Yuri tiene una sonrisa boba plantada alrededor de su cara. Se remueve girando y alzando sus brazos, ni si quiera es consciente del sonido de su celular en algún lugar enredado entre las sábanas ni tampoco de la ventana abierta que cola el frío viento en su habitación. El aprieta su cara contra los brazos propios intentando descubrir el porqué de su comportamiento.La noche anterior, y las antecesoras a esta se había dormido sintiendo los brazos de Otabek envolverle. Y lo que había después de eso, la calidez que nacía en su estómago era algo a lo que Yuri estaba comenzando a acostumbrarse. Ya no solo era Otabek y la música, o ambos comentando cosas tontas acerca de las letras de estas. Era algo en el ambiente cuando estaban juntos, quizás eran los besos que compartían, o sus manos apretándose debajo de las mantas. Yuri tapa la sonrisa que suelta sus labios cuando se da cuenta que todo se reduce a la sonrisa de Otabek después de todo esto.
A la mierda, Yuri no podía estar pensando de esa jodida manera.
Él se levanta de un salto rápido desde su cama, lleva su pelo— ligeramente largo— hacia atrás. Tiene una idea que no puede sacarse de la cabeza. Tal vez ver a un Otabek dormido e indefenso a Yuri le resultaba algo atractivo y perturbador. Yuri sacude su cabeza negando y ahoga una carcajada con la palma de su mano cuando por el pasillo camina en dirección al baño.
La habitación en oscuridad a Yuri le causa un estremecimiento, más aún cuando siente el olor a Otabek por todas partes, éste era bueno, atrayente y masculino. En unos segundos él ya se encuentra sobre la cama del moreno, sentado en un costado observando como el cuerpo de Otabek parece relajado e inmerso en el sueño.
—…Beka… — Dice despacio, con sus dedos jugando con el pelo negro del otro.
Otabek tiene una de sus manos enterrada bajo la almohada, junto a esta también está su cara somnolienta. Yuri se da cuenta de que en ese estado Otabek no tiene la más mínima intención de abrir sus ojos, o si quiera de moverse. Yuri hace una mueca arrugando su nariz, con sus manos agarrando fuerte el pelo oscuro entre sus dedos.
— Hey, despierta. — su voz es apenas un susurro. — Beka… ¿Piensas dejarme sin desayuno?
Yuri observa el cómo Otabek comienza a moverse para luego seguir descansando profundamente, tiene las mejillas un poco rojas, y su boca, otra vez está entreabierta. Luce, en cierto modo, adorable.
Y Yuri le deja un beso suave sobre la frente después de haber levantado el cabello que cubría esta. Tiene los ojos cerrados, rogando que su compañero siga durmiendo profundo. ¿No era esto un poco gay?
Otabek sigue de la misma manera que antes, y no es como si Yuri hubiera esperado que el kazajo despertara y le sujetara las muñecas y acabaran besándose sobre la cama. ¿No la había esperado, cierto?
— Otabek, despierta. —Yuri comienza a pellizcar sus mejillas, no es un toque demasiado fuerte, pero es suficiente para que él abra uno de sus ojos marrones.
— ¿Yuri, qué haces?
Tenía ganas de besarte, Yuri desecha esa idea. No puede, definitivamente, responder de esa manera.
— Nada. — Responde rápido— Yo… yo iba a decirte que prepararé el desayuno, sí. Oh, buen… buen día Otabek.
Él le da una media sonrisa. Yuri pocas veces es un saco de nervios, y en ese momento de la mañana a él le parece jodidamente bonito, de hecho, aunque el chico grite y haga muecas, a Otabek siempre le parecerá bonito.
— Ven aquí— Otabek lo atrae a sí mismo para darle un beso en una de sus mejillas. Yuri siente su cara arder y sale corriendo. Era demasiado.
Yuri nunca había pretendido pasar el día pensando idioteces, y allí estaba recostado en el sillón esperando oír el sonido del hervidor, llenando su cabeza con recuerdos que le hacían avergonzarse. Otabek estaba encerrado en su habitación cambiándose, ambos habían estado afuera de casa y poco se encontraron durante el día. Él, Yuri, no iba a admitir que tenía ganas de que Otabek le abrazase.
— ¿Yuri? —Preguntó Otabek apareciendo de repente.
— Dime.
