10: ❝Te necesito❞

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No sé qué creían mis padres que podían lograr trayendo a cenar a Juan. Había decidido decirle a Luis que no viniera ya que si lo veía ahí sentado, se enfadaría.

Ernesto –Dime Juan Tienes algún negocio pendiente?- dijo él –recuerdo que ____ quería visitar Japón. Te pondrías venir cuando vaya a hacer los pactos.

Irme con él? Estaba loco?

Amalia –Me parece muy buena idea- dijo mi madre con una sonrisa.

-Creo que no será posible- dije.

Ernesto -Por qué?-

-Porque mañana me mudo a casa de Luis papa, no sé si lo recuerdas- dije –Y él ha denegado un viaje a Alemania para quedarse conmigo así que no pienso irme ahora.

Amalia -Para qué tenía que viajar Luis?-

-Es militar mamá, lo sabías.-

Amalia –No lo recordaba- dijo con un tono de asco.

Me parecía enfermiza mi propia familia.

Juan Luis -Aún intentas tener algo con él?- preguntó.

Todos los asistentes a la cena me miraron, no solo estaban mis padres y Juan Luis. También habían invitado a mi hermano y a su familia.

Tenía y tengo algo con él. Es mi marido.- dije.

Mi hermano ni siquiera había abierto la boca, se había alegrado de verme y había comentado que no sabía nada de mi accidente. Recordaba perfectamente a mis pequeños sobrino y a su mujer.

Amalia –Alguien a quien no recuerdas- dijo mi madre.

-Lo recordaré- dije.

La noche no acabo bien. Luis me tuvo que venir a recoger, cargó mis maletas y vio a Juan Luis en la puerta de casa.

Luis -Qué hacia ese imbécil en tu casa?- pregunte él ya dentro del coche.

Mis padres lo han invitado- dije. Conducía camino a nuestra casa.

Luis -Por eso me has dicho que no fuera? Te avergüenzas de mi?

-No!- dije.

La última cosa que haría sería avergonzarme de él. No me avergonzaba de él para nada.

Luis -Entonces?- pregunto.

-Quería evitar una pelea-

No volvió a hablar en todo el trayecto.

Al llegar al apartamento dejé las maletas en el salón, me ayudó a despojarme de mi abrigo y se encargó de servirnos una copa aún que yo estaba demasiado cansada como para seguir hablando del desastre de noche que había vivido.

Momentos después decidimos acostarnos, era tarde y la tensión se podía palpar entre nosotros. Me acosté en nuestra cama con su camisa, me puse entre sus brazos y cerré los ojos.

-¡No, no!- gritó Luis.

Estaba dormido, totalmente dormido. Su piel estaba sudada, sus manos agarradas a las sabanas y su rostro fruncido.

Luis –No lo mates. Por favor.

-Luis- lo sacudí seguía con sus gritos.

Luis –No lo hagas- dijo él.

-¡LUIS!- grité.

Se levantó de golpe, me miro de arriba abajo y me sostuvo sobre sus brazos.

-Estabas teniendo una pesadilla, Qué soñabas?- pregunté.

Se quedó un momento pensando, como si lo que hubiera soñado no fuera solo una simple pesadilla.

Luis –Mi amor, te deseo- dijo.

Ahora?

-Cómo?- pregunté.

Luis –Te necesito- dijo él.

Y me sacó la camiseta sin pensarlo dos veces.

Volver♛ -Luis CoronelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora