctor nos asegurara de que se ocuparían de Juan, yo decidí volver a la universidad para poder repasar los exámenes que me esperaban la semana siguiente.

La gran universidad se veía al final de la carretera A-40 y yo deseaba que nunca llegáramos, me tendría que despedir de el.

El Masereti estaciono en la puerta de mi departamento y yo por dentro rece porque nunca se terminara ese momento, maldita sea.

Tn –Gracias-

Luis –Me debes un gran favor fea- me mostro una sonrisa de oreja a oreja.

Levante mi mano en un gesto de "adiós" con los labios mudos sin emitir ninguna palabra, ningún sonido.

Los siguientes días fueron aburridos comparando con esa noche. Juan Luis "mi amigo" se mantenía distante ante mí y por supuesto no sacaba el tema a relucir aunque el gran moretón morado situado en su ojo izquierdo hablaba por sí solo, el color oscuro lo hacía parecer preocupante pero sabía que Luis podría hacerle echo mucho mas daño.

Bajé con rapidez los escalones de la universidad al lado de Juan -el cual me iba a acompañar a comer- el verano comenzaba a aparecer haciendo acalorarnos en clase, ese maldito aire acondicionado apenas daba aire a una cuarta parte de mis compañeros de clase de matemáticas.

Pare en seco, esta vez el Masereti Rojo había sido sustituido por una moto negra que relucía bajo el sol.

Juan Luis –No pares- Me susurro

Tn –Esta ahí por mi-

Juan Luis –Es un estúpido Tn- Soltó un suspiro- Vamos a comer.

Tn –Tengo que hablar con el Juan- Me acerque a la moto

Juan Luis –Te veo en la cafetería- Grito y se fue

Baje los escalones lentamente, intentando preparar una conversación inteligente en mi cabeza y sobretodo intentando dejar los nervios a un lado.

Tn –Hola- mire hacia al suelo, su mirada era intimidada, posesiva.

Luis –Aun andas con ese pendejo- pregunto

Aunque Juan había desaparecido de nuestro campo visual, él no había apartado la vista de la puerta de la cafetería.

Tn –Ese pendejo es mi mejor amigo- lo mire tímidamente.

Luis –Pues no tienes buenas amistades, un amigo no se emborracha hasta el punto en el que te quiere violar- dijo con una sonrisa. –Si así son todos tus amigos yo quiero ser uno de ellos.

Tn –Que idiota eres- sentía mis mejillas rojas

Luis –Y que fea que te pones tu cuando estas tímida, me gustas más cuando me gritas cabron a las tres de la mañana- Su sonrisa relucía en su rostro.

➤Actualidad: 11 de la mañana

El chico que se había presentado como Luis seguía leyendo una historia preciosa en lo que parecía un diario, el había dicho que ese diario fue mío, que me dedicaba a escribir cada segundo que pasaba a su lado, cada segundo que pasaba a su lado, cada respiración, cada suspiro, cada "tic" acompañado por su "tac".

Luis –Recuerdas algo?- Me pregunto levantando la vista.

Tn –Recuerdo a un chico moreno, con barba-

Luis –Su nombre?- Parece desesperado por saber información.

Tn –Juan Luis-

Luis dejo de mirarme para volver la mirada hacia mi diario

Luis –Juan Luis- el dijo el nombre algo apenado.

Tn –Quien es Juan Luis?- pregunte extrañada.

Luis –Tu ex novio, tu ex prometido- Sabía perfectamente que había hecho daño a ese chico que se encontraba delante de mí, que debía ser demasiado importante para el como para hacerle un agujero tan grande es su corazón.

Aunque a la vez me vinieron miles de dudas a la cabeza.

Tn –Si era mi ex prometido porque non me case con el?-

Luis –Un estúpido militar te había dejado sola para irse de servicio, te perdió. Juan Luis estuvo contigo en todo momento, n o solo era tu jefe sino también tu amigo- Parecía dolido. –Ese estúpido militar volvió a reclamar a su chica y la encontró en brazos de otro hombre, ella tuvo que decidir y decidió mal... decidió por el militar, el mismo militar que la dejo para volver a irse de servicio y que por su culpa ahora ella está en esta cama de hospital.

No, no quería que el chico guapo que se encontraba con los músculos tensos ante mí se sintiera culpable... yo lo habría elegido por amor ¿no?.

Tn –Si te elegí debió ser por algo- dije.

Luis –Debiste quedarte con el rico de Juan Luis- dijo el, parecía humillado, ofendido.

Tn –Cuando has leído en el diario parecía tan enamorada, tan emocionada cuando te vi- dije –Luis lo eras todo y si recuerdo...

Luis -¿Y si no recuerdas? ¿Te tendré que enamorar de nuevo? ¿Tendré que volver a subirte a un coche y llevarte a miles de kilómetros para tenerte solo en mis brazos? Porque te juro que lo volvería a hacer una y otra vez.

Tn –Pues hazlo, quiero volver a recordar quien era y sola no puedo...- Tenía ganas de cerrar los ojos y despertarme en la que era mi casa, recordando quien era el chico vestido de militar, recordar buenos momentos y pensando que esto es solo un mal recuerdo.