Yuri se sienta sobre la alfombra, sintiéndose avergonzado cuando Otabek le tiende una taza caliente y toma asiento cerca de él. El menor tiene la sensación de su cuerpo picando y quiere esconder su rostro sonrojado en algún lugar. Otabek solo le mira sin decir nada, con la taza de café pareciendo pegada a sus labios. Yuri se queda allí pensando, sintiendo el como la lluvia cae afuera.
— Siempre me gustó esto. —Susurra, sintiendo las manos de Otabek apretar fuerte contra las suyas.
— ¿El qué? —Su pregunta queda circundando en el aire, en el silencio que las palabras de Yuri no quieren romper.
— El sonido de la lluvia antes de la nieve.
Otabek sonríe y Yuri justo después de eso muerde su labio inferior nervioso. — Dime que no has pensado en eso, Beka.
Él asiente, levantándose del suelo. Extiende sus manos en dirección a Yuri sin quitar la sonrisa de su rostro. — Vamos Yuri, tú dijiste que sería divertido, lo recuerdo.
— Yo sé. —Le dice Yuri también sonriendo. —Después de ello dijiste que era algo idiota.
— Pero está bien ser un poco idiota.
Otabek agarra sus muñecas y le levanta, apoyando a Yuri en su pecho y girando— Te comportas como un niño. ¿Qué haces? — suelta Yuri, con su voz entrecortada. — ¡Otabek! Estoy en pijama. Déjame de una vez.
El otro no logra hacerle caso, dirigiéndolos a ambos a la puerta. Yuri está consciente de la lluvia que cae afuera y de la locura que están por cometer y, sin embargo, no es capaz de detener sus pasos cuando bajan las escaleras del edificio.
— ¿Sabes que vamos a resfriarnos, no? — pregunta Yuri, cuando las gotas golpean fuerte sobre sus cabezas, empapándolos.
— Lo sé. —Otabek se encoje de hombros, con sus manos acunando el rostro del rubio. — Sé también que esto te gusta.
— Otabek… yo
—Y sé que has esperado mucho tiempo para... —dice acercando la cara de Yuri a la suya. — besarme, así que hazlo, Yuri…
La lluvia golpeteaba intensa contra las calles vacías a esa hora de la noche, y el frío que corrí a través del viento hacía a ambos estremecerse más. A pesar de todo eso, Yuri había abandonado las intenciones que tenía de salir corriendo en dirección al departamento, ahora solo quedaba el espacio entre ellos, y el silencio que se producía cuando sus ojos chocaban y buscaban respuestas. Yuri intentó descubrir algo allí, encontrar por qué Otabek parecía emocionado mirándole a los ojos. Besándole mientras la lluvia les mojaba y ellos se movían en un baile obtuso y sin sentido.
Y lo encontró, allí estaba él brillando en el reflejo de los ojos contrarios.
Ellos no estaban preparados para nada de eso, y dolía una mierda.
— Otabek… escúchame— le detiene con sus manos sobre las mejillas empapadas y frías del chico de ojos marrones. — Me di cuenta de que podemos estar juntos, sin realmente estarlo.
Suspiró. Con sus dedos deslizándose por la mano libre de Otabek.
Y era cliché, y tonto. Era bueno, y se sentía maravilloso. Yuri llega a la conclusión de que era parecido a todo lo bueno que hay en el mundo, con la lluvia cayendo sobre su cabeza y sus labios tocándose. Con su respiración ahogada y los pies mojados. Con la ropa adherida al cuerpo y el corazón latiendo fuerte y sobre todo, doliendo.
¿Cómo podía obedecer a su petición sintiendo todo eso?
— Así que no te enamores de mí— Dice Yuri, dejando una caricia sobre la mejilla contraria. — Y yo no me enamoraré de ti, Otabek. Porque sería estar siendo egoístas.
❁❁❁
—Le lanzan nokias— este es el capítulo que más me ha costado escribir, y lo odio. Había escrito otra cosa antes, pero lo mande a freír monos a la papelera. En fin, quería escribir algo sad, but no resultó y salió esto. Estoy inconforme, kdcrls.
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¡Hey, Beka! [Otabek x Yuri.P]
Fanfic¡Hey, Beka! Una vez más. Había sido un beso curioso el responsable del impulso que llevó a Yuri a querer descubrir respuestas en los labios de Otabek, su mejor amigo. EDITANDO