Sinfonía de lluvia en abril ➵ FNAFHS. [Golddy's Fic]

V. Como una plegaria

Antes de nada, capítulo editado dedicado a ____peppermint.

—Perdonen, no pude evitar escucharlos, y me encantaría proponerles algo.

Esa voz. Ese tono.

Los ojos de Freddy se clavaron directamente en la puerta del aula, el lugar del que había provenido la voz. Y, en cuanto lo hizo, Bonnie, Chica y Foxy lo imitaron. Los cuatro pares de ojos observaron, curiosos, a la persona que acababa de entrar al salón, con diferentes sentimientos asomando en sus miradas. Era un contraste tan grande de emociones que resultaba casi gracioso.

Los ojos magenta de Chica se iluminaron con un brillo que Freddy no le había visto en todo el día, y su expresión alegre rápidamente se vio reemplazada por una cara de emoción pura. Bonnie se limitaba a mirar la puerta, indiferente. Foxy, por su parte, la observaba con el ceño fruncido y los labios apretados en una mueca de confusión. Freddy estaba sencillamente congelado.

Había escuchado esa voz antes, en alguna parte. Estaba seguro. Una voz como esa nunca la olvidaría o confundiría fácilmente. No cuando, con tan sólo un par de palabras, Freddy se convenció de que era la voz más bonita que hubiera escuchado nunca.

Era suave, con un tono levemente ronco. Relajada y tranquila, casi arrastrando las palabras. Freddy tenía la impresión de que sólo oírla era suficiente para aplacar cualquier sentimiento negativo que pudiera tener, aunque en ese momento no podía confirmarlo. Estaba demasiado feliz. Sin embargo, por alguna inexplicable razón, oírlo fue similar a quedarse dormido. Toda tensión que su cuerpo pudiera tener desapareció, todo pensamiento que no estuviera centrado en la voz se desvaneció de golpe, y sus ojos estuvieron a punto de cerrarse, esperando. Esperando muchas cosas; lo principal, volver a escuchar aquella voz tan dulce hablar otra vez. Tenía la impresión de que un escalofrío había recorrido su espalda, pero fue algo tan veloz que no pudo confirmarlo. ¿Cómo una voz podía tener tanta influencia en él con tan sólo unas pocas palabras? ¿Qué clase de persona podía tener una voz así? Por suerte, no tardó mucho en descubrirlo.

Parado en el umbral de la puerta, con las manos apoyadas en la cintura, se encontraba un chico. Ya desde el primer momento, Freddy se dio cuenta de que este no era un chico como cualquier otro. Y eso era lo que le impedía quitar su vista de encima suyo.

Era rubio, como Chica. Sin embargo, a diferencia de esta, cuyo tono de rubio era similar al de un pollo, este era un tono rubio dorado, brillante y pálido, peinado perfectamente de lado en un peinado muy peculiar. Tenía piel blanca, muy blanca, y Freddy tenía la impresión de que esta lucía muy suave. Con toda seguridad tocarla sería como tocar un manojo de seda. Llevaba puesta una camisa blanca de largas mangas y cuello alto, y encima de esta un chaleco de un dorado más oscuro que el de su pelo. Usaba unos pantalones marrones y zapatos oscuros. Y sus ojos. Dios, sus ojos. Esos también los había visto, Freddy estaba seguro. El caso era, ¿dónde? Ese brillante color gris que tanto se asemejaba a la plata, ese brillo tan extraño, esa sonrisa de lado. Era todo lo que cualquier chica esperaría. Freddy dudaba que no fuera popular. Si bien cualquier otro chico, incluso Fred, se sentiría opacado a su lado, en el caso de Freddy fue distinto. No dejaba de sentir que todo aquello ya lo había visto en algún lado, pero no conseguía recordar dónde. ¿Se lo habría topado en la calle por casualidad alguna vez y ya no volvieron a verse? Era lo único que se le ocurría.

—Y este... ¿De dónde salió? —La voz de Foxy sacó a Freddy de sus pensamientos de forma abrupta. Últimamente, lo interrumpían demasiado.

"De la puerta", quiso responder. ¿Es que acaso no era obvio? Sin embargo, el pelirrojo aún le daba un poco de miedo (su actitud era demasiado seria y gruñona), y sabía que este se la tenía jurada desde el beso que se dieron hacía unas horas, así que lo mejor era no tentar a la suerte. Se limitó a contestar con un "No tengo idea".