-No abras los ojos- dije mientras caminaba hacia adelante
Mis manos cubrían los ojos de Sebastián desde atrás mientras lo llevaba a uno de los cuartos del palacio por medio de los túneles. Era de noche, por lo que había pasado todo el día en los túneles tratando de no perderme y buscando una habitación de huéspedes que jamás fuese usada. La elegida era utilizada para los huéspedes más precarios, pero considerando que mi familia no era aficionada a los más humildes, prácticamente nunca era usada, por lo que sería perfecta para lo que tenía planeado.
-No lo haré- rió apoyando sus manos sobre las mías- ¿puedo saber a dónde me llevas?- preguntó
-Eres muy impaciente- dije cerca de su oreja
Solo obtuve una risa de su parte.
-¿Por lo menos puedes decirme si estamos cerca?- preguntó
Viendo las marcas de tinta que había dejado en la pared en la mañana para no perderme, contesté que ya faltaba poco.
-Llegamos, pero aún no quiero que abras los ojos- saqué mis manos de su rostro
Tomé el cinturón de tela envuelto alrededor de mi cintura y lo usé para cubrirle los ojos a Sebastián. Una vez segura que no vería nada, abrí la puerta hacia la habitación y lo dirigí para que entrara.
-Estamos aquí- dije besando su mejilla
-¿Puedo quitarme la venda ahora?- preguntó dirigiendo sus manos al nudo detrás de su cabeza
-No- dije tomándolas y poniéndolas frente a él- todavía no termino- dije cerca de sus labios para poder besarlos
Tomé sus muñecas y lo llevé a la cama en el centro de la habitación.
-¿Una cama?- preguntó tanteando la superficie
Asentí pero el no pudo verme.
-Vamos a tener un poco de diversión- apoyé mis manos a cada lado de sus piernas y me acerqué peligrosamente a sus labios
-¿A sí?- preguntó sin aire
-Mhmm- contesté mordiendo su labio inferior, causando una reacción inmediata en su cuerpo
Tome su rostro y ferozmente comencé a besarlo, tomándolo desprevenido. Me subí a la cama y con una mano en su pecho, lo acosté lentamente, quedando encima de él.
-Feliz cumpleaños- ronroneé atacando su cuello
Un gemido salió de sus bonitos labios y mi boca se abrió más, dejando besos mojados por toda la piel.
Distraído por mis labios, tomé cautelosamente sus manos y las subí hasta dejarlas a cada lado de su cabeza. Mientras mordía el lóbulo de su oreja, tomé las telas que había dejado en el respaldo de la cama y rápidamente até sus muñecas a este.
ESTÁS LEYENDO
Royals
Ficción históricaBasada en la vida de Catalina de Valois y Enrique V de Inglaterra. Año 1420, Francia: En la era donde gobiernan los reyes y las reinas acompañan, donde los nobles son los únicos ciudadanos aparentes y el resto los "inhumanos", una gran atrac...