-42-

782 80 4
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-No abras los ojos- dije mientras caminaba hacia adelante

Mis manos cubrían los ojos de Sebastián desde atrás mientras lo llevaba a uno de los cuartos del palacio por medio de los túneles. Era de noche, por lo que había pasado todo el día en los túneles tratando de no perderme y buscando una habitación de huéspedes que jamás fuese usada. La elegida era utilizada para los huéspedes más precarios, pero considerando que mi familia no era aficionada a los más humildes, prácticamente nunca era usada, por lo que sería perfecta para lo que tenía planeado.

-No lo haré- rió apoyando sus manos sobre las mías- ¿puedo saber a dónde me llevas?- preguntó

-Eres muy impaciente- dije cerca de su oreja

Solo obtuve una risa de su parte.

-¿Por lo menos puedes decirme si estamos cerca?- preguntó

Viendo las marcas de tinta que había dejado en la pared en la mañana para no perderme, contesté que ya faltaba poco.

-Llegamos, pero aún no quiero que abras los ojos- saqué mis manos de su rostro

Tomé el cinturón de tela envuelto alrededor de mi cintura y lo usé para cubrirle los ojos a Sebastián. Una vez segura que no vería nada, abrí la puerta hacia la habitación y lo dirigí para que entrara.

-Estamos aquí- dije besando su mejilla

-¿Puedo quitarme la venda ahora?- preguntó dirigiendo sus manos al nudo detrás de su cabeza

-No- dije tomándolas y poniéndolas frente a él- todavía no termino- dije cerca de sus labios para poder besarlos

Tomé sus muñecas y lo llevé a la cama en el centro de la habitación.

-¿Una cama?- preguntó tanteando la superficie

Asentí pero el no pudo verme.

-Vamos a tener un poco de diversión- apoyé mis manos a cada lado de sus piernas y me acerqué peligrosamente a sus labios

-¿A sí?- preguntó sin aire

-Mhmm- contesté mordiendo su labio inferior, causando una reacción inmediata en su cuerpo

Tome su rostro y ferozmente comencé a besarlo, tomándolo desprevenido. Me subí a la cama y con una mano en su pecho, lo acosté lentamente, quedando encima de él.

-Feliz cumpleaños- ronroneé atacando su cuello

Un gemido salió de sus bonitos labios y mi boca se abrió más, dejando besos mojados por toda la piel.

Distraído por mis labios, tomé cautelosamente sus manos y las subí hasta dejarlas a cada lado de su cabeza. Mientras mordía el lóbulo de su oreja, tomé las telas que había dejado en el respaldo de la cama y rápidamente até sus muñecas a este.

RoyalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora